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Recién regresamos de la ciudad de México, después de visitar varios museos y lugares turísticos bonitos, viajar en esos caóticos trenes subterráneos y autobuses, llenos de monstruos grotezcos, mismos monstruos de las calles, mismos monstruos hijos del mismo tracto digestivo, que desprenden hedores caústicos, monstruos que succionan sangre con la mirada...linda descripción, ¿no?, pero tiene sus cosas rescatables la ciudad de México. De hecho ahora la veo hermosa, mucho más que el resto de las ciudades del interior de la república, será su fauna de humanoides, quien sabe...
Recién regresamos de la ciudad de México, después de visitar varios museos y lugares turísticos bonitos, viajar en esos caóticos trenes subterráneos y autobuses, llenos de monstruos grotezcos, mismos monstruos de las calles, mismos monstruos hijos del mismo tracto digestivo, que desprenden hedores caústicos, monstruos que succionan sangre con la mirada...linda descripción, ¿no?, pero tiene sus cosas rescatables la ciudad de México. De hecho ahora la veo hermosa, mucho más que el resto de las ciudades del interior de la república, será su fauna de humanoides, quien sabe...
Aprovecho ésta escapadita para subir algunas fotos de algunas cosas chidas que vimos por allá. Claro que serían cientos de fotos y no me alcanzarían las tardes de las siguientes semanas para terminar de subirlas. Por dicha razón y por falta de tiempo, subo sólo lo mínimo, pero escencial
Empezamos con algunas fotos del interior de la antigua casa de Frida Khalo. Luego subo más, ya que no quiero saturar computadoras aquí, ni allá.
Fotos del estudio donde solía pintar y hacer manualidades tristes, deprimentes... ¿es que acaso Sufrida Khalo sabía pintar otra cosa?
Detalle de su mesita de trabajo, donde supongo también ha de haber derramado unas cuantas docenas de litros de lágrimas.
Otro detalle de la misma habitación, en donde habría de seguir pintando sus autocompadecientes, sufridos cuadros de si misma.
Y ya, no quiero seguir subiendo fotos de esa casa-museo, que aunque sí estaba bonita, muy bonita, todos las cosas que estaban ahí me hicieron sentirme como papel higiénico de baño público.
Pasamos ahora con unas esculturas chidas que estaban cerca de la antigua facultad de medicina en el centro, en donde está el museo de mariguana medicina prehispánica y el de embriología, el cuál está muy cheeeeeevereeee, ¡yeah!
Les debo el nombre del artista. Había tomado apunte mental, pero pasaron muchas cosas y pasó lo que logicamente habría de pasar: olvidar. El material era como una aliación de bronce con cobre y fibra de vidrio, cosa rara.
Otro rostro angelical macabro. Sacado de esas fantasías surrealistas de blaglalabadatapadamahadafasarawatayauaiapalamanabavaca sasasasasaa, sí sí, ¡que bueno!
Comenzamos con los cráneos de un feto de 14 semanas. Imagino la fascinación de los científicos locos extripando fetos para disecarlos entre carcajadas macabras y relámpagos de fondo, en noches tormentosas.
Otros fetitos con poquitas semanas de formación. Embarazadas, abortadoras crónicas, misóginos, católicos y cristianos: abstenerse de ver las siguientes fotos.
Cráneo de híbrido de humano con depredador.
Éste se ve que de haber completado su ciclo de formación, hubiese sido una amenaza bilógica-terrorista de talla internacional.
♫♪ Everyday im shufflin ♫♪ hehehe...
Un fotogénico crío...eso o lo quisieron inmortalizar disfrutando una buena sacada de mocos, o bueno, quizá tenía sueño, yo que sé.
Un acercamiento...(Creo que éste ya tenía como 7 semanas y media o algo así, debo checar el resto de las fotos)
Woooaaaaoooo... si este museo fuese mío, ya hubiese adornado los frascos con líquidos verdes, electrodos y burbujas ques simulasen que eran fetos experimentales, propios de películas de ciencia ficción de serie-B.
Hasta aquí le dejo por hoy, ya que ya es hora de retirarme y atender a mis invitados como es debido. En otra escapada posteo más de las aventuras en la capital. Hasta pronto, gracias y que sueñen con fetos mitad humano-mitad tarántula, mitad pulpo y mitad ajolote.
Paz.
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