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En las películas gringas, siempre que van a ejecutar a un miembro de una minoría racial, sean negros, latinos o asiáticos, o hasta europeos, estos recorren sus últimos momentos el pasillo de la muerte llorando, temblando, con los ojos desorbitados por el miedo, sudando frío, gritando, rogando clemencia, orinándose y hasta defecándose en los pantalones. En una palabra: Cobardes.
Prácticamente los tienen que arrastrar hasta la cámara donde está la máquina de matar, ya que incluso también llegan a ser demasiado cobardes para quitarse la vida ellos mismos en la celda. Y siempre, casi siempre, habrá alguien entre el personal de seguridad, los testigos, el director del penal o hasta por parte del cura, alguien que se estará mofando del infortunado y humillado condenado.
Mientras que siempre, casi siempre, en el 95% de los casos, el hombre blanco, gringo, siempre va hacia su ajusticiamiento con la frente en alto, serio, retador, en calma, sin remordimientos, y sus últimas palabras suelen siempre ser otros retos a la autoridad, un insulto a la madre del director del penal, o de los testigos, o un juramento de venganza, de que volverá, aunque sea en las pesadillas de los que lo capturaron y de los familiares de las víctimas. Y todos los mencionados estarán siempre serios, asustados y acojonados.
A continuación unas pequeñas muestras de como son conducidos los no-gringos blancos a la silla eléctrica:
Negro:
Y no, no pondré el acceso el video de Linus Bragg (pero hacer click para accesar) es demasiado traumático, horrible, así que ahora veamos al latino, mexicano para acabarla de regar:
Mexicano:
Un poco denigrante, ¿verdad?, nótese como el pobrecito cumple exactamente con todos los puntos señalados: llora, se orina, tiene un colapso nervioso, se paniquea, lo tienen casi que arrastrar, llora un poco más, suplica, ruega, y posiblemente también defeca al momento de accionarse el interruptor, los guardias se burlan de el, durante y después del proceso, en fin, pobrecito (y exagerado).
Disculpar que sea un video versión doblada en alemán, pero es la única versión disponible en la red y en los programas de descarga p2p o directa. Es de la película Unspeakable, del 2002. La escena del negr...digo, afroamericano, es de Cuentos de la cripta: el hombre que nunca estuvo.
Ahora, la excepción a la regla, de gringos blancos que enfrentan la silla o cualquier otro método de ejecución, llámese silla eléctrica, cámara de gas, inyección letal o fusilamiento, es cuando se trata de mujeres. Estas también aportan cierto entretenimiento dramático perfecto para sádicos y los que se excitan con el derramamiento de lágrimas y la expulsión de a orina. Nota: Ethel rosemberg era judía y en los videos se va con 1000 veces más dignidad que los casos expuestos aquí, y sin aparente miedo ni remordimiento.
Mujer blanca:
Mujer negra:
No pondré más ejemplos para no hacer esto más largo, pero ahí checar más videos en youtube, tanto subidos por el usuario Elektriskstol como sus favoritos, luego subiré más a esa página, y aquí los videos de ejecuciones en silla eléctrica de las películas y series que en youtube no dejan subir, que porque infringen cuestiones de derechos de autor y demás (quien sabe porque entonces si dejan subir estos, pero bueeeeeno...)
¿Por qué el racismo y la misoginia? Está de más responder a la obviedad, pero pues, así está la cosa.
Saludos =)
Concuerdo con el tema del racismo, es un tema muy desesperante, más cuándo uno pertenece a cierto grupo étnico, el tema de la pena de muerte es quizá uno de los actos más humanos por parte de la sociedad, deshacerse de los malnacidos y malvados, aún que todavía nos falta un poquito para poder imponerlo ne nuestra ciudad, me gusta la idea de eliminar malas plantas desde su raíz, pero si lograramos deshacernos de las semillas que dejan estas malas plantas, entonces avanzaríamos a una perfecta sociedad, zaz, debo dejar de lamer tanto camaleón alucinógeno, ya milengua cambia de color como con la spaletas que te cambiaban el tono de la lengua, bueno, sin mas que comentar, saludos mi buen, que ande todo siempre bien en tampico, bye.
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