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De Los Fundamentos de la Práctica de la Meditación de Ting Chen
Si haces converger a los rayos del sol usando una lupa, y enfocas el punto resultante de luz sobre una hoja de papel, puedes hacer fácilmente un fuego a través de él. Similarmente, cuando concentras tus pensamientos, eres potenciado de muchas formas. Un Budista laico, Yang Jen San, encontró una vez una copia del Sutra Surangama en una vieja librería. Se sintió muy regocijado. Era justo lo que había estado buscando. Se sentó y leyó y leyó en completa absorción, olvidando lo que lo rodeaba, hasta que alguien lo llamó. Súbitamente se dio cuenta de que ya estaba oscuro y que si quería seguir, debía encender una lámpara. Cosas maravillosas deben suceder en la concentración profunda, porque él había estado leyendo en la oscuridad! Un escritor muy famoso de la Dinastía Sung, Su Dong Pu, recordaba una experiencia similar en la que él estaba tan profundamente absorto pintando un cuadro que ya no era conciente de su persona ni de ninguna otra cosa. Es así, entonces, que cuando una aplicación de todo corazón es dirigida, todo el mundo queda de lado.
Mientras tu concentración se fortalece, tu respiración se hace más lenta y se vuelve sutil; zonas de tensión residual se relajan, quizás después de haber existido allí durante un largo tiempo, y no hay esfuerzo. Una sensación de bienestar y comodidad aparece. La concentración sostenida y relajada de este tipo fácilmente se vuelve meditación. Desplegándose naturalmente, si le es permitido continuar, mejora la salud y la vitalidad de uno, mientras emociones atrofiadas y sus concomitantes físicos dan lugar a la sanación. Los beneficios de mejoría de la salud de la meditación son ahora un tema de investigación, y numerosos médicos lo incluyen en el programa de recuperación de sus pacientes.
La mente de las personas comunes está en la confusión. Ellas son el producto de patrones profundamente arraigados de pensamiento resultante del karma acumulado desde tiempos inmemoriales, así como torturados por la ilusión del yo. Estar iluminado es estar libre de todo eso. La concentración ya reduce las confusiones al limitar la atención de uno a una sola cosa. A través de su práctica, la opinión aparente que tienes sobre tu ilusión del yo y de las cosas deja espacio hasta que hay meditación. Entonces, hay una ausencia de pensamientos y una ausencia de palabras. Entonces, sin la presión ni la fuerza de la ignorancia, toma lugar una muy profunda clase de sanación.
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