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He aquí dos fotos de un bonito Tlacuachito (Zarigüeya). Lo encontramos hace unos días en casa de un amigo, un poco asustado y confundido. Luego de tranquilizarlo, lo puse entre las manos y lo comencé a acariciar, noté como su ritmo cardíaco y sus temblores comenzaron a disminuir rápidamente.
Le ofrecímos un poco de fruta pero no quizo en ese momento, probablemente sólo quería estar en un lugar menos ajetreado, más natural, así que nos dirijimos hacia un lote baldío para liberarlo.
En el trayecto, pasaban gente en automóviles y motocicletas. Con cada violento "rúm" de los demonios motorizados, el pobrecito marsupial se alteraba de inmediato, se retraía espantado y su corazón volvía a palpitar con rapidez. Se le acarició y se le habló con modulaciones suaves de voz, diciéndole que estubiera tranquilo, que nada le iba a pasar. Y como si entendiera, el pequeñín logró destensarse un poco. Ya al llegar al pequeño "refugio" urbano, lo soltamos y siguio su camino con toda calma, no sin antes detenerse como pensando "¿Qué carajos acaba de pasar? ¿Un humano me tomó entre sus manos, me acarició totalmente compasivo, sin miedo y sin reacciones violentas...?" (Sí, en la región se les suele perseguir y matar, tristemente)
Luego fuimos a una tienda cercana, compramos comida chatarra para acompañar unas películas serie-b de finales de los ochenta y principios de los noventa. Al salir de la tienda, vimos que había llegado al lugar donde habíamos dejado al tlacuchito (o rabipelao), un gato, que miraba fijamente hacia algún lugar de entre las hierbas. Probablemente ya lo habría visto y esperaba el momento oportuno para atacar. Corrimos al gato - obviamente con modos suaves - diciéndole que si había visto al tlacuache, éste no era su comida, que se fuera a otro lugar. Y así lo hizo. El felino se fue a tirar aullando debajo de una camioneta, esperando que la providencia lo complaciera con alguna lluvia de atún o de salmón (he de decir que los gatos de Tampico son así de comodones).
En el camino de regreso a mi casa me quedé pensando, deseando que le vaya bien al tlacuachito, que tenga suerte y tenga una vida próspera, si bien no exenta de riesgos, que fuesen los mínimos. Ya que aquí y en muchas partes del país y del mundo, las zarigüeyas son vistas con malos ojos y la reacción irracional, injustificada e inmediata de muchos es matarlos. Por no contar los peligros de encontrarse con otros animales que podrían llegar a atacarlos.
Los tlacuaches no son agresivos, ni atacan por atacar, a menos claro, que fuese una hembra preñada, en riesgo de muerte y previamente atacada (como la gran mayoría de las hembras de todas las especies). Pero por lo demás, son animalitos muy tiernos, inofensivos con los cuales se puede llegar a entablar una bonita amistad. Jehe, sí, suena a muy de cuentos infantiles mamilas, pero es así.Además de que pueden llegar a deshacerse de otros bichos realmente noscivos para las plantas de tu casa y/o jardín y hasta para la salud tuya y de tu familia, ayudan a mantener el equilibrio ecológico.
Los tlacuaches no son agresivos, ni atacan por atacar, a menos claro, que fuese una hembra preñada, en riesgo de muerte y previamente atacada (como la gran mayoría de las hembras de todas las especies). Pero por lo demás, son animalitos muy tiernos, inofensivos con los cuales se puede llegar a entablar una bonita amistad. Jehe, sí, suena a muy de cuentos infantiles mamilas, pero es así.Además de que pueden llegar a deshacerse de otros bichos realmente noscivos para las plantas de tu casa y/o jardín y hasta para la salud tuya y de tu familia, ayudan a mantener el equilibrio ecológico.
En fin, para la próxima de encontrarme otro tlacuachito en dificultades, no lo pensaré dos veces y me lo traeré a la casa para atenderlo y posteriormente liberarlo en algún otro lugar, lejos de la maldad y agresiones de los parasitarios humanos.
Si Usted se encuentra con uno de estos nobles y beneficiosos seres, por favor, muéstrele respeto, sea amable y no trate de asustarlo, ni tampoco se asuste, y mucho menos, vaya a atacarlo. En verdad, la vida de las zarigüeyas es en sí ya dura, y aún así, se las arreglan para coexistir pacíficamente en un mundo de incomprensión y amenazas.
Por último, dejo un enlace con mucha información útil sobre los tlacuaches, que dicho sea de paso, la página y la organización misma cumplen con una muy honorable labor, conscientizando a la población sobre la importancia de estos seres, y sobre el cuidado en general del medio amiente.
http://adayambientalista.blogspot.mx/p/la-zarigueya.html
Hasta pronto y larga y próspera vida para las zarigüeyas =D.
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3 comentarios:
Larga vida a las zarigüeyas y un abrazo enorme para tí.
Din
Muchas gracias, Dinorah =D.
¡Que así sea! (Y a todo esto ¿hzay zarigüeyas allá en Cataluña? XD.
Un abrazo también para ti, y próximas pláticas en persona, con más calma y más tiempo. =).
Buenas vibras para ti y para todos allá en tu casa encantada, siempre.
Hasta prontos.
Pues creo que no hay zarigüeyas por Catalunya. Lo cierto es que no lo tengo del todo claro: sé que abundan en América, pero por aquí... Nadie me ha hablado de ellas. Claro que por allá tampoco -sólo tú-.
Si me entero de algo acerca de zarigüeyitas catalanas, te lo haré saber.
Abrazo marsupial para usted y los suyos.
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