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El universo...
Misterio insondable que nunca llegaríamos a conocer ni un 1 por ciento, ni aunque fuésemos eternos...ni aunque fuesemos...los primigenios...

Monstruos inimaginables, sombras de más allá del tiempo y del silencio sideral, llegados de un abismo aterrador que escapa al control de Dios.
Seres de vidas y formas indescriptibles, imposibles, que llegaron a la tierra desde sus primeros días de formación en medio del caos y la catástrofe.

De entre todos ellos, destacó Cthulu...
Cthulu, un enorme Dios extraterrestre interdimensional desbordante de un poder inimaginable, indestructible, Supremo Dios-demonio y sumo sacerdote de los seres primordiales, cuya morada era el fondo del océano y su reino el mundo entero.
(¡Grrrroooooooaaaaaaaaooooooooooorrrrrrrr!) Por eones, ninguna criatura viviente podía verle sin morir paralizada de terror, y el que se atreviese a desafiarlo o a invocarlo, condenaba su vida y postvida a los infiernos más dolorosos y terroríficos que la mente humana pudiese llegar a imaginar y atribuir a sus religiones infantiles.
(¡¡Grrruuuuuuoooooooooooooooooorrrr!!)Cthulu, el dueño innegable del mundo y del inframundo, sabiéndose todopoderoso quizás....
Hasta que...en un enfrentamiento contra otro ser indescriptible y cuyo origen es más desconocido que el suyo propio, perdió hasta el último de los tentáculos al ser devorado sin piedad por ella: ...La señora de la biblioteca.

La señora de la biblioteca, amante insuperable del sexo perverso y de la comida en todas sus formas y apariencias, encontró el Necronomicon en la biblioteca de la facultad donde trabaja, y al leer la descripción física de Cthulu, una bestia indomable parecida a una horrorosa mezcla de pulpo o calamar gigante con dragón...despertó inmediatamente su insaciable lujuria y hambre, imaginó lo declicioso que sería probar una nueva carne, un nuevo sabor jamás probado por paladar humano o divino, un sabor de entre mariscos, carnes rojas y blancas, y no dudó ni un instante en invocarlo, pese a las serias y peligrosas advertencias. Y es así en resumidas cuentas como terminó la vida de este ser temible y ultrapoderoso.
(¡Uuuuuooooh!...ooohh... pero que rico estubo...Dios...no puedo más, ¡uuooh!)
Dicen que el cuerpo escamoso de Cthulu estaba compuesto de una sustancia distinta a las que se encuentran en nuestro planeta, como una especie de masa gelatinosa que lo hace prácticamente indestructible y que si su cuerpo físico era destruido por completo (cosa muy improbable) su naturaleza extra terrenal lo haría reformarse en horas. Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta que sucedió después de haber sido defecado por el monstruo de la biblioteca que lo devoró, ya que posiblemente los super corrosivos jugos gástricos de esta pudieron haberlo diluido o cambiar la consistencia bioquímica de Cthulu.
Aun así, ocultistas y sectarios siguen esperando a que "las estrellas estén de nuevo en posición" para que Cthulu despierte de su letargo, sellado en la ciudad sumergida de R'lyeh (en algún lugar del océano Pacífico), para que este pueda volver a extender su poder sobre la Tierra, ignorando por completo este último fatal enfrentamiento. Si así fuera, que Cthulu hubiese sobrevivido y regenerado, no se sabe si volverá buscando una venganza carnicera o se mantendrá sellado y temeroso en sus aposentos de infinita oscuridad.
Y me despido por hoy, disculpar mi falta de fluidez para expresarme o lo fofo que pudiera resultar, pero ando muy desvelado y desmotivado como para hacer una descripción más detallada...En fin, ahí se ven simples mortales, que los desechos de Cthulu los bendigan.
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