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Cuento sufí
Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo:
— Tengo tanta confianza en Dios, que he dejado suelto a mi camello ahí fuera. Estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que lo aman.
— ¡Pues ve afuera y ata tu camello, estúpido! Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo — le dijo el maestro..
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— Tengo tanta confianza en Dios, que he dejado suelto a mi camello ahí fuera. Estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que lo aman.
— ¡Pues ve afuera y ata tu camello, estúpido! Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo — le dijo el maestro..
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