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A continuación dejo una interesante entrevista que le hizo esta desaparecida revista coatzacoalquense (¿o se dice coatzacoalqueña?) Son del sur promotora de la cultura y la música jarocha a David Haro, hace ya 15 años.
Es bueno y bonito ver que el buen David Haro se ha mantenido hasta nuestros días, fiel a sus principios, su raíces, sus ideas y su forma de ser, evolucionando constantemente y cumpliendo con su firme propósito de ser auténtico.
(Se anexan las páginas de la entrevista en dicha entrevista)
Hace unos meses estuvimos platicando con David Haro sobre el panorama de los compositores mexicanos, a propósito del estancamiento de la música popular producto de la manipulación comercial del monopolio televisivo. Días después de la presente entrevista, en los diarios nacionales se desató una polémica por la inconformidad que existe entre el sector de compositores, debido a los mecanismos del pago de regalías, y de allí partió la conversación.
Existe en nuestro país La Sociedad de Autores y Compositores de México (SAC), que actualmente dirige Roberto Cantoral. Esa sociedad es la que se encarga de cobrar los derechos de ejecución de nuestras obras. Los encargados de algún festival, por ejemplo, deben pasar un reporte de sus actividades. Para ello la sociedad cuenta con delegados por todo el país que supervisan estas presentaciones, cerciorándose si la música que se ejecuta pertenece a a SAC. Yo creo que ellos cobran hasta la música inédita, porque alguien tiene que cobrarla. Estos derechos van a un departamento de obras no identificadas y se hace el monto para luego repartirlas, en conjunto con las identificadas, en un sistema piramidal. Toda la música inédita que toco y canto en cualquier lugar que me presento es cobrada por la sociedad. El sistema piramidal es injusto porque no paga como debiera ser el derecho de los compositores. Si las canciones de un compositor están sonando en los medios, por decreto le debería tocar una cantidad íntegra, con el veinte por ciento de descuento que hace la sociedad al compositor. Pero no, se paga un monto por toda la música, no importa de quien sea la obra.
El sistema piramidal clasifica las canciones en "joyas musicales, clásicas, éxitos, super éxitos..."(Yo estoy hasta abajo). Y así, aunque Eugenia León interprete en un concierto una o dos obras canciones mías y no haya cantado ninguna joya musical, de todos modos el porcentaje mayor se va para la cúspide de la pirámide y eso es injusto, eso no puede ser. Mi propuesta en que se pague el derecho de autor en partes iguales, pagarle a un compositor por la cantidad de ejecuciones que ya ha tenido en un periodo de tiempo. Y entonces ganas con tu trabajo, ganas porque estás vigente.
Entonces aquí si funciona el hecho de hacer fama y echarse a dormir, porque te van a pagar por una clasificación...
Sí, y además, un joven compositor no tiene la oportunidad de hacer una joya musical. Una joya musical es aquella que tiene seis versiones en distintos idiomas. Para ello necesitas estar sonando en radio, en televisión, para que se enteren de que hay una obra a la que se pueden hacer otras versiones. Y eso no existe porque una canción en radio te dura, si es un éxito, tres meses. Todo es borrón y cuenta nueva porque los programadores tienen a la espera cientos de discos y haber quien da la payola más grande, el dinero por debajo del agua para promoverlo. Y por lo regular se buscan las imitaciones, aquel que esté imitando mejor la música gringa o europea. La verdad es que no hay opción y también de eso quiero hablar. En México la radio trabaja con la televisión, con Televisa en concreto, y esta empresa maneja sus intereses, imágenes, música y todo lo que promueva para distraer al público. Si no encajas en eso, la verdad es que no tienes acceso a la radio porque a ella no le interesa promover otro tipo de cosa. Si estás dentro de la cultura, en el campo del arte, eso no les interesa. No hay opción. Entonces la propuesta es crear esa opción, armar una empresa, abrir los espacios a la difusión.
Pues lo veo difícil, a lo mejor solamente con un cambio de sistemas, para que pueda venir una persona y tenga confianza en invertir su dinero. Pero actualmente, un inversionista no se va a poner a producir si no va a tener difusión, si no va a tener promoción. Tiene que haber más espacios para las manifestaciones artísticas. Tendría que haber dado eso para invertir recursos.
