miércoles, 7 de septiembre de 2011

Como lograr el sueño lúcido. Tercera parte: Experimentación...

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En el post anterior, describí uno el primer sueño lúcido revelador, que me devolvió la "fe" (por llamarlo de algún modo) de poder vivenciar algo bello y vivificante, alentador, aún y dentro de un mundo de podredumbre.

También prometí no desviarme tanto, y entrar de lleno en el tema, pero aún así, pienso que esos detalles fueron y son, quizás, alguna clase de ignitor, además de que pueden ser de utilidad, como punto de referencia.
Como sea, a continuación, una continuación breve (moderadamente breve, ¡haha!) del relato de la entrada anterior, para ahora sí, y aunque parezca promesa de campaña política, llegar a los puntos clave, o bien, puede optar por saltarse las siguientes líneas:

Entonces:
A partir de la mañana en donde desperté de ese sueño de igual calidad y fidelidad que las películas en UD (ultradefinición) Los días subsecuentes comencé a tener otros sueños "raros", en los que, de cierto modo, tenían correspondencia con algunas de las vivencias durante la vigilia de Kine, de las cuales no sabía, hasta que una semana después le comenté de mis sueños y, completamente sorprendida, me dijo que ella había estado viendo en esos últimos días, objetos que yo había estado viendo en mis sueños, sin razón aparente.
Para ser más específicos. Serpientes. Kine había estado viendo serpientes en su bella tierra natal noruega. Serpientes reales, de juguete y en documentales.
Cuando ella me contestó esto, mis ánimos por seguir "investigando" se incrementaron.

Así, comencé a tener cada vez más sueños más reales y a investigar en algunos libros sobre la simbología de los sueños. Me leí varios libros de Jung, y algo de literatura barata esoterista de las que pululan en la red, pero al ver que esta información era en su mayoría el mismo texto copiado y pegado de manera descarada en páginas de esas que te aparecen 3 banners cuando entras, otros 3 cuando pasas el cursos por la pantalla, y otros tres cuando das click en un enlace, y otros tres antes de salirte. Por esta razón, desistí de seguir buscando en la red. Quería menos teoría y más práctica.

Total, fui registrando, después de soñar, los sueños que tenía, y posteriormente trataba de hallarles significado e interpretación, no sin antes analizar las posibles razones de mis sueños.
Haciendo anotaciones breves en el "cuaderno de sueños".
Por ejemplo, si soñaba con un río. Con algún enorme felino, o algún personaje en específico. Me ponía, después de escribir el sueño, con una letra casi de médico. Es decir, con una legibilidad
entendible solo para mi (por la prisa de no perder detalle, al plasmarlo en papel) para después de esto, escribir otras notas breves, referentes a los eventos, imágenes y pensamientos que había tenido momentos anteriores a sumergirme en los sueños.
Si, siguiendo los tres ejemplos arriba descritos, había soñado con algún tigre o gato salvaje, me detenía un momento a recordar si no habría soñado eso porque había visto alguno en alguna serie, película, caricatura o comercial en la tele. Algún gato impreso en los periódicos, revistas o libros, o hasta en esos cochinos banners de internet.
Si encontraba con que, efectivamente, había soñado con eso, debido a algunos de estos elementos, me desanimaba un poco, pero de todas formas, me hizo corroborar que una gran mayoría de los sueños son información condensada que se codifica y decodifica y se procesa durante las fases del sueño. Las imágenes relevantes adoptaran formas simbólicas colectivas, para tratar de darnos algún mensaje o recordatorio de alguna cuestión que tendríamos que resolver,evitar o llevar a cabo en el diario acontecer.

