.
Iba caminando por la calle un típico viejo judío, así narizón, con rulos, lentecillos de aumento y toda la cosa. Cuando entonces ve cruzar a un chica despampanante, con unas curvas deliciosas, pero sobre todo, los senos más hermosos que había visto en su vida.
Así que el viejecillo corre a acercársele y le dice a la señorita:
- Joven, joven, le ofrezco $100 pesos si me permite morderle una teta
- ¡¿Qué?! Viejo estúpido, ¡¿con quién cree que está tratando imbécil?! ¡Déjeme en paz! - contesta ofendida la mujer.
La chica sigue su camino y el viejo se queda en un poco apenado en silencio, pero a fuerzas quiere conseguir su objetivo, así que no duda un instante en seguir insistiendo, por lo que apura su marcha nuevamente, en dirección a la fémina, la alcanza, y entonces insiste:
- Vamos, por favor, déjeme morderle una teta, y le doy $500 pesos
- ¡Qué no, viejo asqueroso! ¡Ahora, quitese de mi vista o llamo a la policía!
La chica prosigue por la calle, y el viejo raboverde se da la vuelta por una calle paralela a toda prisa, corriendo, y entonces la intercepta en la otra esquina:
- ¡$1,000 pesos!
- ¡¿Qué le dije?! ¡Qué no, y basta, viejo mugroso, largo o gritaré, lo digo en serio!
La encabronada mujer se aleja aún más aprisa para cruzar la calle, y el viejo vuelve a repetir la movida anterior, éste se va por una calle paralela y corre a toda velocidad, para intercerptarla en el siguiente cruce peatonal. Así lo hace y se la vuelve a topar en la intersección.
- ¡$10,000 pesos! - dice todo jarioso y agitado el viejo judío.
- ¡Viejo asquero...! - la mujer entonces, sin terminar la ofensa que estaba a punto de decir, se pone a pensar por un momento - "Vaya, diez mil pesos es una cantidad considerable, con ese dinero podría comprarme ese par de zapatos que me encantaron, el vestido que podría ponerme en la fiesta de esta anoche, y un par de aretes...¿Por qué no? Es solo una mordida, pero este vejete, se ve que ya está para el panteón, los pocos dientes podridos que le quedan se ven bien frágiles, así que no creo que me vaya a doler tanto la cosa, además, nadie tiene porque enterarse de esto y...bueno sí, ya, aceptemos la oferta del viejo " - entonces la chica termina por acceder y le dice:
- Está bien, pero aquí no. Vayamos a ese callejón que está por allá, para que nadie nos vea.
Total, los dos se van a tal callejón, a lo oscurito, la chica se cerciora de que no haya ni un alma cerca y entonces se desabrocha la blusa, dejando lucir sus encantos frente al viejo.
Este se les queda viendo extasiado, sonriente, con brillo en los ojos y una gran cantidad de saliva escurriéndole de la boca. Después se acerca lentamente, exhala en medio de estos y comienza a olfatear el dulce perfume de la mujer. Luego comienza a acariciarle los senos, a besarlos, lamerlos y a mover su cabeza rítimicamente entre el par de jugosas mamas de un lado para otro, tallando y restregando su rostro entre las tetas. Lame los pezones con perdida lasciva y comienza lengüetear las aureolas, luego ya todo excitado, se saca el miembro del pantalón y comienza a agitarselo rápidamente sin despegar ojos, nariz, labios y lengua de toda el área que yace toda ensalivada.
Han pasado como 3 minutos y la mujer con visibles signos de molestia, incomodidad y repugnancia, le recrimina ya encolerizada:
- ¡Bueno, ya fue más que suficiente!, ¡¿Me va a morder la teta o qué?!
- A lo que el viejo judío, cuyo rostro sigue hundido en el pecho de ésta, le contesta:
- No, no. Está muy caro.
Un sacerdote, un imán musulmán y un rabino van caminando por una calle solitaria y ven a un niño.
