Uufff... no, no, no. No, no no. No... ¡Hombre! ¡Dios! No es posible, ¿Cómo es posible? llevo jugando ya 12 horas casi ininterrumpidas este mega juegazo. ¡Caramba! Tal como lo decía en un post anterior, esto es otra cosa, es otro nivel. ¡Es un juego hecho por genios para genios! ¡Loados sean sus creadores!
Pero, ¿he escrito esto sólo para presumir que tengo un serio problema de adicción al mentado juego que sólo puede ser tratado con electroshoks en el cráneo, directamente conectados los electrodos a un transformador de poste? No. Esto es para darme un respiro. Emplearé bien mi tiempo... antes de regresarme a mi maquinita del placer onírico. Me pondré a traducir un poema chino y una canción de disco clásica setentera, sí, para despejarme un porquito, ¡Dios!
Ya. Cambio y fuera.
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