En fin, estoy adentrandome en otras cuestiones, que quizá habría que retomar en otros sub-temas referentes al universo de los sueños. En otra ocasión será, entonces.
Volviendo al punto, me puse después a querer - motivado también por el cansancio y la pesadez ambiental de tensión constante - entrar de manera voluntaria al mundo del otro lado de los párpados, aprovechando para esto, algunas siestas que me obligué a tener (ya que por aquellos entonces, sólo dormitaba por las tardes, solo sí las noches anteriores habían sido demoledoras, en el sentido de que me había desvelado)

Para aquél entonces y desde hacía ya unas semanas, había comenzado a cambiar - para bien - mis insanos hábitos. Dormía a buenas horas, mi alimentación era casi vegetariana (siendo la excepción los mariscos) debido a principalmente cuatro razones que enumero a continuación:

1. La carne me caía pesada al organismo, me aletargaba, y sentía que toda la atención de mi cerebro se iba al estómago, el cual sentía pesado, adolorido.
y para razones prácticas, necesitaba esa concentración en mi cerebro, en mi mente, después de haber iniciado el pseudo vegetarianismo, me sentí más limpio, fresco, con más energías.

2.- Temor a los parásitos. Desde que era niño, siempre desconfiaba de las condiciones salubres de la carne, imaginando que alguno huevecillo (aunque fuese uno) o cisticerco habría sobrevivido a los procesos de desinfección y cocción de la carne.
Parasitando así a los seres humanos. De algún modo, imaginaba o sospechaba que la inmensa mayoría de la población, que el 99% de los mexicanos, tenía parásitos, no sólo en sus tractos digestivos, sino también en sus cerebros. No había algo que justificará de mejor modo el comportamiento de estos. Y para mi no había nada que fuese más repugnante y merecedor de una eutanasia purificante, por medio de la incineración, que estar infectado de parásitos.

3.- El saber que los animales que sacrifican para consumo humano, viven y mueren en la peores condiciones imaginables. Llenos de tóxicos para acelerar su crecimiento y aunando a esto el estrés y el miedo y dolor constantes a los que son sometidos, les dispara el nivel de toxinas a los pobres animales, lo cual se traduce en más toxinas para nuestros organismos, volviéndonos más propensos a la irritación, la agresividad y hasta la neurosis.
Efectivamente, casi un mes después de establecido mi vegetarianismo, podía pensar con más claridad, con más ligereza.

4.- Resultaba más económico, ahorré bastante.

También, casi logré deshacerme de ese asqueroso y adictivo inmoderado de bebidas de cola (pepsi, pues) del cual me vuelvo consumidor involuntario cuando estoy aquí en México, supongo que es por los altísimos niveles de azúcar que le ponen aquí (sí, cambia el sabor de la pepsi o de la coca, cualquier basura de esas, dependiendo del país)
Del café también, reduje considerablemente el nivel de consumo de la basura cafeínica (que debo confesar que si puede ser de utilidad, siempre y cuando uno tenga la capacidad
de concentración necesaria, para llevar a cabo una acción que requiera habilidades intelectuales o físicas, es con justificada razón, igual, una droga a final de cuentas)

Esto, en cuanto a hábitos alimenticios.

Realizaba ejercicios físicos también, de una manera casi regular. Ejercicios respiratorios, en fin.
Lo que si no podía lograr mucho, fue dormirme durante las tardes. Ya que durante esos meses, mi único compromiso era acudir por las tardes (a las 6:00 PM) a mi diplomado patito en la universidad patito, en donde nos encargaban buscar definiciones de la wikipedia, tenía el resto del día para experimentar, dentro del marco del resto de mis otras actividades.

Cerraba las persianas de la habitación, para que los molestos rayos del sol tampiqueño no se filtraran buscando mi cara. Me relajaba y...había un distractor que me impedía zambullirme a territorios del subconsciente: la vecina y su agudísima voz que - aunque benevolente - no dejaba de ser un tanto molesta por la tonalidad, sonoridad y constancia con la hacia uso de sus cuerdas vocales, que encontraba acompañamiento musical con su vibrante lavadora.
Y luego, a veces - lo bueno es que cada vez menos frecuente - la otra vecina del otro lado de la pared (Esta vecina), también se ponía a moler la marrana, gritándole a sus chamacos con retraso mental. Los sonidos que podrían ilustrar una imagen mental "digna" serían los del chillerío dentro de una jaula con leonas, cerdos, gaviotas y asnos todos juntos.

Esto me provocaba un conflicto, pero decidí resolverlo poniéndome unos cómodos auriculares que conectaba a la computadora para escuchar música de relajación.

