20 datos interesantes y que de seguro no te importen, acerca de las hormigas tampiqueñas...

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((Dice un sabio axioma esotérico que todo lo que sucede en el macrocosmos, tiene una réplica exacta en el microcosmos. Pues bien, he aquí un pequeñito reflejo de la sociedad (en la que me ha tocado vivir por los últimos 10 años), proyectado en estos pequeños insectos))

De las miles de especies de estos pequeños nobles insectos alrededor del planeta, la hormiga tampiqueña destaca de entre todas las demás, por las siguientes características:

1.- Pican. Pican sólo por el placer de joderte. Te buscan, buscan tus partes más sensibles y te pican y aferran sus mandíbulas, las cuales, una vez penetrada la epidermis, comienzan a girarlas en todas direcciones, repetidamente y con terquedad.

2.- Crecen y se expanden de manera desorganizada.

3.- Pese a su diminuto tamaño, tienen complejo de Marabunta. O bien se creen que tienen ascendencia de Marabunta cruzada con Piraña. Tratan por todos los medios de intimidarte con sus piquetitos, que aunque no son dolorosos, son muy molestos y causan una comezón asquerosa, sólo comparable con la picazón provocada por hongos, varicela, tiña o sarna.

4.- Pican. Sólo por el placer de arruinarte una buena siesta o una buena noche de descanso.

5.- Destruyen muchos electrodomésticos. De hecho y aunque suene inverosímil. Muchos negocios de reparación de computadoras y equipos electrónicos, reciben muchos casos de computadoras, impresoras, televisores, estéreos, consolas de videojuegos y larguito etcétera, destruidos por la invasión de hormiguitas, que en su afán de crear células independientes de la organización insectoide, buscan establecer sus propias colonias o grupos subversivos dentro de estos aparatos. Provocando solamente molestia y destrucción a su paso. (Cualquier semejanza con los procesos de formación de organizaciones criminales y cárteles, no es nada coincidente)
De hecho, la segunda causa de destrucción de bienes materiales en Tampico/ Madero/ Altamira, después de la humedad, son las hormigas. La tercera son los destrozos provocados por la misma gente de la localidad y la cuarta los cárteles.

6.- Pican. Sólo por el placer de arruinarte una velada agradable y hacerte quedar mal con amistades y visitas.
´Aquí podemos apreciar la belleza natural de alguna hormiga perteneciente a alguna especie no-tampiqueña. Obsérvese la la textura, el color y el acabado metálico, el brillo saludable, el semblante fuerte y poderoso, su estructura dura y resistente. La determinación para cumplir con su deber, reflejada en esos ojos monocromáticos.

Ahora, compárese con la hormiga tampiequeña. Puede observarse a simple vista la degradación física, la jodidez de su estructura molecular barata. Su estructura débil y cansada, roída por la humedad y la mala calidad de hábitos alimenticios y de sueño. Nótese también la forma y consistencia de sus ojos, que le proveen una visión pobrisíma, como de esas consolas de videojuegos chinas de 100,000 juegos en uno, los cuales todos son tetris.

7.- Un gran porcentaje de las colonias de estas hormigas son ninis. Mientras todas las demás especies de hormigas se la pasan todo el día trabaje y trabaje, corriendo de una lado para otro, todas erráticas, neuróticas e incesantes, como nobles y honorables trabajadores japoneses que tarde o temprano morirán de Karoshi (es decir, exceso de trabajo), puede observarse a miles de hormigas tampiqueñas, saliendo de sus hormigueros con toda la pesadez y desgano del mundo a "trabajar", se les puede ver irritadas, yendo con enojo y mustia en hileritas, para después, hacerse las desentendidas, e irse por otros lados a hacerse pendejas: Algunas dan vueltas en círculos, alrededor de una planta, otras van a echarse en algún lugar escondido, fuera de la vista de las hormigas supervisoras, otras se hacen las cojas o enfermas, se inventan incapacidades, otras de plano se desentienden del grupo y se van a vivir al tarro de azúcar, tratar de penetrar en los empaques de los alimentos, y otras, una gran mayoría, se van en búsqueda de huéspedes humanos a los cuales joderle la mañana, la tarde y la noche, picándoles tercas hasta que uno las aplasta, hartos.

8.- Muchas de estas hormigas padecen severos desequilibros mentales, que las llevan a tener comportamientos narcisistas y autodestructivos, osease son todas unas "Drama-queens".
Algunas en su afán de llamar la atención, van y buscan pleito a otras especies insectos y animales (muchas veces mucho muy superiores en cuanto a fuerza y tamaño) sólo por buscar pleito, con la consiguiente y obvia respuesta violenta por parte de los agredidos. Así, vemos de estos especímenes llenas de autoconfianza y determinación fatal, yendo hacia telarañas a moverle los hilos a las arañas, hasta que estas, fastidiadas de la provocación, llegan y les dan unas zarandeadas, las enredan con la tela y las matan para que dejen de estar moliendo. Por lo general estas arañas las patean fuera de su tela (ni siquiera ellas las quieren) y ya las demás hormiguitas se encargan de buscarle pleito a las hormigas caídas envueltas en telaraña.
Si en su ambición de ser el centro de atención de las demás ciudadanas del hormiguero, no consiguen lo que quieren, proyectan su frustración, y su enojo, yendo a interrumpir con molestas mordidas a algún ser humano que se gana la vida de manera honrada, a cualquier hora del día.

