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En lo que va del mes, en lo que corresponde a la experimentación enteogénica, he probado la rosa lisérgica (agreya nervosa), aunque no la hawaiana, que es la más fuerte, Coleus Blumei, Salvia Divinorum y Raíz Xhosa de los sueños Synaptolepis kirkii, también conocida como Uvuma-omhlope.
De hecho hubo también sinergia, combinación de rosa lisérgica con Synaptolepis kirkii y hierba. Ésta última experiencia fue todo un viaje aparte, muy visionaria. Literalmente hacia el centro del omniverso, al lugar donde nacen los vientos, donde está la raza primigenia de Dioses inmortales, felices, bonachones. A la fábrica misma de las dimensiones... pero bueno, esa será otra historia, porque también tuvo sus enseñanzas y sus tragicomedias de ataques de pánico, que afortunadamente, y gracias a que me hicieron volver a mi centro mediante palabras y acciones clave, todo al final fue miel sobre hojuelas lisérgicas.
Pero en lo que corresponde al post del día, es sobre la raíz Xhosa de los sueños, una planta onirogénica que se bebe en té o en infusiones, una hora antes de dormir.
Los alcaloides de ésta raíz provocan sueños lúcidos, y si no, al menos incrementa la duración de los sueños. Eso sí, hay sueños llenos de sigificado, para tomarse en cuenta, y apuntarse.
La ingesta de la raíz, fue dividida durante los días corresponientes entre el domingo 15 al miércoles 18 del presente mes (febrero del 2015). Fue pulverizada y bebida a manera de té, en dosis apróximadas de 400 - 450 mg.
Desde la primer noche hubo efectos notables (el día anterior había sido la experienicia psicodélica con la rosa lisérgica, raíz de los sueños y "hierba").
En la primera noche no hubo sueños lúcidos, más si estados intermedios de vigilia-sueño, y eso sí, muuuuchos sueños que parecieron varias horas y con mucha nitidez.
Siendo lo más rescatable de esa madrugada, el haber visto y sentido, al "despertar" dentro de esa primera fase de ensoñación, nubes relampagueantes en mis párpados, como dentro de una tormenta eléctrica. Una tormenta elétrica neuronal.
De hecho hubo también sinergia, combinación de rosa lisérgica con Synaptolepis kirkii y hierba. Ésta última experiencia fue todo un viaje aparte, muy visionaria. Literalmente hacia el centro del omniverso, al lugar donde nacen los vientos, donde está la raza primigenia de Dioses inmortales, felices, bonachones. A la fábrica misma de las dimensiones... pero bueno, esa será otra historia, porque también tuvo sus enseñanzas y sus tragicomedias de ataques de pánico, que afortunadamente, y gracias a que me hicieron volver a mi centro mediante palabras y acciones clave, todo al final fue miel sobre hojuelas lisérgicas.
Pero en lo que corresponde al post del día, es sobre la raíz Xhosa de los sueños, una planta onirogénica que se bebe en té o en infusiones, una hora antes de dormir.
Los alcaloides de ésta raíz provocan sueños lúcidos, y si no, al menos incrementa la duración de los sueños. Eso sí, hay sueños llenos de sigificado, para tomarse en cuenta, y apuntarse.
La ingesta de la raíz, fue dividida durante los días corresponientes entre el domingo 15 al miércoles 18 del presente mes (febrero del 2015). Fue pulverizada y bebida a manera de té, en dosis apróximadas de 400 - 450 mg.
Desde la primer noche hubo efectos notables (el día anterior había sido la experienicia psicodélica con la rosa lisérgica, raíz de los sueños y "hierba").
En la primera noche no hubo sueños lúcidos, más si estados intermedios de vigilia-sueño, y eso sí, muuuuchos sueños que parecieron varias horas y con mucha nitidez.
Siendo lo más rescatable de esa madrugada, el haber visto y sentido, al "despertar" dentro de esa primera fase de ensoñación, nubes relampagueantes en mis párpados, como dentro de una tormenta eléctrica. Una tormenta elétrica neuronal.
Abrí los ojos, despejé las nubes con mis manos, de algún modo logré estirarme hasta la pared del dormitorio en posición horizontal (es decir, acostado) y caminar a través de ésta, por el techo, volver a acostarme, con cierto miedo y asombro, volver a cerrar los ojos, ver como se volvían a aglutinar las nubes hacia los párpados, y entrar en la red de raíces de rayos sinápticos hacia el interior de la tormenta.
Así pasarían unos 10 minutos, hasta que, una vez dentro de las "grutas subterráneas" del cráneo, contemplé recostado desde ahí dentro, lo que parecía una iluminación solar sobre las olas del mar, vistas desde abajo del agua.
Luego de eso vino el adormecimiento, la inconciencia, y ya de ahí directo a las teleaventuras mentales, que fueron intercaladas dos veces con despertares en donde me encontraba nuevamente en la habitación, con cierto miedo de abrir los ojos, por temor a no saber en que fantasmagórico escenario onírico me encontraría físicamente.
Luego de eso vino el adormecimiento, la inconciencia, y ya de ahí directo a las teleaventuras mentales, que fueron intercaladas dos veces con despertares en donde me encontraba nuevamente en la habitación, con cierto miedo de abrir los ojos, por temor a no saber en que fantasmagórico escenario onírico me encontraría físicamente.
Podría escrbir a más sobre el contendo de los sueños, pero creo que eso lo dejo para mi estudio y reflexión personales. Así que me limito solamente a relatar sólo lo más arriba descrito, las sensaciones y efectos visuales de la experimentación.
No sé si ésta experiencia se debió en parte a la sinergia con los alcaloides de las otras dos sustancias lisergicas, consumidas el día anterior. Pero fue sin duda alguna, emocionante. Siento que realmente hubo una tormenta de re-configuración neuronal.
Entonces, sin más por el momento, espero próximamente escribir los trip-reports con la rosa lisérgica + Mary Jane + raíz Xhosa. La de la Salvia, Coleus Blumei, y próximamente con análogos de la ayahuasca y otros onirogénicos como la Calea Zacatechichi, Silene capensis y Entada rheedii.
Hasta entonces, gracias, shalom y axé =D.
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