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De 150 cuentos sufies, de Yalal Al-Din Rumi
Un día, un mendigo llamó a la puerta de una casa y suplicó al amo del lugar que le diese un poco de pan, aunque fuese duro.
"¿Cómo quieres que yo te encuentre pan? - replicó este último - ¿Me tomas por un panadero?
-Entonces, ofréceme un poco de gordo de carne.
-¡Esto no es tampoco una carnicería!
-Dame al menos un puñado de harina.
-¿Se parece mi casa a un molino?
-¿Entonces, un vaso de agua?
-¡Aquí no hay río!
Así, cada petición del mendigo fue rechazada del mismo modo. Finalmente, éste se quitó el pantalón y defecó en el umbral.
- ¡¿Qué haces?! - preguntó el amo de la casa escandalizado.
- Esto es una ruina propicia para la defecación - dijo el mendigo - No hay nada que beber y nada que comer. ¿Cómo podría alguien vivir aquí?¡Manifiestamente, este lugar no puede servir más que como letrina!
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