El sacerdote propone entonces:
- Vamos a violarlo
- Sí - agrega el imán - y después hay que decapitarlo
y el rabino responde
- ¿Y qué le vamos a robar?
Una vez, en el salón de primer año de una escuela primaria, la maestra le dice a los niños:
- Niños, le daré 50 pesos a quien me diga quien fue el hombre más famoso, santo y venerado de la tierra.
Levanta la mano un niño irlandés y dice:
- San Patricio, maestra.
- Nnnnnnop - contesta la maestra - eso es incorrecto
- Yo, yo, yo sé - exclama un niño escocés - Sán Andrés
- Tampoco - dice la profesora
Un niño argentino levanta la mano y dice:
- Sho, sho sé, ché, obviamente que la respuesta es Maradona, ¿Quién más?
- Pues tampoco, es completamente incorrecto
Un niño mexicano levanta la mano y da su respuesta:
- Jesús Malverde
- "Pendejo" - piensa la maestra (eso no le diría, claro) - No, obvio que no
- Ah, entonces es..."La santa muerte" - insiste el niñito mexicano
- Que no, ¡Jamás! y ya basta Juan, mejor guarda silencio
Entonces, una niña levanta la mano y da su respuesta llena de confianza:
- Fue Jesucristo maestra
- ¡Completamente correcto Esther!, toma, aquí tienes tus 50 pesos. Pero vaya, estoy sorprendida de que me dieras esa respuesta, sabiendo que eres judía, jamás lo hubiera imaginado.
- Lo sé - contesta la pequeña - Nosotros creemos en Moisés, pero "negocios son negocios"
- ¿Cuál es la diferencia entre la esposa de un católico y la esposa de un judío?
- La esposa católica tiene orgasmos de verdad y joyería falsa.
- ¿Qué es lo más repugnante que puedes encontrar entre la ropa de un judío?
- Quien la está vistiendo
Tengo un amigo que es medio judío y medio italiano.
Si no puede comprar algo con descuento, lo roba.
Esta un rabino, preocupado por el futuro de su hijo, así que va a ver a su mejor amigo para pedirle consejo:
Pon una biblia en la mesa de la sala de tu casa - le dice su amigo - y junto a esta, pon un billete de $500 pesos y un vaso con whisky. Entonces escóndete en un lugar donde puedas ver todo sin obstáculos, pero que tú no seas visible. Espera a que llegue tu hijo y observa lo que hace. Sí toma la biblia, arrodíllate y agradécele al señor, porque es señal de que será un buen rabino como su padre. Sí toma el billete de $500 - prosigue - bueno...entonces no será un gran rabino como su padre, pero probablemente será un gran hombre de negocios o un banquero acaudalado, pero como quiera, no cantes victoria. Y si no llegase a tomar ni la biblia ni el dinero, pero tomara el vaso con whisky...bueno...no será entonces un gran rabino como su padre, ni un gran hombre de negocios ni banquero, pero disfrutará su vida y será feliz.
Entonces, al día siguiente, el rabino hace lo que su amigo le indicó, y coloca sobre la mesa, una biblia y sobre esta el billete de $500, y un vaso de whisky al lado de estos.
De inmediato se esconde detrás de la cortina y espera a que su hijo llegue a casa.
Su hijo llega y entra finalmente y se dirige a la mesa. Toma el billete de $500 y se lo guarda en el bolsillo. Toma el vaso de whisky y se lo bebe de golpe. Toma la biblia y se la coloca bajo el brazo y se va apresurado hacia arriba por las escaleras.
El rabino se queda temblando, anonadado y entre quedos gemidos casi al borde del llanto expresa:
- Oh Dios...¡Va a ser sacerdote católico!
En una casa de judíos, el padre le dice a su hijo:
- Oye hijo, ve a la casa del truco Jacobo a pedirle un martillo
- Sí papá, ya voy
Llega el niño a la casa del Jacobo y le dice:
- ¡Turco Jacobo, turco Jacobo! mi padre Abraham Sheguensky me dijo que le dijera que si usted me puede prestar el martillo.