En una ocasión hicimos el intento de promover la trova en México. No es que éste tipo de música no se conozca, lo que pasa es que los patrocinadores no estaban interesados en eso
porque querían la seguridad de donde se iba a promover, en que medios.
Por poner un ejemplo, a brandy Presidente no le interesa promover su producto para un mínimo de personas. Y, para colmo, a la gente no que está en el medio artístico no le interesa comprar Pesidente porque toman otra cosa, porque ingerir eso es destruirte vilmente. En fin, debiera ser de otra manera. El productor no piensa invertir en algo que pudiera ser un fracaso.
Tácitamente tengo trece años de no grabar mi música. Y no es que no me entusiasme la idea de grabar. Claro que me interesa la idea de grabar un disco. de dejar impreso todo eso que ha gustado a un público. Pero ese público no tiene el servicio empresarial para obtener un disco mío y yo no tengo la capacidad de producirlo, pagar un estudio de grabación, músicos y todo lo que eso implica.
Así que yo estoy limitado nada más a hacer mis canciones y, si acaso, ofrecerlas a un público en un concierto. Además, la obra musical te exige tiempo, espacio, madurez, y eso ya es bastante para además tener la capacidad de producir un disco de esa naturaleza. Una obra que va a quedar impresa e exige desarrollarla al máximo, tener bien claro lo que vas a hacer, porque al quedar impreso va a ser definitivo.
Tengo amigos que tienen estudio de grabación y están dispuestos a prestármelo. Si viene un chavo a grabar un comercial pues me quitan, me dicen que me espere tantito.
¿Pero se da el caso que en el mercado hay mucho material grabado?
Sí. Por ejemplo, hay trovadores que viven en el anonimato total pero hacen sus producciones y en sus conciertos venden el producto, y esa es una forma de promoverse, difundirse y de vivir. Especies de micro-empresas con material casero que te dejan dos pesos. Si la intención es hacerlo para tener un público y llenar un auditorio, de esa forma nunca lo vas a lograr.
En nuestro país tenemos un sistema de empresarios musicales que se han hecho vendiendo chatarra, cuanta fregadera, empresarios que no les interesa el arte ni la cultura ni nada, que al ser dueños de una televisión, por ejemplo, tienen marginado a un público, sometido a escuchar lo que ellos venden.
Como el caso de los proyectos musicales como Menudo, Los Fantasmas del Caribe, que primero diseñan el concepto y luego fabrican al artista...
Sí, conceptos desechables les llamamos nosotros. Sí, artistas que después de una promoción venden miles de discos que luego van a dar a la basura. No es un producto que se les pueda dar continuidad, porque a las empresas no les interesa eso, como el canal de las estrellas y que al final resulta que la estrella es el canal porque los cantantes nada más desfilan, porque más que estrellas son meteoritos que rápidamente desaparecen, no tienen vigencia pero eso no interesa.
¿Hacía donde crees que lleve el esfuerzo que tú haces dentro de la música?
Ha sido un trabajo de depuración, hacerlo más puro posible. Es como filtrar el agua y quitarle todo aquello que nos pueda hacer daño. Hay que beber lo puro, lo que pueda aprovechar el organismo. Ese es el deseo de depurar mi trabajo, de no ponerle basura, lo que pueda contaminarlo. A ese nivel se quiere llegar hasta ver donde evoluciona. Tiene que haber una evolución, la música no se puede quedar estática.
