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Según el confiabilísimo internet y sus confiabílismas páginas de dudosas fuentes, me encontré con que las interpretaciones habituales de soñar con arañas significan enredos y situaciones problemáticas, dependiendo de si los arácnidos son pequeños e inofensivos o grandotes y por ende con más autoconfianza para atacarnos.
Bien, sí, sí, creo estar de acuerdo con que soñar con arañas pudiera en contextos financieros jugar un papel de complots, trampas y traiciones. Tiene su lógica.
También, según estas páginas, si se sueña que uno las mata, la deducción indica que uno triunfará por encima de esos problemas.
Si en el sueño uno es mordido por estas criaturas, es indicio de posible infidelidad por parte de la pareja y cosas así.
Por otro lado, soñar con tarántulas (cosas que son más intimidantes y ciertamente aflojadoras de esfínteres) pudiera denotar que se tienen perspectivas distorsionadas acerca de la salud y el placer, así como tristes y dramáticas decepciones amorosas.
No obstante, creo que no todos estos significados se pueden aplicar como regla general.
Habría que hacer un minucioso análisis de la persona que tiene estos sueños y las implicaciones que tienen y han tenido los arácnidos en la vida de los soñadores.
Hay que tomar en cuenta desde la edad, sexo, profesión, estudios, la impresión que tiene uno de las arañas y sus especies, y sobre todo y lo más importante, las experiencias vividas alrededor de ellas. Es decir, de ser posible, tratar de llegar a la primera vez que se tuvo contacto con estos seres, si fue en vivo y en directo, si fue a través de una película, serie, documental, caricatura, etcétera. Incluso tratar de hacer una regresión hasta el primer sueño o "pesadilla" relacionada con los artrópodos.
Por ejemplo, y aunque no me gusta hacerlo, habré de comentar la interpretación que tengo acerca de estos sueños recurrentes que me atormentan, y el porqué de este terror y fascinación que tengo por ellas.
La primer memoria impresionante que tuve fue mientras desarrollaba mi capacidad del habla, esto es, tendría unos 3 años de edad, cuando en casa de un primo que obviamente era mucho mayor que yo, vi una pecera en la que había una tarántula grande y peluda aguardando hambrienta por recibir a su víctima: una pobre, indefensa y desesperada cucaracha que corría para todos lados como loca sin poder escapar mientras que la tarántula esperaba paciente en posición de inminente ataque certero, hasta que sucedió lo inevitable. La cucaracha dio un paso en falso y fue atrapada entre las mandíbulas de imponente, acojonante tarántula
negra...
Fue ahí donde tuve contacto visual directo tanto con la tarántula como con la cucaracha, y a pesar de que estos animales no tienen músculos faciales que puedan sugerir emociones evidentes, pude percibir el horror de la cucaracha mientras era triturada entre crujientes mordeduras de la enorme tarántula que saciaba su apetito succionando la esencia de la infeliz.
Con esta primer experiencia tuve suficiente para quedarme traumado de por vida. Luego, vi ocasionalmente algunas otras arañas en caricaturas de Disney (también con actitudes un tanto abusivas y mamilas)
Pero la incipiente problemática psicológica no comenzaría a agudizarse sino hasta la primer pesadilla que recuerdo haber tenido, a los tiernos 5 añitos, cuando la imaginación se encuentra al rojo vivo.
Desperté en mi cama exaltado por haber visto en el tétrico escenario onírico una gran araña con muchos ojos verdes, fosforescentes (este elemento debido con gran probabilidad por haber visto películas de terror sobre muertos vivientes y monstruos que no eran arácnidos) que se acercaba hacía, sabiéndose dominante y conocedora del territorio donde habría de engullir a su pobre víctima, o séase yo.También, según estas páginas, si se sueña que uno las mata, la deducción indica que uno triunfará por encima de esos problemas.
Si en el sueño uno es mordido por estas criaturas, es indicio de posible infidelidad por parte de la pareja y cosas así.
Por otro lado, soñar con tarántulas (cosas que son más intimidantes y ciertamente aflojadoras de esfínteres) pudiera denotar que se tienen perspectivas distorsionadas acerca de la salud y el placer, así como tristes y dramáticas decepciones amorosas.
No obstante, creo que no todos estos significados se pueden aplicar como regla general.
Habría que hacer un minucioso análisis de la persona que tiene estos sueños y las implicaciones que tienen y han tenido los arácnidos en la vida de los soñadores.
