lunes, 22 de abril de 2013

El Libro Almohada (El sueño de Avena)

De Las mejores leyendas Taoístas de Lieh - Tzu, Chuang - Tzu y otros

En el año sexto del reinado de Kai Yuan (719 d. C.), un taoísta estaba viajando y se detuvo a descansar en una posada al costado del camino. Después de sacarse el sombrero, intentó dormir usando su bolso como almohada. Al cabo de un rato, un joven llamado Lu Sheng entró en la posada. Vestía un saco corto y cabalgaba un asno. Comenzó a charlar con Lu el taoísta y se hicieron amigos rápidamente. Entonces, Lu miró su saco viejo y gastado y suspiró: "¡Un verdadero hombre debería lograr algo en el mundo, en vez de vivir en tal decrepitud!". El taoísta le dijo: "Por lo que puedo ver, usted no tiene ni dolor ni enfermedad. Los dos estábamos hablando de muchas cosas placenteras. ¿Por qué está repentinamente tan melancólico?"

Lu Shen dijo: "Estoy meramente viviendo. Ni siquiera me he aproximado a alcanzar mis sueños".

El taoísta contestó: "Si esto no es suficiente para usted, ¿qué necesita para estar contento?"

 Lu Sheng respondió: "En la vida, un verdadero hombre de cultura debería realizar muchas cosas y alcanzar mucho honor. Debería por lo menos llegar a ser un general o un Primer ministro. Debería comer las delicadezas del mundo, escuchar las más maravillosas músicas y mirar la danza de mujeres hermosas. No debería estar satisfecho hasta ser capaz de llevar riqueza y poder a su familia. En cuanto a mí, he puesto mucho esfuerzo en mis estudios y he aprendido muchas cosas. Pensé que la erudición podría proporcionarme riqueza y honor, pero ahora ya estoy en mi mejor edad y aún debo trabajar en el campo y vivir del sudor de mi esfuerzo. ¿No es esto razón suficiente para estar melancólico?". Cerró los ojos fatigadamente y se preparó para dormir.

Para entonces, el posadero estaba cocinando avena en la cocina. El taoísta sacó una almohada de su bolso y se la dio a Lu Sheng. "¿Por qué no duerme sobre esta almohada? Yo le prometo riqueza y fama tal como la desea".

Era una almohada hecha de porcelana azul. De cada lado de la almohada había un pequeño agujero. Cuando Lu Sheng apoyó su cabeza sobre ella, el tamaño del agujero comenzó a agrandarse. Lu Sheng se levantó, caminó dentro del agujero y se encontró de vuelta en su propia casa. Después de unos meses, se casó con la hija del poderoso clan Tsui. Su esposa era hermosa. A causa del monto de la dote, se volvió rico. Y debido a la influencia de su familia política, su  prestigio creció gradualmente.

Al año siguiente, pasó los exámenes del nivel más alto para el servicio civil. Se elevó con rapidez a la jerarquía del gobierno. Después de tres años, llegó a ser prefecto de Shanchou. Utilizando sus habilidades, hizo un canal que trajo mucho comercio a la prefectura. La gente estuvo muy agradecida y le hicieron un monumento. Luego fue asignado a la gran ciudad de Kaifeng como procurador, más tarde ascendido nuevamente como intendente de la capital imperial.

En ese tiempo, el emperador se estaba concentrando en expandir el territorio del imperio. Entonces, los tibetanos atacaron y ocuparon una ciudad de frontera. El emperador consideró muchos candidatos para la incipiente guerra con Tíbet. Decidió elegir a Lu Sheng como comandante general para el teatro de operaciones de Hoshi. Lu Sheng luchó contra los tibetanos y los derrotó. Entonces construyó tres grandes fortalezas para proteger la frontera del imperio. La gente de la frontera estuvo muy agradecida por la paz, y se erigió otro monumento en su honor.

Cuando retornó a la capital, el emperador acumuló honores y títulos sobre él. Lo convirtió en Ministro de Documentos y Ministro del Servicio Civil, así como Censor en jefe; su prestigio no tenía igual y el pueblo lo amaba. Pero el Primer Ministro estaba celoso de su poder y esparció rumores maliciosos. Lu Sheng fue degradado al rango de administrador local.