Y se viene la música.

Fue entonces que, no conforme con las canciones relajantes que escuchaba, me desvíe un poco del propósito de cazar sueños lúcidos. Me entregué al deleite de los anestesiantes tonos y sonidos.
Empero, también saque algo bueno de todo esto, ya que hubieron ciertos "archivos sonoros" que me permitían acceder a otros "estados alterados" (más bien atrofiados) de consciencia, y que ahora considero muchas veces mejor que todos esos venenos químicos recomendados por las federaciones de mataneuronas.

Descargué - para ser sinceros - vía emule, todo las canciones de "meditación y relajación" esperando simplemente esa sensación sensual de aletargarse.
¡Y funcionó! Si eran verdaderos analgésicos. Y ahora puedo hacer una brevísima lista de las canciones que recuerdo me funcionaban (y que en todo caso deberían ser escuchados por todos aquellos y aquellas que dicen ser víctimas pobrecitas del insomnio:

Las "canciones" que escuché y que me propiciaron esos bellos embotamientos sensoriales fueron:

- Muchas de las de las series de Anugama (muy de la New-age, tienen tonos inductores de sueño)

- De Hideo Shimazu (sutiles melodías de piano)

- Llewellin (aunque son muy relajantes, no llegan a adormecer, sino más bien, siento que son para reflexionar, para simplemente estirarse echado en cama y pasar un rato de sanación emocional, son como canciones de cuna para adultos estúpidos que olvidaron lo que era vivir...eso o me volví un verdadero adicto a los ansiolíticos musicales.

- Kitaro. Aunque, igual que con el caso anterior, son canciones cósmicas, muy cósmicas, pero no inspiran a echarse una jeta o hacer un viaje astral...(al menos no a mí)

- Deva Pramal. Aunque tiene buena voz la mujer, siento como que son canciones un tanto más tántricas, y si lo que se busca es ese estado comatoso de sueño, no es lo más recomendable.

- Shao Rong. Bellísima música tradicional china. Pero esta aunque es calmada, provoca exaltación de los sentidos, debido a las bien logradas melodías que evocan hermosos paisajes de la China milenaria.
Recomendadas sus canciones, más bien para encontrar paz espiritual ó aprender hanzi (escritura china), de hecho a mi me sirvió mucho, ya que me inspiraba mucho.

En fin, podría dedicarle, mínimo unos 4 o 5 posts de considerables dimensiones a elaborar una descripción detallada de cada artista o canción, además de que, en la computadora que tengo aquí, no
tengo todas esas canciones, y me resulta difícil recordarlas todas...

Lo que si, las que más, más me sirvieron para inducir ese trance hipnótico de sueño fueron estas:

Sounds Of Nature - Amazon Rainforest. Este lo considero un exelente inductor de sueño. Siempre me hacía dormirme, aunque no tuviera sueño.
Es una canción que pesa como 40-43 MB, no lo recuerdo con exactitud.

Luego, aquí vienen los buenos.

Los de las serie de Brain Sync y Hemi Sync, de Metamusic, Brainwave, música binaural, o de la Monroe Institute, que como sus nombres lo evidencian, son para hacer entrar en estados de sueño específicos y, supongo, han de lograr algo de resonación en las vibraciones de las ondas cerebrales Delta y Theta.

Aquí, he de necesariamente hacer una pausa, ya que advierto que esto, aunque pareciera cosa de juego, es algo serio, creo.
Mi experiencia personal fue muy gratificante, realmente me quitaban 10 presiones atmosféricas de stress, pero era como tomar un cóctel de antidepresivos.
Escuchar una canción o dos está bien, pero ya poner una secuencia en lista era fatal. Despertaba completamente embobado, como zombie. Atarantado, feliz, pero con una pesadez y una pereza...
no, no, no... lo cual tampoco lo hayo tan mal, después de todo, los músculos se relajan, la respiración, la actividad cerebral se aquieta, en fin...pero sería en todo caso, recomendable, hacerlo en vacaciones, libre de compromisos laborales, sociales, familiares, etcétera.