Hay que tomar en cuenta desde la edad, sexo, profesión, estudios, la impresión que tiene uno de las arañas y sus especies, y sobre todo y lo más importante, las experiencias vividas alrededor de ellas. Es decir, de ser posible, tratar de llegar a la primera vez que se tuvo contacto con estos seres, si fue en vivo y en directo, si fue a través de una película, serie, documental, caricatura, etcétera. Incluso tratar de hacer una regresión hasta el primer sueño o "pesadilla" relacionada con los artrópodos.
Por ejemplo, y aunque no me gusta hacerlo, habré de comentar la interpretación que tengo acerca de estos sueños recurrentes que me atormentan, y el porqué de este terror y fascinación que tengo por ellas.
La primer memoria impresionante que tuve fue mientras desarrollaba mi capacidad del habla, esto es, tendría unos 3 años de edad, cuando en casa de un primo que obviamente era mucho mayor que yo, vi una pecera en la que había una tarántula grande y peluda aguardando hambrienta por recibir a su víctima: una pobre, indefensa y desesperada cucaracha que corría para todos lados como loca sin poder escapar mientras que la tarántula esperaba paciente en posición de inminente ataque certero, hasta que sucedió lo inevitable. La cucaracha dio un paso en falso y fue atrapada entre las mandíbulas de imponente, acojonante tarántula
negra...
Fue ahí donde tuve contacto visual directo tanto con la tarántula como con la cucaracha, y a pesar de que estos animales no tienen músculos faciales que puedan sugerir emociones evidentes, pude percibir el horror de la cucaracha mientras era triturada entre crujientes mordeduras de la enorme tarántula que saciaba su apetito succionando la esencia de la infeliz.
Con esta primer experiencia tuve suficiente para quedarme traumado de por vida. Luego, vi ocasionalmente algunas otras arañas en caricaturas de Disney (también con actitudes un tanto abusivas y mamilas)
Pero la incipiente problemática psicológica no comenzaría a agudizarse sino hasta la primer pesadilla que recuerdo haber tenido, a los tiernos 5 añitos, cuando la imaginación se encuentra al rojo vivo.
La cosa no acabó ahí, inmediatamente al despertar, vi a esa misma araña en el mundo real, desde la parte superior de la televisión, con sus ojos clavados sobre mi, para segundos después lanzarse frenética sobre mi rostro.
No grité porque se me fue la voz, y de hecho me sentí propiamente dicho, cucaracha. Esto fue, evidentemente, una alucinación, mi primera alucinación.
No lo conté a nadie, ni a mis padres ya que lo consideraba un hecho incuestionable, algo que se encontraba normal dentro del rango de acciones que suceden en la vida que apenas comienza.
Paso otro año y ya tenía muy bien reconocido que eran los arácnidos y plena consciencia de la variedad de especies animales y vegetales. Ya reconocía a las inofensivas arañas patonas que había en algunos rincones de la casa, y hasta creo que les tenía cierta simpatía, sobre todo porque "dejaban" que les vertiera mis "experimentos y fórmulas químicas" sobre ellas (los cuales consistían - en mis fantasías infantiles - en agua colorada con pincelines)
Otro año y luego vino una película sobre una tarántula gigante que me rentaron y luego vino aracnofobia, la película y ¡oh Dios! en aquél entonces, en los años de descubrimientos, sentí más bien un interés fascinante en lugar de un terror insondable por tales cosas. Fue en ese año específico de 1994 que, entre mis diversiones de recreo eran ir a capturar junto con otro amigo, la infinidad de arañas que habían debajo de las mesitas y bancas de la escuela...
Inconscientes totalmente del peligro, lejos de estar preocupados, estábamos fascinados por los vivos y coloridos diseños de las arañas que caían en nuestros frascos que cerrábamos descuidadamente.
Yep, se trataban de las escalofriantes Latrodectus mactans o viudas negras...uy uy uuuuyyy...
Aquí una de las responsables del dolor abdominal más insoportable y de erecciones involuntarias, jéh.La Viuda Negra.
De hecho, ahora que lo pienso, sin querer-queriendo llegamos a salvar algunas vidas inocentes de traumas inolvidables. Pero bien, estas cosas apenas platicarlas, proseguiré con la elipsis.
Me olvidé por completo del asunto, ya que me distraje en otras actividades más divertidas con otros amigos y compañeros.
Fue hasta mediados del cuarto grado que volví al tema, ya que re-descubrí entonces el fascinante mundo de los reptiles, ofidios y anfibios en esos paisajes desérticos de Cadereyta Nuevo Léon.
