Cuento chino
(De Notas sobre la metamorfosis de Juang Fu, dinastía Tang)
Cuando aún era
joven, Sung Ting-po, natural de Nanyang, provincia de Jonán se encontró de
noche con un fantasma en pleno camino.
- ¿Quién es
usted? - preguntó.
- Un fantasma,
señor.
y a su vez
demandó: - ¿y usted?
- Un fantasma
como usted - mintió Sung.
- ¿A dónde va
usted?
- A Wanshi.
- j Qué
casualidad I Yo - también.
Marcharon juntos
durante varios li*
- Andar así lleva
mucho tiempo y resulta muy fatigoso. ¿No será mejor cargamos por turno uno al
otro? - sugirió el fantasma.
- Muy buena idea
- aprobó Sung.
Para comenzar, el
fantasma lo cargó durante un largo trecho.
- Lo encuentro
muy pesado - se asombró el fantasma -. ¿Es usted realmente un espectro?
- Soy un espectro
reciente - respondió Sung -. Por eso aún soy pesado.
A su vez cargó al
fantasma, que no pesaba absolutamente nada.
Y así siguieron
por el camino, cargando uno al otro por turno.
- Como soy un
nuevo aparecido - observó Sung-, aún no sé lo que más debemos temer como
fantasmas.
- Hay una sola
cosa que tememos: que un hombre nos escupa.
Siguiendo el
camino, llegaron a un arroyo. Sung invitó al fantasma a que lo atravesara
primero. Así lo hizo, sin el menor ruido. En cambio, Sung atravesó la corriente
con un gran alboroto de agua revuelta.
- ¿Por qué hace
tanto ruido? - preguntó el fantasma.
- No hace mucho
tiempo que he muerto - respondió
Sung, con la
intención de adormecer la vigilancia del fantasma -. Por eso aún no tengo
el hábito de caminar sobre el agua. Le ruego perdone mi torpeza.
Cuando se
aproximaron a la ciudad de Wanshi, Sung echó al fantasma sobre su espalda y lo
mantuvo allí fuertemente agarrado. El fantasma se puso a gritar, suplicándole
que lo dejara en el suelo. Sin inquietarse de esos gritos, Sung apuró el paso
hacia la ciudad. Cuando dejó al fantasma en el suelo, ya había tomado la forma
de un cordero. Después de escupido, para evitar que tomara otra forma, Sung se
apresuró a venderlo. Y se fue, enriquecido con mil quinientas monedas.
En esa época, Shi
Chung*
comentó este hecho con los siguientes términos:
"Sung
Ting-po hizo algo inmejorable: “ganó mil quinientas monedas vendiendo un fantasma”.
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* Un li equivale a medio kilómetro.
* Un noble rico de la dinastía Tsin.
El autor del cuento se vale de este nombre para probar la autenticidad de la
historia.
. .
2 comentarios:
Está buena la historia nadamás que no dude quien. Es el autor ni el protagonista
Otra estaría bien 🙂 que en la aplicación tenga para buscar y así tendrá más tendencia
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