Y luego, cuando averigüe una forma de profundizar aún más ese letargo...¡Uf!, ya no quería despertar, eso era como una ampolleta de heroína revuelta con morfina, rivotril, valium litio y una pizca de los polvos zombificantes para los rituales de zombificación de Haiti.

Dicha forma era, seleccionar las canciones y ordenarlas en un modo de reproducción que fuesen descendiendo al nivel de frecuencia de las ondas cerebrales.
Esto es, si quería dormir por ocho horas, ponía en primer lugar las canciones de mayor número de Hz. (p. ej. 7.5 Hz) hasta los de menor, pasando así de los archivos musicales de relajación simple (una hora), luego los de "música alfa" (otra hora), luego los de theta (dos horas), para finalizar con otra hora o dos de música "delta" (de hasta 0,2 Hz).
Por supuesto que me gustó e hice trampa, y extendía el número de "música delta" para prolongar mi coma, jéh.
Hasta mucho después se me ocurrió volver a colocar archivos sonoros que fuesen de manera regresiva, ascendiendo hasta llegar al estado natural de vigilia o "beta".

y bueno, muy bonita la cosa, sí, sí. Pero, gracias a que la semilla del espíritu de la productividad, que Kine había plantado en mi, pude superar esa "breve" etapa de adicción a la música inductora de estados de relajación profunda, para aprovechar así las horas del día...las cuales las dedicaba a cuestiones meramente artísticas. De otro modo hoy en día me habría vuelto líder de una autodestructiva secta de hippies hedondiastas destinados a perderse en sus propios olvidos.

Esto, lejos de producirme sueños lúcidos, o sueños normales siquiera, no hizo otra cosa que relajarme, hacerme sentir muy bien, aunque por ahí, surgió otro "breve" estado de...¿cómo decirlo para que no me manden al carajo los racionalistas y escépticos?...de...algo así como que percepción extra-sensorial.

No solamente lograba captar ciertas cosas que visualizaba en el diario acontecer, Kine, sino que en cierta forma, podía...(vayan preparando la sonrisa burlona) captar algunos pensamientos.
Tales como los de Jonathan, mi amigo lisérgico con los que elaboré los chistes metainfrarealistas y cuentos metainfrarealisas así como las metainfrarealistas, absurdas y totalmente paródicas "ilustraciones lúdicas" (haciendo burla, precisamente de esta nueva generación de artistas que han más que abusado del ludismo, pero que con cualquier tontería justifican sus "obras" e increíblemente...¡venden!)

Total, un día, mientras estábamos los dos en el restirador ilustrando, y me ayudaba aportando un dibujito para el codex que elaboré, pude adivinar exactamente las palabras que estaba pensando, a lo que el, primero guardo silencio, y yo también, luego le pedí disculpas que no había sido mi intención haber leído su mente. Jáh, sí, esto podrá provocar una abierta carcajada de incredulidad, de hecho, sonrío ahora, queriendo reírme también como en aquel entonces.
Minutos más tarde, volví a escuchar sus pensamientos. Y el se preocupó, pero me justifique diciendo de que lo que iba él a decir era una (elaborada) respuesta lógica al tema que estábamos tratando (complejidades de organización social y demás). Pero ya, simplemente pasamos de plano al tema que estamos tratando en este post, los sueños, los sueños lúdicos y demás.

Aquí Jonathan el lúdico, haciendo una fugaz aportación al Codex, dibujando al monito de en medio, o "el alma" en la lámina correspondiente a "El juicio" (cósmico).

Le comenté también de mis experimentos en donde yo mismo era mi propio conejillo de indias. Le comenté de esto último, de la música para inducir estados de sueño profundo, y finalmente le pase mucha de esa música. Me dieron ganas de preguntarle si aún tenía acceso a alucinógeno, ya que ciertamente, el era un gurú en esas cosas de las experiencias lisérgicas con químicos.
Pero no, ya que ciertamente repudiaba la idea de cooperar y alimentar a esas lacras sociales que son cualquiera de los "trabajadores" de esa estructura del narcotráfico.
Eso y además de que tengo cierto respeto hacia los alucinógenos, tales como la mezcalina, el peyote o incluso - y en menor medida - el ácido lisérgico. Ya que se tienen que ingerir de manera adecuada, ritualista, de un carácter un tanto...chamánico.