Mi fascinación declinó más bien por los reptiles y de ahí en adelante mis encuentros con los arácnidos fueron más bien esporádicos, pero muy intensos.
Leía libros ilustrados sobre insectos, mamíferos, reptiles y demás, pero de todos los seres vivos, ninguno me intrigaba más que las arañas.
Me resultaban seres muy...muy oscuros, muy demoníacos, muy crueles, muy-muchas cosas que luego me ponía a imaginar en la desesperación que sentían los pobrecitos bichitos que caían en sus redes o en sus cuevas.
Luego vino la película ESO (It, de Stephen King) y con ella en la segunda parte, la imagen de la araña nuevamente. Caramba...
La verdadera apariencia del payaso Eso
Fue hasta que inició la secundaria que ya en forma, tomé plena consciencia del doloroso peligro de las toxinas de estas.Fui testigo de como un niño de mi edad fue mordido en el muslo por una tarántula que él estaba toreando y fregando constantemente, hasta que ésta dio un salto preciso desde el tronco del árbol dónde ésta estaba siendo molestada. No se diga más, el pobre niño dio de alaridos y literalmente chilló como un cerdo mientras está siendo
brutalmente ejecutado al estilo mexicano.
En ese punto de esta historia, decidí que dentro de esas laaaaargas actividades de sano esparcimiento infantil (o puberto ya) retomaría la de andar buscando bichos en el monte, encontrándome así
con varios alacranes, arañas patonas e incluso en dos ocasiones, encontré dos ejemplares de la temible, imponente y agresiva Loxosceles laeta o Araña Reclusa Parda...¡Horror!
Otra de las arañas con una de las más mortíferas e indescriptiblemente dolorosa de las mordeduras, La temible Araña reclusa.
Para aquél entonces ya estaba consciente de las indicaciones e historias acerca de sus mordeduras y los épicos desgarres psicológicos que conllevaban estos fatale encuentros.
Mi padre también me comentó por aquellos días de dos casos de pacientes que llegaban a la sala de urgencias del hospital y que eran trasladados de emergencia por el terrible e insoportable dolor debido a las mordeduras de la viuda negra. Recuerdo en especial uno en la que me platicó de un pobre campesino que llegó con una mordedura de viuda negra en los testículos...y antes de que imaginen cualquier cosa, esto fue porque el infeliz se sentó en una letrina donde debido a tal ofensiva acción del hombre, la araña se sintió agredida y pues...paso lo que pasó.
En fin, todas estas imágenes e historias de la imaginería se desarrollaban y se acumulaban en mi cerebro y ¡ah! sí, ¿que qué hacía con todas esas arañas que capturaba?...
Bueno, las de la primaria no recuerdo mucho, pero las que ya agarraba en mi etapa de secundaria, algunas las metía en un contenedor más grande y las hacía pelear
contra otras especies de arañas. Después de que morían en batalla, las conservaba en un gran fasco con formol.
Posteriormente, dejé de lado todo eso de andar buscando y recolectando bichos en el monte y me conformaba con leer libros de entomología y de insectos.
Cambiando así mi gran trauma de los arácnidos por el de los parásitos llegándome a traumatizar el hecho de que vivimos rodeados por trillones de infinitillones de bichos microscópicos
que libran batalla contra nuestros sistemas inmunológicos día a día. Pero ese es mole de otro pollo...o como se diga. Otra historia pues. Otra tela de otra araña, jéh.
Y hablando de pollos y plumíferos, ¿No es ésta araña come-pájaros motivo suficiente para provocarnos preocupación y un miedo irracional paralizante? Hoy comen pájaros y roedores, mañana humanos...
Bueno y ya para llegar a lo que quería llegar.
Todos estos factores en resumidas cuentas afectaron los mecanismos que dispararían hasta ahora los sueños recurrentes en donde tengo encuentros muy cercanos con arañas y tarántulas que me atacan sin motivo aparente, sólo por el placer de atacarme y verme miado de miedo, aunque sea en sueños.
Hasta hace unos meses y hasta la fecha, las arañas y las tarántulas se volvieron en las protagonistas estelares de mis pesadillas, y cada vez es más frecuente, por lo cual no me ha quedado de otra más que pseudopsicoanalizarme y llegar al meollo del asunto.