Al cabo de tres años, el emperador lo llamó de regreso y lo hizo Ministro de Rituales. Luego llegó a ser Primer Ministro Auxiliar. Gobernó el imperio en conjunto con el Primer Ministro Hsiao Sung y con Pei Kuang-ting; el emperador confiaba en él, implícitamente. Su consejo era sabio y muchos admiraban su sabiduría. El otro Primer Ministro lo odiaba. Nuevamente esparcieron rumores y proporcionaron evidencia de su intención de rebelarse contra el emperador. Éste dio orden de que lo arrestaran. Cuando los soldados fueron a buscarlo a su casa, para llevar a cabo la orden, Lu Sheng se atemorizó mucho. Le dijo a su esposa: "En mi hogar tengo cincuenta acres de buena tierra. Eso es más que suficiente para una buena vida. ¿Por qué tuve que meterme en política? ¡Ahora, aunque sueñe con vestir una chaqueta corta de algodón y cabalgar un burro para ir a trabajar, sé que nunca podré alcanzar ese sueño!"

Desenvainó su espada y se preparó para suicidarse, pero su esposa le arrebató la espada. Después de que lo arrestaron, todos los que habían estado involucrados con él fueron ejecutados. Pudo escapar con vida tan sólo porque los sirvientes del emperador hablaron bien de él. Fue exiliado a una prefectura muy lejana.

Transcurridos muchos años, el emperador descubrió que lo habían engañado. Lo llamó de vuelta a la corte y lo designó Primer Ministro. También obtuvo el título de Duque de Yen.

A lo largo de los años nacieron cinco hijos. Todos ellos llegaron a ser grandes oficiales de la corte. Tuvo diez nietos. Ejerció poder en la corte imperial durante cincuenta años, aunque sufrió el exilio dos veces. Dispuso de más concubinas hermosas de las que pudo contar. Escuchó música ejecutada por los mejores músicos del imperio. El emperador almacenó sobre él regalos de valor inestimable, incluyendo tierras, mansiones, caballos de pura sangre y cosas así.

Ya de viejo, intentó renunciar y volver a su tierra natal, pero el emperador se rehusó. Cuando enfermó, el emperador envió muchos eunucos para que cuidaran de su salud y los mejores médicos para que atendieran. Para agradecerle al emperador escribió:

"Yo era simplemente un pobre estudioso, en la provincia de Shantung. Vivía de trabajar la tierra. Cuando Su Majestad generosamente me vistió, llegué a ser un oficial del Imperio. Mediante el aliento de Su Majestad, me convertí en general fuera del Imperio y en sirviente civil dentro del mismo. Estoy endeudado con Su Majestad por muchos, muchos años. Cuando advierto cuánto carezco de talento y sabiduría, siento como si hubiera estado caminando sobre hielo fino. Ahora que he ocupado el más alto de los cargos y alcanzado la edad de ochenta años, me doy cuenta de que ya no puedo pagar mi deuda con Su Majestad. Tan sólo puedo hacer Kowtow (muestra de respeto, en la que se toca el sueño con la frente) en su presencia".

El emperador respondió a su carta así:

"Usted utilizó su talento y conocimiento para servirme. Fuera del Imperio venció a mis enemigos. Dentro del mismo, puso a la corte en buen orden. Nos ha dado más de veinte años de paz. Cuando oí hablar de su enfermedad, pensé que era solamente un pequeño malestar. Ahora advierto lo seria que es. Cuídese mucho por mí. Espero que mejore pronto".

Esa noche, Lu Sheng murió.

Entonces Lu Sheng despertó y bostezó. Miró alrededor. Aún estaba en la posada del costado del camino. El posadero todavía cocinaba la avena. Su sueño había sido tan breve que la avena aún no estaba lista. Murmuró para sí mismo: "¿Fue todo un sueño?"

El taoísta dijo: "¿Alcanzaste tu sueño? Eso es todo lo que hay"

Lu Sheng respondió: "He probado la grandeza y el ser degradado, la destitución y la riqueza, la vida y la muerte. ¿No me está enseñando usted que yo ya no debería añorar el poder y la riqueza? ¿Cómo puedo no aprender esta lección?". Le hizo una reverencia al taoísta y partió.

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Este cuento clásico muestra la importancia de ser consciente de lo efímero de la vida y no dejarse atrapar por los sueños y proyectos personales sino prestar atención a la práctica del Tao. Esto no significa no tener proyectos ni ambiciones. Significa no ser su esclavo ni sufrir como consecuencia de ellas. Luego de todas las grandes obras llevadas a cabo en la vida, hemos de abandonar este mundo. Si las circunstancias se presentan favorables, debemos aprovechar la oportunidad de hacer algo por los demás, pero tratar de provocar afanosamente estas circunstancias...


Es interesante advertir que se dice que el inmortal Lü Tongpin decidió abrazar el camino de la Inmortalidad, después de una experiencia similar a la de esta historia.
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