lunes, 19 de diciembre de 2016

Los beneficios del ayuno de acuerdo al Islam

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El gran amigo de Allah, Mahmud Sami Ramazanoghlu, hace hincapié en la necesidad de comer y beber poco en su libro Mukerrem Insan, El hombre perfecto. Dice: “Preguntaron a los médicos cuál era el mejor tratamiento. Éstos dijeron que era comer poco. Les preguntan a la gente de conocimiento de dónde sacan tantas fuerzas y voluntad para la adoración de Allah.” Contestan: “Comiendo muy poco.” Los especialistas preguntan: “¿Cuál es la condición más importante para el estudio?” Contestan: “Tener hambre y comer poco.”
 
Hay muchos beneficios en cuanto a comer poco:

1. El hambre moderado facilita la claridad de la mente y del corazón; la memoria es más fuerte. Estar lleno supone ser olvidadizo y atontado.

2. El hambre moderado facilita la gentileza del corazón, que se beneficia y complace en la adoración y la súplica. El estómago lleno hace que el corazón sea insensible y cerrado a la adoración.

3. El hambre moderado produce suavidad del corazón y humildad. La saciedad produce insolencia, presunción, orgullo y jactancia.

4. El hambre moderado hace que uno piense en los pobres y hambrientos, pero el hombre cuyo estómago está bien lleno nunca piensa en los necesitados.

5. El hambre moderado rompe el apetito, las necesidades y deseos del alma animal. cuando el estómago está lleno el alma animal se hace fuerte y refuerza sus deseos.

6. El hambre moderado hace que el cuerpo sea ágil y despierto. Cuando se está lleno el cuerpo se siente dormido y descuidado.

7. El hambre moderado hace que uno se sienta listo para la adoración y el servicio a Allah. Cuando el hombre está lleno se siente vago y negligente.

8. El hambre moderado hace que el cuerpo se vuelva más saludable. Desaparece la indisposición. El que come de más hace que el cuerpo se sienta cansado y enfermo.

9. El hambre moderado hace que el cuerpo sienta luz y espacio, haciendole a uno alegre.

10. El hambre moderado hace que el hombre se sienta más generoso y listo para ayudar al pobre. Los que nunca han experimentado el hambre no entienden el sufrimiento del pobre. Por esta razón en el calor del Día del Juicio el siervo encontrará el estado de frescura y  sombra. Saciedad produce un estado que va desde la tacañería hasta el despilfarro, lo cual lleva a la destrucción del siervo.

Resumiendo, un estómago lleno urge al alma animal y al ego a ser activos para satisfacer sus bajos deseos. Por otro lado, el ayuno, cuando se realiza sin ir a los extremos, abre la facultad de la meditación y hace que el corazón humano se sensibilice con las realidades Divinas.
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