He tenido desde sueños normales en donde estas criaturas del mal me persiguen, otras donde tejen sobre mi, otras donde caigo en sus redes, otra y la más traumática
del mes de junio del presente año, donde habían "tarántulas voladoras" sí, y eso había sido el más cabrón infortunio onírico que había tenido la desdicha de experimentar. Luego, en lo que fue Octubre, se agudizaron estos sueños y ya fui mordido por una tarántula en mi brazo, ya fui rodeado por cientos, miles de arañas, viudas negras, arañas lobo y arañas violinistas y reclusas y ya fui testigo de una lluvia de tarántulas...en fin...casi todas las variantes posibles...
Hasta que, hace apenas una semana, tuve una pesadilla en donde me encontraba en la estepa, era de noche y podía ver casi toda la galaxia entera en el cielo...
No había nada más que hierba siendo mecida por el viento nocturno. Ahí, había una tarántula gigante, como del tamaño de un elefante, y pude ver sus ocho ojos reflejando ese cielo estrellado, con su mirada fija en mi (mientras esto escribo se me acelera el ritmo cardíaco tanto como cuando lo viví ahí en el sueño) y por primera vez, la tarantulota habló:
- ¿Por qué me tienes miedo? ¿Por qué huyes de mi?
- ¡¿Por qué?! ¡Vaya pregunta! ¡Eres una tarántula! ¡¿Mejor dicho ¿por qué me persigues, qué quieres de mi?!
- Comerte
- ¡Y luego no quieres que te tenga miedo! ¡¿Pero para qué?! - le pregunté angustiado, mientras trataba de vislumbrar algún árbol o piedra, refugio, bunker o cualquier fregadera que pudiese rescatarme, consciente de que cualquier movimiento en falso y la tarantulota saltaría sobre mi y me haría crujir entre sus mandíbulas.
- Para tenerte dentro de mi
- ¿Pero por qué? - insistí - ¿Qué hay dentro de ti? ¿qué ganarías con comerme?
- Para que entres al infinito
- ¡¿El infinito?! No es verdad, voy a perder la consciencia y ya no voy a existir
- Vamos a ser uno sólo y ya no tendrás que preocuparte por morir, serás eterno
- Pero me va a doler
- Tiene que doler...
Y ya, ahí desperté, y afortunadamente sin ataques, pero si, fue una experiencia terrible ver semejante animalón sugiriendo ser comida.
Entonces, luego de andar buscando las razones de dicho sueño, caí en cuenta de que se trataba de muchos factores, tales como:
1.- Que Kine, a sabiendas de mi fobia/fascinación por las tarántulas me dijo que se compraría una tarántula de rodillas rojas. Por lo cuál me negué rotundamente, pero luego dijo que me compraría como regalo de navidad una enorme tarántula de peluche a la cuál abrazar por las noches, y muchas otras broma crueles (aunque divertidas para ella).
2.- Que había estado viendo arañas últimamente y hasta había estado teniendo sesiones fotográficas con algunas de ellas. Aquí dos de las fotos de ese día en la playa (sí, aquí en Tampico es más fácil encontrar arañas en el mar ♪♫):
Aquí intentando ser discreto, cauteloso, a sabiendas de que a las arañas no les gusta en el ojo de la cámara...
Aquí la arácnida percátandose de mi imprudencia, dirigíendose encabritada hacia mi rostro para que se me quite lo metiche

3.- Que había estado soñando y retroalimentando esos sueños con imágenes de tarántulas mediante expresiones pseudopoéticas y pseudo-artísticas.
Días antes había dibujado al Monster-coño, o Coño tarantulezco, para molestar a cierto amigo que tiene aversión por las vaginas haha.
El susodicho Coñotaranulezco devorador de hombres
4.- Que por motivos de mi próxima partida y todo el impacto emocional que eso siempre representa en mi, mis pensamientos mórbidos se intensifican y me pongo muy sensible, fatalista, estresado y retrospectivo, pero lo que más, me hace recordatorio constante de que soy mortal y que en algún momento determinado por el azar habré de entregarme tal y como la tarántula lo mencionó...al infinito, a lo desconocido, a la noche...
No te resistas, acepta tu destino, déjate engullir por la existencia...
Pero oops...ya escribí mucho y tengo que salir así que continuaré en el próximo post, ahora sí con las interpretaciones y significado, desde el punto de vista psicológico, esotérico, sexual y surrealista, así como sus posibles vías para afrontarlos y superarlos, en caso de que ocasionen trastornos importantes.
Bueno, ya, saludos =P
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