lunes, 24 de febrero de 2014

☹ ♥ ☺

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 Extracto de El segundo sexo
 de Simone de Beauvoir

" La poligamia siempre ha sido más o menos abiertamente tolerada: el hombre puede llevar a su lecho esclavas, cortesanas, concubinas, queridas, prostitutas; pero está obligado a respetar ciertos privilegios de su legítima esposa. Si ésta se ve maltratada o perjudicada, tiene el recurso - más o menos concretamente garantizado - de volver con su familia y obtener separación o el divorcio. Así, pues, para ambos cónyuges el matrimonio es a la vez una carga y un beneficio; pero no existe simetría en sus respectivas situaciones; para las jóvenes, el matrimonio es el único medio de integrarse en la colectividad, y si se quedan solteras, son consideradas socialmente como desechos. Por eso las madres han buscado siempre con tanto ahínco casar a sus hijas. "
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