Siempre he buscado los mecanismos para romper con las formas y para ello es necesario conocer las formas desde dentro, las formas tradicionales de la canción, aunque finalmente estoy convencido de que no se pueden romper, porque existe en una muy suya de ser. Lo único que se ha hecho es madurar ese concepto. Y dentro de cada forma hay un universo infinito y puedes jugar mucho con la canción y puedes proponer muchas cosas. Creo que mi producto ha sido bastante elaborado y he llegado más allá de la propuesta que parto. Si te fijaste, estoy trabajando el bolero porque también quiero proponer nuevos elementos dentro de eso; estoy tensando más el hilo, y estoy proponiendo otros como necesidad, buscando la manera de como explicarme esa forma y al hacerlo rompes porque vas tensando más y va evolucionando. Pero finalmente sigue siendo la misma canción, el mismo bolero, el mismo medio de expresión. El ejemplo más sencillo es el mismo hombre que al ir evolucionando ha sufrido la caída del pelo porque se han fusionado raza, mezclas, en donde el pelo no es necesario. Y no lo miremos como una condicionante para que no pueda aparecer en un aparador, que Televisa no pueda proyectar a los pelones porque son muy feos, por ejemplo. No, porque sigue siendo el mismo hombre aunque ya fusionado. Lo mismo en la canción. Puede haber caída de la nota pero es la misma canción que ha absorbido fusiones que han influido para que sea una nueva propuesta no menos interesante que la anterior. La anterior ha servido para proyectar, como un informe del pasado. Por eso es muy importante tener historia y me refiero a la tradición de mi pueblo.
He tenido la necesidad de partir de un origen. Veracruz influye mucho en mi composición. No sólo su música sino también en la actitud, en la forma de ser. Tú sabes que en mis presentaciones no hay esa formalidad común del medio artístico sino algo más espontáneo, lo que ocurra. Y eso corresponde a la forma de ser de mi pueblo. No puedo llegar con tanta solemnidad a un concierto porque sería el primero en mentirme. Eso es lo que se trata de romper. Inconscientemente vas llevando a cabo una forma, vas buscando dar a la gente lo que sea necesario. Yo creo que uno se propone depurar una imagen y sin embargo los espectadores quieren conocerte, hay quienes quieren filmarte. Y finalmente es una aportación porque a los demás les interesa conocer una forma de vida, la vida como la vemos allá en el sur de Veracruz, en donde al cruzarte por su camino aquel te saluda y en tres patadas te cuenta su historia. Son muy abiertos. La idea es esa, si algún me propuse algo es ser auténtico, ser honesto, no estar fuera de contexto. A mi no me interesa ser una personalidad como las que inventa la televisión, sino expresar lo que soy en mis canciones y eso sale a relucir sin más. Lo que quiero es que mis composiciones sean productos que tengan continuidad, depurarlas para que sean representativas y puedan ir a un evento, a un encuentro abrasivo una música representativa de otros lugares, otros países: que pueda identificar, como cuando decimos que esa música es europea, brasileña y ésa jarocha, veracruzana.
Quienes están haciendo el movimiento de "son jarocho" dicen que los sones no tienen propietarios, que el son está en una constante evolución, en una constante recomposición en la medida que se asimila. No existe esa noción de la propiedad intelectual, la necesidad de acudir ante los derechos de autor para registrarla.
Pues que no se entere Televisa de que eso está funcionando en provincia y se quiera adueñar de un patrimonio del pueblo. Creo que eso se debe manejar con mucho cuidado, no como una propiedad sino como un patrimonio de nuestro pueblo. Y así debe de crecer, así debe de aportar y generar divisas. Lo que quiere el turismo es conocer la forma de vida de un pueblo y ahí está bastante dicha en sus trovadores.
Si se tiene que lucrar con esa música debe ser para un bien común, apoyarla, darle todo el espacio que se merece y entenderla como un conocimiento para ver su significado, la luz de un camino, las huellas de una cultura.
Eso es muy importante y no puede desaparecer. Quienes manejan la cultura tienen a fuerza que apoyar el movimiento del son jarocho pero normalmente no lo hacen porque no les interesa tener informado, apoyar y darle continuidad a una expresión del pueblo. Lo que interesa es desconcatenar a la sociedad y por eso tienen a desaparecer todas esas cuestiones, la cultura de nuestro pueblo, la cultura indígena, todo eso. Hay que desaparecer a esas familias porque les hemos quitado sus costumbres, sus tierras, y no sea que vayan a protestar, hay que callarlos, hay que acosarlos...
Pero existe una resistencia a éste tipo de políticas...