A la media hora vuelve el hijo y le dice su padre:
- ¡Papá, Papá! el turco jacobo dice que no nos quiere prestar el martillo porque dice que se gasta.
- ¡Pinche viejo tacaño de mierda! - se queja el padre - está bien, Abrahamcito, ve al garage por el nuestro.
- ¿Cuándo sabe Santa Claus que se encuentra en una casa de judíos?
- Cuando encuentra parquímetros en el techo
Estaban un filipino y un judío norteamericano viajando en el mismo asiento de un tren, en silencio.
De pronto, el judío se levanta y le pega una cachetada al filipino.
- ¡¿Qué te pasa, estás loco?! - reclama el filipino.
- ¡Esto es por Pearl Harbor!- contesta el judío.
- ¡Idiota!¡Los que atacaron Pearl Harbor fueron los japoneses. Yo soy filipino!
- Japonés, chino, koreano, filipino... ¡Para mí todos son iguales!
Al filipino no le quedó otra que aguantarse el golpe y vuelve a acomodarse en su asiento. Cinco minutos después, El filipino se levanta y le mete un tremendo puñetazo en la cara al judío, rompiéndole la narizota.
- ¡Ay, ay, aauuu! ¡¿Qué pasa? ¿Estás loco? - gime adolorido el judío.
- ¡Esto es por el hundimiento del Titanic!
- ¡Pero lo que hundió el Titanic fue un iceberg!
- ¡Bah, Iceberg, Goldberg, Stemberg, Rosenberg... ¡Para mí todos son iguales!
_______________________________________________________________
Se acerca Sara angustiada a decirle a su esposo Jacob:
- ¡Jacob, Jacob! ¡Nuestro hijo acaba de tragarse una moneda!
- No te preocupes, Sara- contesta Jacob - el próximo domingo se lo descontamos de la mensualidad.
- ¿Por qué a los judíos no les gusta el sexo oral?
- Porque es lo más cercano a una cámara de gas
Isaac se encuentra con un amigo de la colectividad y le dice:
- ¡No sabes lo que me paso! ¡Me robaron la tarjeta de crédito!
- ¿Hiciste una denuncia?
- No, el ladrón gasta menos que mi mujer.
Llega Esther a su casa y se dirije enseguida con su esposo Samuel:
- ¡Samuel, empaca tus maletas ya, que me acabo de ganar la lotería!
- ¡Oh que bien Esther! ¡¿Y qué ropa debo empacar, para frío o para calor?! - responde rebozante de alegría Samuel
- Me vale madres - replica Esther - te me largas de la casa antes de medio día, cabrón
_______________________________________________________________
Dos judíos iban en un vuelo a Seattle. Uno de ellos se sentó junto a la ventana, y el otro en el asiento de en medio. Al momento de despegar, un palestino se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos judíos. El palestino se quitó los zapatos, y se disponía a dormir cuando el judío de la ventana dijo:
- Creo que voy a levantarme por una Coca cola
- No hay problema- dijo el palestino - yo se la traigo.
En cuanto fue por la Coca, el judío del lado de la ventana tomó uno de los zapatos del palestino y escupió un gargajo dentro de él. Cuando este volvió con el vaso de CocaCola, el otro judio dijo:
- ¡Vaya, que buena idea! Yo también voy a ir por una.
Nuevamente el palestino se levantó gentilmente por otra Coca, y en cuanto se fue el otro judio tomó el segundo zapato del palestino y escupió dentro de él. El palestino regresó con la Coca-Cola y todos se sentaron por un buen rato sin hablar.
Cuando el avión estaba aterrizando, el palestino se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo:
- ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestros países? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y mear dentro de las Coca-colas?
- ¿Por qué los judíos odian esa mala reputación que tienen?
- Porque la verdad duele
n__n
.
Así que el viejecillo corre a acercársele y le dice a la señorita:
- Joven, joven, le ofrezco $100 pesos si me permite morderle una teta
- ¡¿Qué?! Viejo estúpido, ¡¿con quién cree que está tratando imbécil?! ¡Déjeme en paz! - contesta ofendida la mujer.
