lunes, 29 de octubre de 2012

La percepción de los sabios


De Budismo, la escencia del Zen de Thomas Cleary

El Sutra de la Luz Infinita dice: “Los ríos, lagos, pájaros, árboles y bosques invocan al Buda, la Verdad y la Comunidad.
Basta un instante de consciencia no discriminativa para que aflore la gran sabiduría. Esto es como verter agua en el océano o insuflar aire en un huracán.
Además, ¿cómo se produce la discriminación? “Buda” es un término provisional que designa lo que no puede verse por más que miremos, lo que no puede oirse por más que escuchemos, lo que no tiene principio ni fin por más que lo busquemos. “Buda” engloba la forma y el sonido, abarca el cielo y la tierra, penetra en lo más alto y lo más bajo. No se trata de un fenómeno externo y, por tanto, no existe perspectiva, persona ni pensamiento aparte de él, y se halla presente en todo lugar y en cada cosa.
“Buda” es la fuente original de la consciencia, siempre omnipresente e inmutable a pesar de la decadencia del cuerpo. Sin embargo tú no puedes utilizar todavía lo que siempre está presente. La budeidad es maravillosa pero si te obsesionas con ella la transformarás en una enfermedad. Como dice el proverbio: “Aunque el polvo de oro sea muy preciado, si cae en tus ojos te cegará”.
Un patriarca dijo: “No es mente, no es Buda, no es nada, ¿De qué se trata?” Con eso está dicho todo. Ésta es la espada de diamante que corta todas las obsesiones.
Otro maestro dijo: “La menor confusión puede atraparte en actividades infernales, el más pequeño sentimiento puede encadenarte para siempre. Detén todos los sentimientos ordinarios y no necesitarás buscar la sabiduría porque ésta brotará espontáneamente”
 - Maestro Xiatang
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