Sí, una lucha de resistencia. Yo creo que la cultura es lo más importante y a la gente se le tiene que proporcionar lo que necesite, lo que le de consistencia. ¿Cómo se le va a dar de comer hamburguesas a nuestros pueblos indígenas y a nuestro pueblo en general, cuando su forma cultural de vía es consumir, hacer tortillas? ¿Acaso no pasaron miles de años buscando la manera de domesticar una planta y cultivarla para lograr su sustento, para integrarla su alimentación básica? ¿Por qué aceptar cambiar su forma particular de comer en afán de intereses económicos de otro país? Eso es falta de ética, es inmoral.
Pero se nos dice que la modernidad es lo actual, el éxito del día...
Creo que hemos escuchado barrabasadas en la televisión que ya nos tienen hasta la coronilla, en donde ves un cantante rodeado masivamente de personas que no han tenido otra alternativa, porque han sido acarreados por un medio de comunicación, llegándose a decir que un cantante masivo es un cantante popular y eso no es cierto. Se han tergiversado los términos, los significados y las cosas. Será un cantante popularizado por los medios que conducen a escuchar a Yuri, a Luis Miguel...
Que por cierto son veracruzanos.
Pero veracruzanos acarreados, de los que se han dejado acarrear. Y eso no es estar actualizado. La actualidad es la evolución, hasta dónde ha llegado el arte de un país. Poder observarlo como un proceso bastante lógico, continuado. Poder decir que la canción ha llegado a un nivel, un parámetro, poder decir que un determinado artista ha llegado a tener una imagen bastante clara de sus orígenes, que es representativo, que nos representa en cualquier lado. Lo actual obedece a un pasado, a un proceso de desarrollo continuado, que debe ser impreso, que debe quedar ahí, en informes, en libros, etc., para que los demás pueblos del mundo nos conozcan, vean como somos nosotros.
Realmente creo que al gringo no le interesa salir de su país y venir a México, sino venir a conocer los pequeños países que coexisten en nuestra nación. Pero si se le parte el queso al país porque el vecino quiere vender su forma de vida aquí dentro, pues entonces ya se chingó el asunto. Quienes permiten que eso acontezca son personas que no piensan lo que estamos perdiendo porque lo único que les interesa es el dinero inmediato, en la bolsa. Es bastante claro que eso pasa en nuestro país, por eso está desapareciendo la cultura de nuestros pueblos.
Es bueno y bonito ver que el buen David Haro se ha mantenido hasta nuestros días, fiel a sus principios, su raíces, sus ideas y su forma de ser, evolucionando constantemente y cumpliendo con su firme propósito de ser auténtico.
(Se anexan las páginas de la entrevista en dicha entrevista)
Hace unos meses estuvimos platicando con David Haro sobre el panorama de los compositores mexicanos, a propósito del estancamiento de la música popular producto de la manipulación comercial del monopolio televisivo. Días después de la presente entrevista, en los diarios nacionales se desató una polémica por la inconformidad que existe entre el sector de compositores, debido a los mecanismos del pago de regalías, y de allí partió la conversación.
Existe en nuestro país La Sociedad de Autores y Compositores de México (SAC), que actualmente dirige Roberto Cantoral. Esa sociedad es la que se encarga de cobrar los derechos de ejecución de nuestras obras. Los encargados de algún festival, por ejemplo, deben pasar un reporte de sus actividades. Para ello la sociedad cuenta con delegados por todo el país que supervisan estas presentaciones, cerciorándose si la música que se ejecuta pertenece a a SAC. Yo creo que ellos cobran hasta la música inédita, porque alguien tiene que cobrarla. Estos derechos van a un departamento de obras no identificadas y se hace el monto para luego repartirlas, en conjunto con las identificadas, en un sistema piramidal. Toda la música inédita que toco y canto en cualquier lugar que me presento es cobrada por la sociedad. El sistema piramidal es injusto porque no paga como debiera ser el derecho de los compositores. Si las canciones de un compositor están sonando en los medios, por decreto le debería tocar una cantidad íntegra, con el veinte por ciento de descuento que hace la sociedad al compositor. Pero no, se paga un monto por toda la música, no importa de quien sea la obra.
El sistema piramidal clasifica las canciones en "joyas musicales, clásicas, éxitos, super éxitos..."(Yo estoy hasta abajo). Y así, aunque Eugenia León interprete en un concierto una o dos obras canciones mías y no haya cantado ninguna joya musical, de todos modos el porcentaje mayor se va para la cúspide de la pirámide y eso es injusto, eso no puede ser. Mi propuesta en que se pague el derecho de autor en partes iguales, pagarle a un compositor por la cantidad de ejecuciones que ya ha tenido en un periodo de tiempo. Y entonces ganas con tu trabajo, ganas porque estás vigente.
