De La comprensión de los misterios del Tao de Wen-Tzu
versión de Thomas Cleary
Lao Tse dijo:
La energía que la gente recibe de la naturaleza es una en lo que concierne a los sentimientos de los sentidos hacia el sonido, la forma, el olor y la temperatura. Pero la manera en que se utiliza difiere en que algunos mueren y otros viven por ello; algunos se convierten en personas ejemplares y otros se convierten en personas miserables.
El espíritu se halla donde se reúne el conocimiento; cuando el espíritu es claro, el conocimiento está iluminado. El conocimiento es la sede del corazón; cuando el conocimiento es objetivo, el corazón es ecuánime.
La razón por la que la gente utiliza el agua límpida como espejo, y no una corriente en movimiento, es porque está clara y tranquila. Así, cuando el espíritu está claro y la atención es ecuánime, es posible discernir entonces la verdadera condición de las personas.
Por ello, su uso depende inevitablemente de la no explotación.
Cuando un espejo es claro, el polvo no lo ensucia; cuando el espíritu es claro, los deseos habituales no lo engañan.
De esta manera, si la mente va a algún lado, el espíritu está allí en un estado de atención creativa; si regresas al vacío, esto extinguirá la actividad convulsa, de manera que la mente pueda descansar. Ésta es la libertad de los sabios. Esta es la razón por la que quienes gobiernan al mundo deben realizar la verdadera condición de la naturaleza y de la vida antes de poder gobernarlo.
La energía que la gente recibe de la naturaleza es una en lo que concierne a los sentimientos de los sentidos hacia el sonido, la forma, el olor y la temperatura. Pero la manera en que se utiliza difiere en que algunos mueren y otros viven por ello; algunos se convierten en personas ejemplares y otros se convierten en personas miserables.
El espíritu se halla donde se reúne el conocimiento; cuando el espíritu es claro, el conocimiento está iluminado. El conocimiento es la sede del corazón; cuando el conocimiento es objetivo, el corazón es ecuánime.
La razón por la que la gente utiliza el agua límpida como espejo, y no una corriente en movimiento, es porque está clara y tranquila. Así, cuando el espíritu está claro y la atención es ecuánime, es posible discernir entonces la verdadera condición de las personas.
Por ello, su uso depende inevitablemente de la no explotación.
Cuando un espejo es claro, el polvo no lo ensucia; cuando el espíritu es claro, los deseos habituales no lo engañan.
De esta manera, si la mente va a algún lado, el espíritu está allí en un estado de atención creativa; si regresas al vacío, esto extinguirá la actividad convulsa, de manera que la mente pueda descansar. Ésta es la libertad de los sabios. Esta es la razón por la que quienes gobiernan al mundo deben realizar la verdadera condición de la naturaleza y de la vida antes de poder gobernarlo.
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