La chica sigue su camino y el viejo se queda en un poco apenado en silencio, pero a fuerzas quiere conseguir su objetivo, así que no duda un instante en seguir insistiendo, por lo que apura su marcha nuevamente, en dirección a la fémina, la alcanza, y entonces insiste:
- Vamos, por favor, déjeme morderle una teta, y le doy $500 pesos
- ¡Qué no, viejo asqueroso! ¡Ahora, quitese de mi vista o llamo a la policía!
La chica prosigue por la calle, y el viejo raboverde se da la vuelta por una calle paralela a toda prisa, corriendo, y entonces la intercepta en la otra esquina:
- ¡$1,000 pesos!
- ¡¿Qué le dije?! ¡Qué no, y basta, viejo mugroso, largo o gritaré, lo digo en serio!
La encabronada mujer se aleja aún más aprisa para cruzar la calle, y el viejo vuelve a repetir la movida anterior, éste se va por una calle paralela y corre a toda velocidad, para intercerptarla en el siguiente cruce peatonal. Así lo hace y se la vuelve a topar en la intersección.
- ¡$10,000 pesos! - dice todo jarioso y agitado el viejo judío.
- ¡Viejo asquero...! - la mujer entonces, sin terminar la ofensa que estaba a punto de decir, se pone a pensar por un momento - "Vaya, diez mil pesos es una cantidad considerable, con ese dinero podría comprarme ese par de zapatos que me encantaron, el vestido que podría ponerme en la fiesta de esta anoche, y un par de aretes...¿Por qué no? Es solo una mordida, pero este vejete, se ve que ya está para el panteón, los pocos dientes podridos que le quedan se ven bien frágiles, así que no creo que me vaya a doler tanto la cosa, además, nadie tiene porque enterarse de esto y...bueno sí, ya, aceptemos la oferta del viejo " - entonces la chica termina por acceder y le dice:
- Está bien, pero aquí no. Vayamos a ese callejón que está por allá, para que nadie nos vea.
Total, los dos se van a tal callejón, a lo oscurito, la chica se cerciora de que no haya ni un alma cerca y entonces se desabrocha la blusa, dejando lucir sus encantos frente al viejo.
Este se les queda viendo extasiado, sonriente, con brillo en los ojos y una gran cantidad de saliva escurriéndole de la boca. Después se acerca lentamente, exhala en medio de estos y comienza a olfatear el dulce perfume de la mujer. Luego comienza a acariciarle los senos, a besarlos, lamerlos y a mover su cabeza rítimicamente entre el par de jugosas mamas de un lado para otro, tallando y restregando su rostro entre las tetas. Lame los pezones con perdida lasciva y comienza lengüetear las aureolas, luego ya todo excitado, se saca el miembro del pantalón y comienza a agitarselo rápidamente sin despegar ojos, nariz, labios y lengua de toda el área que yace toda ensalivada.
Han pasado como 3 minutos y la mujer con visibles signos de molestia, incomodidad y repugnancia, le recrimina ya encolerizada:
- ¡Bueno, ya fue más que suficiente!, ¡¿Me va a morder la teta o qué?!
- A lo que el viejo judío, cuyo rostro sigue hundido en el pecho de ésta, le contesta:
- No, no. Está muy caro.
_______________________________________________________________
Un sacerdote, un imán musulmán y un rabino van caminando por una calle solitaria y ven a un niño.
El sacerdote propone entonces:
- Vamos a violarlo
- Sí - agrega el imán - y después hay que decapitarlo
y el rabino responde
- ¿Y qué le vamos a robar?
_______________________________________________________________
Una vez, en el salón de primer año de una escuela primaria, la maestra le dice a los niños:
- Niños, le daré 50 pesos a quien me diga quien fue el hombre más famoso, santo y venerado de la tierra.
Levanta la mano un niño irlandés y dice:
- San Patricio, maestra.