Entonces aquí si funciona el hecho de hacer fama y echarse a dormir, porque te van a pagar por una clasificación...
Sí, y además, un joven compositor no tiene la oportunidad de hacer una joya musical. Una joya musical es aquella que tiene seis versiones en distintos idiomas. Para ello necesitas estar sonando en radio, en televisión, para que se enteren de que hay una obra a la que se pueden hacer otras versiones. Y eso no existe porque una canción en radio te dura, si es un éxito, tres meses. Todo es borrón y cuenta nueva porque los programadores tienen a la espera cientos de discos y haber quien da la payola más grande, el dinero por debajo del agua para promoverlo. Y por lo regular se buscan las imitaciones, aquel que esté imitando mejor la música gringa o europea. La verdad es que no hay opción y también de eso quiero hablar. En México la radio trabaja con la televisión, con Televisa en concreto, y esta empresa maneja sus intereses, imágenes, música y todo lo que promueva para distraer al público. Si no encajas en eso, la verdad es que no tienes acceso a la radio porque a ella no le interesa promover otro tipo de cosa. Si estás dentro de la cultura, en el campo del arte, eso no les interesa. No hay opción. Entonces la propuesta es crear esa opción, armar una empresa, abrir los espacios a la difusión.
¿Y de dónde va a venir esa opción?
Pues lo veo difícil, a lo mejor solamente con un cambio de sistemas, para que pueda venir una persona y tenga confianza en invertir su dinero. Pero actualmente, un inversionista no se va a poner a producir si no va a tener difusión, si no va a tener promoción. Tiene que haber más espacios para las manifestaciones artísticas. Tendría que haber dado eso para invertir recursos.
En una ocasión hicimos el intento de promover la trova en México. No es que éste tipo de música no se conozca, lo que pasa es que los patrocinadores no estaban interesados en eso
porque querían la seguridad de donde se iba a promover, en que medios.
Por poner un ejemplo, a brandy Presidente no le interesa promover su producto para un mínimo de personas. Y, para colmo, a la gente no que está en el medio artístico no le interesa comprar Pesidente porque toman otra cosa, porque ingerir eso es destruirte vilmente. En fin, debiera ser de otra manera. El productor no piensa invertir en algo que pudiera ser un fracaso.
Tácitamente tengo trece años de no grabar mi música. Y no es que no me entusiasme la idea de grabar. Claro que me interesa la idea de grabar un disco. de dejar impreso todo eso que ha gustado a un público. Pero ese público no tiene el servicio empresarial para obtener un disco mío y yo no tengo la capacidad de producirlo, pagar un estudio de grabación, músicos y todo lo que eso implica.
Así que yo estoy limitado nada más a hacer mis canciones y, si acaso, ofrecerlas a un público en un concierto. Además, la obra musical te exige tiempo, espacio, madurez, y eso ya es bastante para además tener la capacidad de producir un disco de esa naturaleza. Una obra que va a quedar impresa e exige desarrollarla al máximo, tener bien claro lo que vas a hacer, porque al quedar impreso va a ser definitivo.
Tengo amigos que tienen estudio de grabación y están dispuestos a prestármelo. Si viene un chavo a grabar un comercial pues me quitan, me dicen que me espere tantito.
¿Pero se da el caso que en el mercado hay mucho material grabado?
Sí. Por ejemplo, hay trovadores que viven en el anonimato total pero hacen sus producciones y en sus conciertos venden el producto, y esa es una forma de promoverse, difundirse y de vivir. Especies de micro-empresas con material casero que te dejan dos pesos. Si la intención es hacerlo para tener un público y llenar un auditorio, de esa forma nunca lo vas a lograr.
En nuestro país tenemos un sistema de empresarios musicales que se han hecho vendiendo chatarra, cuanta fregadera, empresarios que no les interesa el arte ni la cultura ni nada, que al ser dueños de una televisión, por ejemplo, tienen marginado a un público, sometido a escuchar lo que ellos venden.
