De Enseñanzas Zen, edición de Thomas Cleary
Vienes aquí en busca de sentencias y enseñanzas, de inéditas expresiones y líneas elegantes, atraído inútilmente por las palabras. Soy viejo y me queda poca energía; soy un pésimo orador y no tengo ninguna conversación insustancial para ofrecerte. Si me preguntas acerca de algo, te contestaré de acuerdo a tus preguntas, pero no puedo transmitirte ninguna misteriosa maravilla, ni nada que consiga llamar tu atención.
Nunca he afirmado la existencia de Buda o del dharma, ni la de la persona corriente o sabia, ni la del más allá, o la del aquí y ahora; tampoco tengo la intención de sentarme aquí para atarte. Constantemente estás sufriendo mil y un cambios movido por las infinitas interpretaciones que siempre acarreas contigo, experimentando los resultados de tus propias acciones. No tengo nada exotérico o esotérico que explicarte, ni apariencia o intención alguna que representar ante ti.
Nunca he afirmado la existencia de Buda o del dharma, ni la de la persona corriente o sabia, ni la del más allá, o la del aquí y ahora; tampoco tengo la intención de sentarme aquí para atarte. Constantemente estás sufriendo mil y un cambios movido por las infinitas interpretaciones que siempre acarreas contigo, experimentando los resultados de tus propias acciones. No tengo nada exotérico o esotérico que explicarte, ni apariencia o intención alguna que representar ante ti.
T'ou-tzu (819-914)
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