- Nnnnnnop - contesta la maestra - eso es incorrecto
- Yo, yo, yo sé - exclama un niño escocés - Sán Andrés
- Tampoco - dice la profesora
Un niño argentino levanta la mano y dice:
- Sho, sho sé, ché, obviamente que la respuesta es Maradona, ¿Quién más?
- Pues tampoco, es completamente incorrecto
Un niño mexicano levanta la mano y da su respuesta:
- Jesús Malverde
- "Pendejo" - piensa la maestra (eso no le diría, claro) - No, obvio que no
- Ah, entonces es..."La santa muerte" - insiste el niñito mexicano
- Que no, ¡Jamás! y ya basta Juan, mejor guarda silencio
Entonces, una niña levanta la mano y da su respuesta llena de confianza:
- Fue Jesucristo maestra
- ¡Completamente correcto Esther!, toma, aquí tienes tus 50 pesos. Pero vaya, estoy sorprendida de que me dieras esa respuesta, sabiendo que eres judía, jamás lo hubiera imaginado.
- Lo sé - contesta la pequeña - Nosotros creemos en Moisés, pero "negocios son negocios"
_______________________________________________________________
- ¿Cuál es la diferencia entre la esposa de un católico y la esposa de un judío?
- La esposa católica tiene orgasmos de verdad y joyería falsa.
_______________________________________________________________
- ¿Qué es lo más repugnante que puedes encontrar entre la ropa de un judío?
- Quien la está vistiendo
_______________________________________________________________
Tengo un amigo que es medio judío y medio italiano.
Si no puede comprar algo con descuento, lo roba.
_______________________________________________________________
Esta un rabino, preocupado por el futuro de su hijo, así que va a ver a su mejor amigo para pedirle consejo:
Pon una biblia en la mesa de la sala de tu casa - le dice su amigo - y junto a esta, pon un billete de $500 pesos y un vaso con whisky. Entonces escóndete en un lugar donde puedas ver todo sin obstáculos, pero que tú no seas visible. Espera a que llegue tu hijo y observa lo que hace. Sí toma la biblia, arrodíllate y agradécele al señor, porque es señal de que será un buen rabino como su padre. Sí toma el billete de $500 - prosigue - bueno...entonces no será un gran rabino como su padre, pero probablemente será un gran hombre de negocios o un banquero acaudalado, pero como quiera, no cantes victoria. Y si no llegase a tomar ni la biblia ni el dinero, pero tomara el vaso con whisky...bueno...no será entonces un gran rabino como su padre, ni un gran hombre de negocios ni banquero, pero disfrutará su vida y será feliz.
Entonces, al día siguiente, el rabino hace lo que su amigo le indicó, y coloca sobre la mesa, una biblia y sobre esta el billete de $500, y un vaso de whisky al lado de estos.
De inmediato se esconde detrás de la cortina y espera a que su hijo llegue a casa.
Su hijo llega y entra finalmente y se dirige a la mesa. Toma el billete de $500 y se lo guarda en el bolsillo. Toma el vaso de whisky y se lo bebe de golpe. Toma la biblia y se la coloca bajo el brazo y se va apresurado hacia arriba por las escaleras.
El rabino se queda temblando, anonadado y entre quedos gemidos casi al borde del llanto expresa:
- Oh Dios...¡Va a ser sacerdote católico!
_______________________________________________________________
En una casa de judíos, el padre le dice a su hijo:
- Oye hijo, ve a la casa del truco Jacobo a pedirle un martillo
- Sí papá, ya voy
Llega el niño a la casa del Jacobo y le dice:
- ¡Turco Jacobo, turco Jacobo! mi padre Abraham Sheguensky me dijo que le dijera que si usted me puede prestar el martillo.
A la media hora vuelve el hijo y le dice su padre:
- ¡Papá, Papá! el turco jacobo dice que no nos quiere prestar el martillo porque dice que se gasta.
- ¡Pinche viejo tacaño de mierda! - se queja el padre - está bien, Abrahamcito, ve al garage por el nuestro.