9.- Pican. Sólo por el placer de ver tu desesperación e irritación mientras te rascas. Es como si ellas se sintieran realizadas y justificaran su existencia, provocándote ronchas de ácido fórmico.

10.- No planifican, ni ven a futuro, ni inmediato ni lejano. Muchas mueren en invierno por no prever la dotación y distribución de alimentos en su mundo subterráneo. De igual forma, se les puede ver en las afueras en temporadas invernales con actitudes arrogantes: "Naaaaah, a mi no me pasa nada, el frío me la pela", con el consecuene fallecimiento por congelación, depresión, depresión afectiva estacional, o simplemente por busca-pleitos.

11.- Tienen una alimentación nada saludable. Igual comen basura que desechos orgánicos recién salidos del tracto digestivo de algún mamífero callejero. Igual las muy perezosas, con tal de no ir a cazar y querer la satisfacción inmediata, consumen de los restos de "comida rápida" , la cual es rica en grasa, monosacáridos, azúcares, colesterol y demás porquerías cancerígenas. No es de extrañarse también que si ponemos ante la lente de una lupa, podremos apreciar que el 90% de la población de hormigas tampiqueñas padece sobrepeso y obesidad (y una larga lista de trastornos metabólicos). Cosa que las pone de muy mal humor y las hacen buscar culpables- víctimas con las cuales desquitar su carga emocional negativa.

12.- Pican. Sólo por el placer de escucharte exclamar entre chillidos: "¡Ya, bueno basta ya, ya, coño!" "¡Aaarghh, yaaaa, malditas!"

13.- La increíble polución y contaminación ambiental de aire, agua y subsuelos de la región, las han hecho inmunes a los insecticidas convencionales e incluso a los que se dicen potentes. Si Usted rocía algunas ráfagas de spray sobre ellas, en realidad les estará haciendo un favor, ya que las pondrá a dormir momentáneamente, es decir, las inactivará por buena parte del día, y eso les evitará una larga y pesada carga de jornada laboral.

14.- La mayoría de las hormigas alrededor del mundo, están apegadas a un biorritmo natural. Es decir, respetan sus propios ciclos circadianos de sueño.
Las hormigas tampiqueñas por su parte, padecen horribles trastornos del sueño, y así, podemos ver y sentir a mitad de la noche muchas, jodedoras hormiguitas incesantes que van a pincharte la piel y a arruinarte los electrodomésticos. Y así, también podemos ver sus contrapartes narcolépticas a mitad del día, quedándose dormidas a mitad de sus caminitos, y ahí de quien las despierte porque se ponen de un humor de perro rabioso y no descansan hasta picarte y que las aplastes.

15.- No son cooperativas ni empáticas. Si una compañera laboral sufre algún altercado o accidente en el camino, algo así como un tropiezo, en donde se tuerzan una patita o se peguen en
una antena, las demás no socorren a la hipotética amiguita. Pasan de largo, dejándola a su suerte, tirada en el piso, revolcándose como los jugadores de cualquier equipo de football mexicano que reclama una supuesta falta cometida por el equipo contrario.

16.- Pican, por el simple placer obsesivo-compulsivo de estar mordiendo algo o alguien.

17.- Son más tercas que una mula en celo primaveral. Si uno no las quiere lastimar y las aparta, ellas regresan de inmediato, como diciendo "¿Y por qué me voy a quitar?" "¿Y por qué?, ¿por qué?", por lo que si las vuelves a quitar de "tu camino", estas regresarán aún más encendidas de ánimos, y finalmente, si las dejas ser, te alcanzan luego hasta donde te hayas ido, para después morderte como diciendo "a mi nadie me dice lo que tengo que hacer", "a mi nadie me manda", "toma, grrrgg grrrg (mordida-mordida) para que te vayas educando".

18.- Sufren a menudo innumerables accidentes, producto de su negligencia y valemadrismo (razones de trastornos conducta y del sueño arriba mencionados), por ejemplo, mientras avanzan en largas filas por el techo, muchas caen (quizás también por la cuestión del sobrepeso) sobre los habitantes de la casa, a los cuales culpan por su caída, teniendo como consecuencias mordidas por parte de estas cositas.

19.- Tienen malísimo sentido de la orientación, lo que las lleva en no pocas ocasiones, a meterse en "el barrio equivocado" (hormiguero equivocado) con los obvios conflictos bélicos consiguientes que garantizan que jamás habrán tratados diplomáticos inter-hormigueros.

20.- Pican, porque sí, y ya.

Me retiro a desyunar, que tengan muy bonito domingo, y he aquí una bonita canción para que a ayudarles a tener ese bonito domingo.

Mo'better Blues - Miles Davis

Hasta otra y mis mejores deseos para todos, libres de hormiguitas soberbias y jodonas.
Shalom! ^^

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