domingo, 21 de octubre de 2012

¡Las propiedades super-poderosas del ajo!

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La primera vez que escuché acerca de las maravillosas propiedades del ajo, fue de la mitómana boca de nuestra maestra de matemáticas del segundo grado en la secundaria. Digo mitómana porque ciertamente la señora - que además de tener un rostro que inspiraba temor y locura - siempre nos contaba cosas que luego contradecía, negaba o cambiaba la versión de los hechos. Muy bipolar la señora esa, que de seguro hoy en día ha de estar viviendo tranquilamente en alguna casa abndonada en el bosque junto a una centena y media de gatos, haciendo rituales de adoración a su imágen reflejada en las múltiples disfracciones del enorme espejo roto en su dormitorio, en donde seguramente ha de seguir durmiendo junto a los cadáveres (huesos ya) de sus progenitores muertos...

Uy, pero no me habré de desviar del tema principal, que es el mágico y maraviloso ajo.
Decía que la primera vez que escuché de las propiedades del ajo fue de esta señora que hacía sentir escalofríos y jaquecas con el poder de su presencia. Decía ella que el tomar un diente de ajo todas las mañanas revitalizaba y que aumentaba tus capacidades mentales. Nos la recomendaba ampliamente, ya que nos veía medio faltos de energía en su clase (¿Por qué sería?, digo, las matemáticas emocionan a los niños tanto como estar en Disneylandia tras haber ingerido medio kilo de azúcar).
 
En aquél entonces sus palabras me sonaron muy convincentes, y mi cerebro - que tenía la maravillosa capacidad de la ubicuidad - lo interpretó como "sí, el ajo te volverá más fuerte, más rápido, serás tan fuerte como Gokú después de haber bebido el Agua Ultra-sagrada". Ni tarde ni perezoso esa misma tarde decidí experimentarlo y así fue durante dos semanas, bebiéndome un diente de ajo todos los días (cortado en dos-tres rodajitas y pasado con ayuda de un vaso con agua). Pero en aquél entonces, siendo un puberto enérgico, no sentí efecto alguno, y las continuas distracciones de irse a jugar alegremente todo el día con los amigos en esa tierra de ensueño que era Cadereyta, me hicieron que me olvidara por completo de su ingesta.
No fue sino hasta hace apenas un año, que mientras me ponía a leer sobre las diferentes culturaas ancestrales orientales que recordé las palabras de la Doña, y en un intento de volver a querer sentir esas poderosas energías juveniles, la fuerza, el poder, volví a intentarlo. Aunque tal cosa "sólo" duró 40 días, y he de decir que si fue en ayunas, además de que estaba manteníendo una dieta casi-vegetariana (sólo comía carnes de pezcados). Y... no sentí los efectos, quizás por el estado anímico en que me encontraba en esos días (Me encontraba radicando temporalmente en el estado de Veracruz. Oséase: Entre homínidos nehandertales).

Pero ahora, luego de un año de eso, decidí volver a intentar la cosa ¡Y ahora va en serio! tengo un mes ingiriendo un diente de ajo, uno en las mañanas y otro por las noches... bueno, la verdad es que son muchos dientes de ajo, 4, 5, 6, no lo sé, así como no sé (pero puedo suponer) porque ahora si siento los poderosos efectos del ajo. Ahora sí puedo sentir plenamente sus propiedades casi divinas. ¿Cuáles? Pues estas:

1) No me he enfermado de nada, pese a estar expuesto a cambios bruscos de temperatura.
 
2) Siento el vigor, el poder del ajo corriendo por las venas, sobre todo cuando voy a entrenar por las tardes
 
3) Ciertamente también influye en el vigor sexual, creo que una dosis inmoderada de ajo ha de igual de potente que el viagra o una picadura de "viuda negra"
 
4) Regula el termostato interno. Ahora puedo estar en una habitación con aire acondicionado a 18 grados y siento como mi calorcito corporal entra en acción, teniéndo el mismo efecto que estar cobijado por sábanas.
 
5) No hay dolores de cabeza, pese a dormir pocas horas todos los días

En cuanto a esto último, hay un descubrimiento reciente.
Hace 4 noches, tenía un tremendo dolor de cabeza, debido a los desgastantes esfuerzos cerebrales producto de unos proyectos que me están exigiendo usar el cerebro y la concentración por horas.

Bueno, el caso es que ya eran las doce de la noche y tras haber ingerido previamente dos dientes de ajo, 10 minutos antes, sentí la necesidad de beberme un vaso de leche (cosa rara, ya que leche tomo sólo acompañada de chocolate o café) y así lo hice, me bebí un vaso de leche y tras volver a la habitación... sentí como el dolor de cabeza desapaecía entre cosquilleos de descongestión. ¡Wow! ¡Era genial! Sentía estrellitas mágicas acabando con los diminutos yihadistas de la salud que estaban bombardeando mi corteza cerebral.
Sin saber explicarme lo ocurrido decidí investigar "tantito" aquí en internet, y de los cientos de miles de páginas con exactamente la misma información copiada y pegada, encontré un video de youtube en donde un reconocido nutriólogo recomiendan esa receta para aliviar el dolor de cabeza:  1 o 2 dientes de ajo + un vaso de leche. ¡Y vaya que funciona! ¡Adios al paracetamol y al ácido acetilsalicílico!
Por eso de aquí hasta el resto de mis días (si es que antes no me hago inmortal) estaré consumiendo este milagroso producto de la naturaleza de propiedades celestiales.

El único inconveniente de esto es que quizás uno pueda adquirir aliento de ajo o bien transpirar ajo, pero lo bueno de esto "malo" es que uno así podrá mantener alejados a los vampiros y otros entes astrales chupa-sangre y atraer chicas koreanas =D. ¡Yeah!

Y ahora, ya para no alargar este post más de lo debido, pongo a continuación - y por último - una leyenda hindú relacionada con el ajo:


"La leyenda cuenta que en sus orígenes el mundo bullía de Devas (dioses de la dulzura y de la luz) y de Asuras (demonios malvados) entremezclados. Todos buscaban con afán el más valioso de los tesoros, el néctar, que se escondía en las profundidades del océano. Muchas fueron las cosas que sacaron a la superficie dioses y demonios, hasta que uno de ellos logró encontrar el preciado néctar. A su vista se enzarzaron en una terrible lucha por beberlo, hasta que Visnú, el dios creador del Universo, vino a poner orden y distribuyó personalmente el néctar entre todos los dioses.

Astutamente, Rahu, el dios de los asuras se disfrazó de dios, y antes de que Visnú se diera cuenta recibió su cucharada de néctar. Sin embargo, descubierto en el acto, y antes de que pudiera tragar el néctar, lo decapitó de un tajo de su espada. Pero de su garganta cayeron gotas de néctar al suelo de donde donde nacieron las plantas de ajo, dotada de las propiedades maravillosas del néctar. Así pues, el ajo resultó semejante al néctar, aunque no exacto, ya que había estado unos segundos en la boca de un demonio, lo que le confirió su olor y sabor característicos"

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Sin más por el momento: Amor, paz, felicidad y sobre todo salud y ajo para todos!
Gracias ^_^
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1 comentario:

  1. Para que sirve el ajo? Esta pregunta la he recibido miles de veces y la respuesta es muy larga. Combate resfriados, previene el cáncer, baja la presión, baja el colesterol, ayuda a mejorar la memoria, ayuda a la desintoxicación, y muchas otras cosas mas. Los suplementos de ajo son una alternativa muy saludable para balancear nuestro cuerpo.

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