lunes, 22 de octubre de 2012

Andare desafía al Gigante

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De Cuentos folklóricos de Sri Lanka de  R. S. Karunaratne

Un hombre que clamaba ser un gigante, había entrado al Reino de Kandy y desafió a todos a que lucharan con él.
La gente que conocía de su fortaleza física no se atrevió a dar un paso al frente para desafiarlo. En cambio, todos fueron al palacio para lamentarse del nuevo problema con el rey.

- Majestad, ya no estamos a salvo en nuestro propio reino. Un gigante ha llegado y nos está desafiando a todos para que tengamos una pelea con él. Nosotros no nos atrevemos a aceptar el desafío, pues conocemos su fortaleza.

El rey prestó oídos amablemente a los ciudadanos. Convocó entonces a sus ministros y les pidió consejo.Los ministros también estaban mortalmente aterrados del gigante y tampoco supieron que hacer en tal difícil situación. Como era habitual, el rey vio al bufón de la corte real. Sin que el rey profiriera muchas palabras Andare, el bufón, entendió la gravedad de la situación.

- Majestad, estoy preparado para desafiar al gigante, si es que se me es permitido

- Sí, cualquiera que sea el modo, pero pelea con él y salva la dignidad de mi reino. Te daré cualquier cosa que pidas.

- Majestad, por favor, póngame a mi y al gigante en dos habitaciones adjuntas de tal modo que él no me pueda ver. Además, aliméntenos al gigante y a mi con los alimentos más selectos durante un mes. Al final de ese plazo lucharé contra el gigante y lo derrotaré.

El rey estaba tan complacido que hizo los arreglos para mantener al gigante y a Andare in dos habitaciones separadas por una pared. También le ordenó a los ministros que les sirvieran los mejores aliementos a los guerreros.

Mientras pasaban sus días en aislamiento, Andare usaba un pequeño instrumento para remover el yeso alrededor de un gran ladrillo en la pared que lo separaba de la habitación del gigante. Como la pared era muy dura, tuvo que remover el yeso durante un buen número de días.
Luego de un mes de aislamiento, Andare llamó a su rival y le pidió un pequeño favor:

- Hermano, ¿podrías pasarme un poco de nuez de areca y de limón? Porque ya he terminado con mi ración.

- Sí, puedo darte lo que quieras. Pero el problema es que estamos separados por una pared muy dura.

- No te preocupes. Ahora mismo romperé la pared con mi puño y así me podrás pasar esa areca y el limón a través del agujero.

Andare entonces empujó el ladrillo que había remarcado y el gigante le dio lo que le habían pedido.
Al día siguiente, el rey anuncio que Andare combatiría con el gigante en la plaza real. También envió a un tamborilero para que le anunciara a la gente que para que fuera a presenciar el gran evento.

A la hora indicada, Andare salió de su habitación y caminó con la mirada altiva hacia la plaza real. El rey, sus ministros y la gente esperaban impacientes ver la pelea.

Andare esperó y esperó largo rato pero su rival no hizo acto de presencia. Entonces un Guardia real llegó corriendo hacia la plaza real para informarle al rey que el gigante había desaparecido.
El rey agradeció profusamente a Andare y lo cubrió de vastas ofrendas valiosas.
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