_______________________________________________________________
- ¿Cuándo sabe Santa Claus que se encuentra en una casa de judíos?
- Cuando encuentra parquímetros en el techo
_______________________________________________________________
Estaban un filipino y un judío norteamericano viajando en el mismo asiento de un tren, en silencio.
De pronto, el judío se levanta y le pega una cachetada al filipino.
- ¡¿Qué te pasa, estás loco?! - reclama el filipino.
- ¡Esto es por Pearl Harbor!- contesta el judío.
- ¡Idiota!¡Los que atacaron Pearl Harbor fueron los japoneses. Yo soy filipino!
- Japonés, chino, koreano, filipino... ¡Para mí todos son iguales!
Al filipino no le quedó otra que aguantarse el golpe y vuelve a acomodarse en su asiento. Cinco minutos después, El filipino se levanta y le mete un tremendo puñetazo en la cara al judío, rompiéndole la narizota.
- ¡Ay, ay, aauuu! ¡¿Qué pasa? ¿Estás loco? - gime adolorido el judío.
- ¡Esto es por el hundimiento del Titanic!
- ¡Pero lo que hundió el Titanic fue un iceberg!
- ¡Bah, Iceberg, Goldberg, Stemberg, Rosenberg... ¡Para mí todos son iguales!
_______________________________________________________________
Se acerca Sara angustiada a decirle a su esposo Jacob:
- ¡Jacob, Jacob! ¡Nuestro hijo acaba de tragarse una moneda!
- No te preocupes, Sara- contesta Jacob - el próximo domingo se lo descontamos de la mensualidad.
_______________________________________________________________
- ¿Por qué a los judíos no les gusta el sexo oral?
- Porque es lo más cercano a una cámara de gas
_______________________________________________________________
Isaac se encuentra con un amigo de la colectividad y le dice:
- ¡No sabes lo que me paso! ¡Me robaron la tarjeta de crédito!
- ¿Hiciste una denuncia?
- No, el ladrón gasta menos que mi mujer.
_______________________________________________________________
Llega Esther a su casa y se dirije enseguida con su esposo Samuel:
- ¡Samuel, empaca tus maletas ya, que me acabo de ganar la lotería!
- ¡Oh que bien Esther! ¡¿Y qué ropa debo empacar, para frío o para calor?! - responde rebozante de alegría Samuel
- Me vale madres - replica Esther - te me largas de la casa antes de medio día, cabrón
_______________________________________________________________
Dos judíos iban en un vuelo a Seattle. Uno de ellos se sentó junto a la ventana, y el otro en el asiento de en medio. Al momento de despegar, un palestino se sentó en el asiento del pasillo, junto a los dos judíos. El palestino se quitó los zapatos, y se disponía a dormir cuando el judío de la ventana dijo:
- Creo que voy a levantarme por una Coca cola
- No hay problema- dijo el palestino - yo se la traigo.
En cuanto fue por la Coca, el judío del lado de la ventana tomó uno de los zapatos del palestino y escupió un gargajo dentro de él. Cuando este volvió con el vaso de CocaCola, el otro judio dijo:
- ¡Vaya, que buena idea! Yo también voy a ir por una.
Nuevamente el palestino se levantó gentilmente por otra Coca, y en cuanto se fue el otro judio tomó el segundo zapato del palestino y escupió dentro de él. El palestino regresó con la Coca-Cola y todos se sentaron por un buen rato sin hablar.
Cuando el avión estaba aterrizando, el palestino se puso los zapatos y descubrió lo que había pasado. Entonces se puso muy serio y dijo:
- ¿Hasta cuando va a seguir esto? ¿Este celo entre nuestros países? ¿Este odio? ¿Esta animosidad? ¿Este escupir en los zapatos y mear dentro de las Coca-colas?
_______________________________________________________________
- ¿Por qué los judíos odian esa mala reputación que tienen?
- Porque la verdad duele
_______________________________________________________________
Hevenu Shalom Aleichem - Esin Engin
n__n
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario