Un extranjero se encontraba viajando por parajes rurales de algún pueblo veracruzano.
Se extravió y mientras trataba de encontrar algún camino en el mapa que lo redirigiera a su ruta, vio en la distancia enormes criaderos de cerdos y pocilgas llenas de cerdos corriendo por el monte, y otros revolcándose felices en el lodo.
De repente, hubo algo que le llamó la atención. Le pareció ver un cerdo con una pata de palo, pero como no estaba seguro se acercó hasta el lodoso lugar donde había visto al animal. Y efectivamente, se trataba de un cerdo con una pata de palo.
El hombre encontró el camino hasta la granja y condujo hasta el corral donde estaba el granjero dueño del lugar.
- Disculpe -, dijo el extranjero - estaba manejando por los alrededores y viendo a sus cerdos, cuando vi algo que me hizo detenerme, y como no quería quedarme con la duda acerca de lo que vi, decidí venir aquí y preguntar. Dígame, ¿acaso vi mal? ¿O de verdad tiene un cerdo con una pata de palo?
El granjero sonrió y replicó:
- Aaaaah, ese es Cesar. Él es el cerdo más fino que alguien jamás pudiera tener. ¡Y además es muy listo! Déjeme contarle un poco sobre ese cochino. ¿Ve esa lancha allá abajo en la rivera? Bueno, es una drenadora que extrae platino. Bueno, pues Cesar olfateó y encontró el yacimiento, mostrándonos donde instalarnos. Ahora esa drenadora nos da $500,000 pesos cada año.
- Y hay otra pequeña historia, un poco más personal - prosiguió el granjero - Una noche mientras me emborrachaba, tropecé y tumbé una lámpara que provocó un incendio en la casa. Y Cesar olió el humo, vino corriendo, y como la entrada estaba cerrada, rodeó la casa, entró por la puerta de la cocina, se llevó a mi esposa y a los niños, y a mi me reanimó, y como yo aún estaba aturdido, me arrastró con su hocico fuera de la casa, entre humo y llamas. No hay duda de eso. Esa noche Cesar nos salvó la vida, y eso es algo que nadie puede olvidar tan fácilmente.
- ¡Woooaaoo! - exclamó sorprendido el viajero - ¡Es asombroso! ¡Créame que he viajado por todo el mundo y jamás en mi vida había escuchado una historia como esta! ¡Es fantástica!... Pero dígame, ¿cómo es que el cerdito tiene una pata de palo? ¿Tuvo algún accidente, lo atacaron o qué?
El granjero se río y dijo:
- Bueno, es lógico que cuando tienes un cerdo así de inteligente, no te lo vas a comer todo de una sóla vez, ¿o sí?
Se extravió y mientras trataba de encontrar algún camino en el mapa que lo redirigiera a su ruta, vio en la distancia enormes criaderos de cerdos y pocilgas llenas de cerdos corriendo por el monte, y otros revolcándose felices en el lodo.
De repente, hubo algo que le llamó la atención. Le pareció ver un cerdo con una pata de palo, pero como no estaba seguro se acercó hasta el lodoso lugar donde había visto al animal. Y efectivamente, se trataba de un cerdo con una pata de palo.
El hombre encontró el camino hasta la granja y condujo hasta el corral donde estaba el granjero dueño del lugar.
- Disculpe -, dijo el extranjero - estaba manejando por los alrededores y viendo a sus cerdos, cuando vi algo que me hizo detenerme, y como no quería quedarme con la duda acerca de lo que vi, decidí venir aquí y preguntar. Dígame, ¿acaso vi mal? ¿O de verdad tiene un cerdo con una pata de palo?
El granjero sonrió y replicó:
- Aaaaah, ese es Cesar. Él es el cerdo más fino que alguien jamás pudiera tener. ¡Y además es muy listo! Déjeme contarle un poco sobre ese cochino. ¿Ve esa lancha allá abajo en la rivera? Bueno, es una drenadora que extrae platino. Bueno, pues Cesar olfateó y encontró el yacimiento, mostrándonos donde instalarnos. Ahora esa drenadora nos da $500,000 pesos cada año.
- Y hay otra pequeña historia, un poco más personal - prosiguió el granjero - Una noche mientras me emborrachaba, tropecé y tumbé una lámpara que provocó un incendio en la casa. Y Cesar olió el humo, vino corriendo, y como la entrada estaba cerrada, rodeó la casa, entró por la puerta de la cocina, se llevó a mi esposa y a los niños, y a mi me reanimó, y como yo aún estaba aturdido, me arrastró con su hocico fuera de la casa, entre humo y llamas. No hay duda de eso. Esa noche Cesar nos salvó la vida, y eso es algo que nadie puede olvidar tan fácilmente.
- ¡Woooaaoo! - exclamó sorprendido el viajero - ¡Es asombroso! ¡Créame que he viajado por todo el mundo y jamás en mi vida había escuchado una historia como esta! ¡Es fantástica!... Pero dígame, ¿cómo es que el cerdito tiene una pata de palo? ¿Tuvo algún accidente, lo atacaron o qué?
El granjero se río y dijo:
- Bueno, es lógico que cuando tienes un cerdo así de inteligente, no te lo vas a comer todo de una sóla vez, ¿o sí?
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