lunes, 29 de febrero de 2016

Espontaneidad y sencillez

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De Las Místicas Orientales de Daniel Odier Marc de Smedt
(Primera parte: Cinco Grandes corrientes espirituales.
Capítulo 4:El taoísmo)

El hombre simplifica hasta el logro del vacío en el camino que le conduce al Tao. Reduce sus necesidades, abandona el estudio y la discriminación, observa las  mutaciones del mundo viviendo cerca de la naturaleza, habita con los animales salvajes, los cuales no le temen, sigue el curso natural de la vida simple y poco a poco recupera la espontaneidad original. Consigue que su espíritu permanezca silencioso y no lucha contra el flujo de las transformaciones. Sigue la corriente del río y como una hoja se acomoda a su ritmo.

El hombre practica la no-acción y así llega a dominar las transformacioes. Entonces no hay nada que su fuerza no pueda conseguir: Chuan Tsé cita una anécdota que aclara lo que los taoístas entienden por no-acción:

Confucio admiraba la catarata de Ling-Lean, cuya caída medía treinta toesas y cuya espuma se extendía en cuarenta estadios. Ni la tortuga gigante, ni el caimán, ni el tryonix* podían mantenerse a flote si sobre esta espuma. De pronto, Confucio observí cómo un anciano nadaba entre los remolinos. Tomándolo por  un desesperado, ordenó a sus discípulos que rastrearan la orilla y lo sacaran del agua. Pero algunos centenares de pasos más abajo el hombre salió del agua por sus propios medios. Con los cabellos empapados sobre la cara y cantando comenzó a pasearse en el fondo del talud. Cuando Confucio llegó hasta donse se encontraba le dijo:

- Comenzaba a pensar que eras un espíritu, pero ahora veo que eres un hombre. Permíteme que te pregunte cuál es el método que te permite moverte con esa facilidad en el agua.

- No tengo método especial alguno - respondió el hombre -. Comencé a hacerlo como una costumbre; luego se convirtió en una especie de segunda naturaleza; y finalmente en algo como mi destino. Desciendo con los remolinos y vuelvo a subit con ellos. Obedezco al movimiento del agua, no a mi propia voluntad. Así es como consigo nadar con tanta facilidad.

- ¿Qué has querido decir - preguntó Confució - con las frases: Comencé a hacerlo como una costumbre; luego se convirtió en una especie de segunda naturaleza; y finalmente en algo como mi destino?

- Yo nací en las colinas - respondió el anciano -, y en ellas viví con comodidad; es costumbre. Crecí en el agua y en ella me encuentro cómodo; es la naturaleza. Nado así sin que sepa cómo; eso es el destino.

Li-Tsé, en su verdadero clásico del vacío, exponé la vía de la espontaneidad por medio de un discípulo de Lao-Tan. "Mi cuerpo está unido a mi centro, el centro se halla unido a la  energía, la energía está unida al espíritu y el espíritu está unido al no-ser. Una cosa por pequeña que sea, un sonido apenas perceptible, aunque los separen de mí ocho desiertos, o por muy cerca de mis ojos que se situén, si me consciernen, los conozco infaliblemente. Ignoro si se trata de una percepción de los sentidos o de un conocimiento instintivo: todo lo que sé es que este conocimiento me llega espontáneamente."


 

* Tryonix: especie de tortuga de agua dulce.
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