lunes, 8 de diciembre de 2014

La imaginación realiza lo que crea

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De Las Paradojas de la Alta Ciencia
de Eliphas Levi
Capítulo 6: Paradoja VI.- La imaginación realiza lo que crea


¡VER! ¡ La magia más grande en el universo! Es a ella quien hace al rendimiento de memoria su fruto, que realiza de antemano lo posible, y hasta inventa la imposible. A sus milagros no costados nada. Transporta las casas y las montañas en el aire, las ballenas de lugares en el cielo, y las estrellas en mar, les da el paraíso a los comedores de hachish o de opio, reinos de dádivas embriaga, y hacer el baile de Perette con alegría bajo el cubo de leche. Tal es imaginación.
 
Está en la imaginación que debemos a la poesía y a los sueños; es a ella quien adorna fábulas y símbolos sobre los velos de los grandes misterios. Compone las historias para los niños, y las leyendas para los campesinos. Hace a los dioses de trueno y exterminio de los ángeles para aparecer sobre las colinas, y las damas y las vírgenes inmaculadas cerca de las fuentes. Hace las previsiones que sean adaptadas a los hechos, o reinterpretadas cuando no son realizadas. Es el consuelo de la esperanza y cómplice de la desesperación. Dora la aureola de los santos, y broncea los cuernos del diablo. cura y mata, salva de esto y condena a otros, es casta como virgen o impura como Mesalina. Crea el entusiasmo y lo aumenta así, casi más allá de los límites de lo posible, el imperio de la voluntad. Crea una creencia en la felicidad y la da, a condición de que el sueño perdure.

La imaginación es el objeto cristalino de nuestro espíritu. Refracta los rayos de luz de nuestros pensamientos y magnifica las imágenes de todas nuestras percepciones. El alcance de nuestra visión por muy pequeña que sea como para ver correctamente en este mundo estrecho debíamos ver cosas más grandes que en especie.
 
La gente, exentas de imaginación, jamás realizan cualquier cosa grande, porque todo aparece en ellas en proporciones medias. El astrónomo contempla el universo e imagina el infinito; el creyente contempla la naturaleza e imagina a Dios. En la verdad, la imaginación es pensada más grande que. La Ciencia es rebasada por la fe, y sin fe la ciencia permanecería incierta.

¿Cuál es álgebra de la imaginación de las matemáticas puras, y que es la Kábala pero es el álgebra de las ideas? La imaginación de los Cabalistas convirtió la filosofía en la Ciencia exacta conectando otra vez las ideas a los números; la Ciencia de las analogías es completamente la Ciencia de la imaginación, y las grandes naciones son pero montón de los aficionados fríos, que imaginan el poderoso la gloria.

Las imaginaciones colectivas realizan los resultados del microscopio solar. Los héroes, en particular, se desarrollan más grandes después de sus muertes, y las ficciones que la opinión levantan sobre los pedestales soberbios las majestades elevadas de la historia. ¿Quién jamás conocerá la medida exacta de Alejandro el grande, o Napoleón I? Marat y Napoleón eran dos pequeños hombres, enérgicos y ambiciosos de la fama; el deseó liberar al mundo que el otro se propuso esclavizar; el primero deseando un arroyo de sangre, el otro le hizo ríos de sangre, y entonces nos legó dos invasiones, el reinado de su sobrino, y catástrofes abrumadores; el es abominado, adorado el otro; para uno el cadalso, 1 para el otro la boveda y la columna triunfal, y los dos son las exageraciones - la de la infamia, la otra de la gloria.

Es porque Marat, más desinteresados y más sinceros al corazón que Napoleón Primero, era solamente un Tribuno chillón haciendo furor, mientras que Napoleón era un hombre de genio, es decir un déspota de la imaginación humana. Es porque a la poesía de las naciones le gustan mas los crímenes espléndidos que virtudes medias, porque la máscara de Marat es una mueca que levantaría la risa si no evoca el horror, mientras que la figura de Napoleón es una majestad que se impone el culto del porvenir. Son razones concluyentes.

Si la imaginación encuentra un verdadero punto de apoyo, es la palanca de Arquímedes; sin verdadera base, es solamente un palo sobre el cual los imbéciles suben.

Contando con hipótesis científicas y razonables, Cristóbal Colón imaginó América, se atrevió a colocarla a lo lejos para descubrirle, y para fundarle. Cuando se conoce y cuando quiere, debemos tener el poder de osar.


La imaginación es la fuerza creadora. Dios es la imaginación de la naturaleza. Ella tiene sueños y sus pesadillas, pero éstas no impiden que sus Ecos sean gloriosos. Los arquitectos de la edad Media esbozaron su contorno en sus catedrales magníficas donde los picos recortados, el saliente y el ornamento florido sirven ponen en evidencia las líneas puras ojivas y la tranquilidad de los santos. Estos grandes artistas habían adivinado el enigma de bien y de mal; comprendieron la luz y sus sombras.
 
Es la imaginación que obra milagros; por un acto de la imaginación de niños causan que hay que levantar algunas iglesias de la tierra, y para sacudir a las poblaciones enteras; ser testigo del peregrinar de Lourdes y de la Salette. Por imaginación Josué detuvo el sol, y derribo las paredes de Jericó al ruido de sus trompetas; por imaginación el pan está bien a Dios, y el vino del cáliz es convertido en sangre inmortal, y no profesamos para decir, como puede ser bien imaginado, lo que no es también; pero es, mientras que lo imaginamos, según la palabra y sobre la fe de Jesús el Cristo.

La imaginación cura al enfermo y hace la fortuna de los médicos célebres; crea la homeopatía de lo que tantos creyentes bien se curan: hace a las mesas hablar, y dicta los medios de evocación, el estrépito de pelar, las páginas de la materia instruida y de la ignorancia más bruta, a las oraciones y a las maldiciones. Le da cuernos a Moisés, y en el engaño de los maridos, haciendo al primero parecerse al diablo, y los últimos o los toros furiosos o pacientes y los dulces bueyes amanerados. Amplía la sabiduría, exagera la locura, exige demasiado a la verdad, devuelve parecerle de falsedadverídica; al mismo tiempo no es falso para la imaginación; ¿ acaso todos lo que se considera verdadero como poesía, y es la poesía que jamás puede decirnos falsedades?

Es que lo que inventa crea, y es que es lo creado existe. Imaginar la verdad es adivinar, pero adivinar es ejercer la fuerza divina. En el latín se llaman al hombre que adivina, divinus, el es decir al hombre divino, y el poeta es el vate llamado, es decir, el profeta.

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