jueves, 25 de octubre de 2012

¡Karate: El Perro Karateca!


Había una pareja que vivía en un barrio donde los crímenes estaban a la orden del día, y luego de que a 3 de los vecinos les hubieran robado en sus casas, la pareja decidió comprar un perro guardian.

Así que un día, mientras el esposo se encontraba en el trabajo, la esposa fue a la tienda de mascotas y le dijo al encargado:

- Hola, buenos días, me gustaría comprar un perro guardian, ¿tiene alguno?
 

- Mmmmhh...lamento decirle - dijo el dueño del local -, que ya no tenemos perros guardianes, todo lo que me queda es este pequeño Terrier escocés. Se llama Karate y es precisamente porque sabe karate. Alcanzó el séptimo Dan cinta negra.

La mujer miró con una incredulidad sarcástica al dueño, y éste lo noto, y dijo:

- Jeh, bien, le haré una demostración. ¡Karate! ¡La silla!

Y Karate se lanzó a la velocidad del reglámpago y dio 10 patadas, 10 puñetazos y 7 mordidas a la silla, destrozándola por completo...

- ¿Quiere otra demostración? - dijo el dueño - ¡Karate, la mesa!

Y Karate se lanzó como una bala y de un karatazo partió la mesa en cuatro.

La esposa estaba sorprendida, boquiabierta... pero el dueño quizó hacerle una última demostración.

- ¡Karate, el muro!

Karate se lanzó nuevamente, dejando el muro de concreto hecho piedritas.
Luego de que el humo de la destrucción se disipara, la esposa, completamente impresionada, le pagó al hombre, sin importarle el alto precio que tuviera.
La señora se llevó el perro a la casa, entró a la sala y su marido la vio llegar con el perrito, él esperaba un perro grande, peludo, salvaje, un Rottweiler, un Dóberman, un Pit-bull o cualquier otro perro que tuviera al menos la mirada de asesino despiadado, que intimidara a los criminales.
El esposo miro entonces a la esposa, con algo de decepción y dudando de la inteligencia de ella, y le dijo:

- Pero, amor... ¿que mierdita de perro te has comprado...? O sea... ¿en qué estabas pensando?

- No, no, espera - le contestó la esposa -, éste perrito es una máquina letal de ataque. Sabe Karate, y es séptimo Dan cinta negra, y...
 
El esposo la interrumíó abruptamente diciendo:

- ¡Aaaaaah! ¡Karate, mis güevos!
 
...Hoy en día, el esposo sigue yendo a terapias de rehabilitación psicomotriz...
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