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A veces, mientras intento conciliar el sueño, las voces cuentan chistes buenísimos, inéditos. Otras tantas, ideas fantásticas, guiones y aforismos deputamadre, teorías interesantísimas de temas diversos, algunas fuera de mi entendimiento. En ocasiones cuentan historias muy-muy buenas o simplemente me inoculan imágenes metainfrarealistas o lúcidas y la combinación de ambas, emocionantes ensueños. Entonces me levanto excitado diciendo "¡Ah, esto hay que escribirlo, carajo!"
Tomo pluma y cuaderno, voy a la sala y...
Tomo pluma y cuaderno, voy a la sala y...
¡Nada! Las voces se inhiben como niños pequeños o dicen entre bostezos: "Nah, naah, ya es muy tarde, cabrón, son las 3 de la mañana, hace sueño y tienes que levantarte temprano."
Y aquí me quedo escribiendo esto en lugar de alguno de los cientos de relatos épicos
que platican esas voces y sus ecos, en el transcurso de lo que resta de la larga, larga noche..
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