Como el caso de los proyectos musicales como Menudo, Los Fantasmas del Caribe, que primero diseñan el concepto y luego fabrican al artista...
Sí, conceptos desechables les llamamos nosotros. Sí, artistas que después de una promoción venden miles de discos que luego van a dar a la basura. No es un producto que se les pueda dar continuidad, porque a las empresas no les interesa eso, como el canal de las estrellas y que al final resulta que la estrella es el canal porque los cantantes nada más desfilan, porque más que estrellas son meteoritos que rápidamente desaparecen, no tienen vigencia pero eso no interesa.
¿Hacía donde crees que lleve el esfuerzo que tú haces dentro de la música?
Ha sido un trabajo de depuración, hacerlo más puro posible. Es como filtrar el agua y quitarle todo aquello que nos pueda hacer daño. Hay que beber lo puro, lo que pueda aprovechar el organismo. Ese es el deseo de depurar mi trabajo, de no ponerle basura, lo que pueda contaminarlo. A ese nivel se quiere llegar hasta ver donde evoluciona. Tiene que haber una evolución, la música no se puede quedar estática.
Siempre he buscado los mecanismos para romper con las formas y para ello es necesario conocer las formas desde dentro, las formas tradicionales de la canción, aunque finalmente estoy convencido de que no se pueden romper, porque existe en una muy suya de ser. Lo único que se ha hecho es madurar ese concepto. Y dentro de cada forma hay un universo infinito y puedes jugar mucho con la canción y puedes proponer muchas cosas. Creo que mi producto ha sido bastante elaborado y he llegado más allá de la propuesta que parto. Si te fijaste, estoy trabajando el bolero porque también quiero proponer nuevos elementos dentro de eso; estoy tensando más el hilo, y estoy proponiendo otros como necesidad, buscando la manera de como explicarme esa forma y al hacerlo rompes porque vas tensando más y va evolucionando. Pero finalmente sigue siendo la misma canción, el mismo bolero, el mismo medio de expresión. El ejemplo más sencillo es el mismo hombre que al ir evolucionando ha sufrido la caída del pelo porque se han fusionado raza, mezclas, en donde el pelo no es necesario. Y no lo miremos como una condicionante para que no pueda aparecer en un aparador, que Televisa no pueda proyectar a los pelones porque son muy feos, por ejemplo. No, porque sigue siendo el mismo hombre aunque ya fusionado. Lo mismo en la canción. Puede haber caída de la nota pero es la misma canción que ha absorbido fusiones que han influido para que sea una nueva propuesta no menos interesante que la anterior. La anterior ha servido para proyectar, como un informe del pasado. Por eso es muy importante tener historia y me refiero a la tradición de mi pueblo.
He tenido la necesidad de partir de un origen. Veracruz influye mucho en mi composición. No sólo su música sino también en la actitud, en la forma de ser. Tú sabes que en mis presentaciones no hay esa formalidad común del medio artístico sino algo más espontáneo, lo que ocurra. Y eso corresponde a la forma de ser de mi pueblo. No puedo llegar con tanta solemnidad a un concierto porque sería el primero en mentirme. Eso es lo que se trata de romper. Inconscientemente vas llevando a cabo una forma, vas buscando dar a la gente lo que sea necesario. Yo creo que uno se propone depurar una imagen y sin embargo los espectadores quieren conocerte, hay quienes quieren filmarte. Y finalmente es una aportación porque a los demás les interesa conocer una forma de vida, la vida como la vemos allá en el sur de Veracruz, en donde al cruzarte por su camino aquel te saluda y en tres patadas te cuenta su historia. Son muy abiertos. La idea es esa, si algún me propuse algo es ser auténtico, ser honesto, no estar fuera de contexto. A mi no me interesa ser una personalidad como las que inventa la televisión, sino expresar lo que soy en mis canciones y eso sale a relucir sin más. Lo que quiero es que mis composiciones sean productos que tengan continuidad, depurarlas para que sean representativas y puedan ir a un evento, a un encuentro abrasivo una música representativa de otros lugares, otros países: que pueda identificar, como cuando decimos que esa música es europea, brasileña y ésa jarocha, veracruzana.
