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De Cuentos Folklóricos de Laos
de Dr. Wajuppa Tossa y Prasong Saihong
Hace mucho, mucho tiempo, el Cuervo y el Pavo Real eran buenos amigos. Todos los días iban juntos a trabajar o a jugar.
Fue en esos días que tanto el Cuervo como el Pavo Real tenían plumas blancas solamente.
Un día estaban jugando en un campo lleno de flores coloridas y brillantes.
- Mira, amigo Pavo Real. ¿No desearías que tuvieramos colores tan brillantes como esas flores? - preguntó el cuervo.
- Creo que sería fantástico, amigo Cuervo. Estoy cansado de estas simples plumas blancas - contestó el Pavo Real.
El cuervo tuvo una idea.
- ¿Por qué no nos pintamos nosotros? ¡Puedo pintar tus plumas y tú puedes pintar las mías!
El Pavo Real estuvo de acuerdo. Así que al día siguiente el Cuervo comenzó a pintar las plumas del Pavo Real. Usó los colores más hermosos. Le pintó al Pavo Real el pecho y la cabeza con un majestuoso azul. En la cola le pintó los más elaborados diseños. Le hizo grandes puntos de arcoiris que parecían ojos brillantes. El cuervo pasó muchas horas pintando a su amigo. Cuendo por fin el cuervo había terminado de pintar al Pavo Real, éste expandió el abanico de plumas de su cola y comenzó a pavonearse por todos lados. Quería irse y mostrarle a todos sus hermosas plumas.
- Ahora es tu turno de pintarme - dijo el Cuervo
Pero el Pavo Real no quizó desperdiciar su tiempo pintando diseños en el cuervo. Simplemente tomó una vasija con pintura negra y la derramó sobre la cabeza del cuervo.
- Así, listo. Eso debería de bastar.
Y entonces el engreído Pavo Real se fue luciéndo altivamente sus plumas al mundo. Por eso hoy en día el cuervo es completamente negro.
Y aún cuando el Pavo Real es hermoso, está claro que es demasiado orgulloso y sólo ve por si mismo. .
Un día estaban jugando en un campo lleno de flores coloridas y brillantes.
- Mira, amigo Pavo Real. ¿No desearías que tuvieramos colores tan brillantes como esas flores? - preguntó el cuervo.
- Creo que sería fantástico, amigo Cuervo. Estoy cansado de estas simples plumas blancas - contestó el Pavo Real.
El cuervo tuvo una idea.
- ¿Por qué no nos pintamos nosotros? ¡Puedo pintar tus plumas y tú puedes pintar las mías!
El Pavo Real estuvo de acuerdo. Así que al día siguiente el Cuervo comenzó a pintar las plumas del Pavo Real. Usó los colores más hermosos. Le pintó al Pavo Real el pecho y la cabeza con un majestuoso azul. En la cola le pintó los más elaborados diseños. Le hizo grandes puntos de arcoiris que parecían ojos brillantes. El cuervo pasó muchas horas pintando a su amigo. Cuendo por fin el cuervo había terminado de pintar al Pavo Real, éste expandió el abanico de plumas de su cola y comenzó a pavonearse por todos lados. Quería irse y mostrarle a todos sus hermosas plumas.
- Ahora es tu turno de pintarme - dijo el Cuervo
Pero el Pavo Real no quizó desperdiciar su tiempo pintando diseños en el cuervo. Simplemente tomó una vasija con pintura negra y la derramó sobre la cabeza del cuervo.
- Así, listo. Eso debería de bastar.
Y entonces el engreído Pavo Real se fue luciéndo altivamente sus plumas al mundo. Por eso hoy en día el cuervo es completamente negro.
Y aún cuando el Pavo Real es hermoso, está claro que es demasiado orgulloso y sólo ve por si mismo. .
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