Ya para este entonces, estamos hablando de que eran principios de este año (2011). Y ya tenía un gran avance en materia del estudio de sueño.
Tenía ya casi una libreta llena de sueños apuntados, así como anotaciones extras. Afortunadamente, los hechos violentos extremos y de inseguridad que habían en la ciudad, fueron un factor determinante para que reinara un silencio casi sepulcral en la calle, la colonia, la ciudad misma. Las vecinas optaron por callar, hasta los perros también se callaron, los grillos. La ciudad estaba muerta, anímicamente hablando.
Esto me sirvió de sobremanera, ya que ese silencio me permitía relajarme y aislarme de estímulos externos que pudiesen interferir con mis vivencias oníricas.

Otro aspecto que descubrí que era esencial para poder "soñar lucidamente" o incluso simplemente soñar (muy vividamente), fue "el negarse yo controlarse a si mismo", sexualmente hablando.
Descubrí la profunda importancia de controlar el deseo sexual y sobre todo mantener las semillas parásitas (el semen) dentro de uno. Ya que el proceso eyaculatorio, es desgastante e interfiere con la actividad eléctrica del cerebro, la disminuye. Cualquier hombre, un deportista, por ejemplo, sabe que su rendimiento será menor, si mantiene relaciones sexuales o autoeróticas y eyacula.
Igual, las capacidades de concentración se ven disminuidas. No por nada, aquí en el país se les dice "Puñetas" a la gente que se ve torpe, lenta de asimilación, estúpida.
Comprendí completamente el porque de la importancia que le otorgan los tantristas, algunas fracciones agnósticas, algunos masones, de cuidarse de derramar su semen a lo idiota.
Entendí la esencia de esta prescripción en "el libro del loto dorado de China", y que a los "practicantes de la alta magia" se les exige.
Ciertamente, aquí radica una fuerza poderosísima fortificadora. No sólo los sentidos se agudizan, también la mente, uno puede sentir la vitalidad recorriendo el cuerpo, el cuerpo luce más joven, la piel se purifica, el cabello se nota más terso y brillante (Sin uso de shampús especiales). Los detalles al visualizar o recordar algo se hacen claros.
La velocidad de aprendizaje se ve incrementada, la fuerza y el rendimiento físico se potencían, aún sin hacer ejercicio. El sentido del humor se agudiza...es un bienestar notable, vívido. El desenvolvimiento con la gente se hace más sano, llevadero, y uno escapa de sus "auras" de influencia mental. De igual forma, uno puede apreciar en el sexo opuesto, reacciones de atracción hacia uno (dilatación de pupilas, dirección de la mirada hacia el cuerpo, sonrisas, en fin, toda una serie de conductas y declaraciones corporales que denotan atracción animal). Uno deja de enfermarse, y si llegase a haber una herida, la curación y la cicatrización se ven aceleradas, ya que las defensas del organismo se encuentran maximizadas.
Esto, lo de mantener una dieta alimentaria, sino de sueño y sexual, es harto difícil, sobre todo esto último. Pero ha de llevarse a cabo si es que realmente se quiere sumergir
en ese océano infinito del sueño.

En fin. Hasta este punto, he descrito, parte de las imposiciones experimentales que me llevaron a entrar en el sueño lúcido y lograr mucho control. Tanto en la vigilia como en el sueño.
Resumiendo todo esto, en cinco palabras, las cinco cosas para lograr el sueño lúcido, son:

1.- Voluntad
2.- Tiempo
3.- Consciencia
4.- Disciplina
5.- Inductores.

En la siguiente y última entrega de este "artículo", abordaré estos 5 aspectos, sin dejar cabos sueltos.
Hasta entonces, y como regalo final, en agradecimiento por la paciencia y su lectura, una canción muy relajante y onírica de un juego también muy onírico y espiritual, de "Echo the dolphin".

Passage from Genesis - Ecco-the-Dolphin



Y ahora sí, Hasta prontos =).
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