Quienes están haciendo el movimiento de "son jarocho" dicen que los sones no tienen propietarios, que el son está en una constante evolución, en una constante recomposición en la medida que se asimila. No existe esa noción de la propiedad intelectual, la necesidad de acudir ante los derechos de autor para registrarla.
Pues que no se entere Televisa de que eso está funcionando en provincia y se quiera adueñar de un patrimonio del pueblo. Creo que eso se debe manejar con mucho cuidado, no como una propiedad sino como un patrimonio de nuestro pueblo. Y así debe de crecer, así debe de aportar y generar divisas. Lo que quiere el turismo es conocer la forma de vida de un pueblo y ahí está bastante dicha en sus trovadores.
Si se tiene que lucrar con esa música debe ser para un bien común, apoyarla, darle todo el espacio que se merece y entenderla como un conocimiento para ver su significado, la luz de un camino, las huellas de una cultura.
Eso es muy importante y no puede desaparecer. Quienes manejan la cultura tienen a fuerza que apoyar el movimiento del son jarocho pero normalmente no lo hacen porque no les interesa tener informado, apoyar y darle continuidad a una expresión del pueblo. Lo que interesa es desconcatenar a la sociedad y por eso tienen a desaparecer todas esas cuestiones, la cultura de nuestro pueblo, la cultura indígena, todo eso. Hay que desaparecer a esas familias porque les hemos quitado sus costumbres, sus tierras, y no sea que vayan a protestar, hay que callarlos, hay que acosarlos...
Pero existe una resistencia a éste tipo de políticas...
Sí, una lucha de resistencia. Yo creo que la cultura es lo más importante y a la gente se le tiene que proporcionar lo que necesite, lo que le de consistencia. ¿Cómo se le va a dar de comer hamburguesas a nuestros pueblos indígenas y a nuestro pueblo en general, cuando su forma cultural de vía es consumir, hacer tortillas? ¿Acaso no pasaron miles de años buscando la manera de domesticar una planta y cultivarla para lograr su sustento, para integrarla su alimentación básica? ¿Por qué aceptar cambiar su forma particular de comer en afán de intereses económicos de otro país? Eso es falta de ética, es inmoral.
Pero se nos dice que la modernidad es lo actual, el éxito del día...
Creo que hemos escuchado barrabasadas en la televisión que ya nos tienen hasta la coronilla, en donde ves un cantante rodeado masivamente de personas que no han tenido otra alternativa, porque han sido acarreados por un medio de comunicación, llegándose a decir que un cantante masivo es un cantante popular y eso no es cierto. Se han tergiversado los términos, los significados y las cosas. Será un cantante popularizado por los medios que conducen a escuchar a Yuri, a Luis Miguel...
Que por cierto son veracruzanos.
Pero veracruzanos acarreados, de los que se han dejado acarrear. Y eso no es estar actualizado. La actualidad es la evolución, hasta dónde ha llegado el arte de un país. Poder observarlo como un proceso bastante lógico, continuado. Poder decir que la canción ha llegado a un nivel, un parámetro, poder decir que un determinado artista ha llegado a tener una imagen bastante clara de sus orígenes, que es representativo, que nos representa en cualquier lado. Lo actual obedece a un pasado, a un proceso de desarrollo continuado, que debe ser impreso, que debe quedar ahí, en informes, en libros, etc., para que los demás pueblos del mundo nos conozcan, vean como somos nosotros.
Realmente creo que al gringo no le interesa salir de su país y venir a México, sino venir a conocer los pequeños países que coexisten en nuestra nación. Pero si se le parte el queso al país porque el vecino quiere vender su forma de vida aquí dentro, pues entonces ya se chingó el asunto. Quienes permiten que eso acontezca son personas que no piensan lo que estamos perdiendo porque lo único que les interesa es el dinero inmediato, en la bolsa. Es bastante claro que eso pasa en nuestro país, por eso está desapareciendo la cultura de nuestros pueblos.
Para escuchar algunas de las obras de este gran artista, click aquí.
Para conocer más de su vida y obra, pues googleando encontrarán mucho más.
Gracias y hasta prontos =).
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Gracias y hasta prontos =).
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