sábado, 14 de marzo de 2015

Venta de libros

.
Cuento chino, de Wang Xiaoqian*

Mi amigo escritor Wang Fushun irrumpió en mi oficina con un montón de libros, los tiró sobre mi escritorio y dijo angustiado:

- Este es el libro que acabo de publicar. He intentado venderlo, pero no he salido de un solo ejemplar después de probar en varias oficinas. ¡Necesito tu consejo!

- Hoy en día, en la mayoría de los casos hay que cubrir el coste del libro que publicas. Aunque un editor se ofrezca a publicártelo, ellos preferirían pagarte los derechos de autor en libros, para imitar a sus colegas extranjeros, como hermosamente señalan. Por supuesto, tu libro no será una venta fácil... - dije mientras hojeaba un ejemplar.

Cuando vi su título: "Yin-yang, las profesiones y los caracteres chinos", aparte de la curiosidad me fijé en la sinopsis. Mientras más leía, más me interesaba.
 
En el libro, Wang decía que la obra era el resultado de sus cinco años de investigación sobre los rasgos únicos de los caracteres chinos. Los dos conceptos básicos yin y yang, que se originaron del I-Ching o Libro de los cambios, explicaban y representaban todo lo que existía en la naturaleza y la sociedad.
 
Básicamente, yang representaba lo masculino y lo positivo, yin lo femenino y lo negativo. Por ejemplo, la mayoría de los 160 caracteres que se asociaban con nü (femenino), eran peyorativos, tales como yiao para "demonio", lan para "codicia" y jian para "violación" o "malvado".
 
Por el contrario, casi todos los cincuenta caracteres que se asociaban con li (fuerza) que representaban lo masculino, eran encomiásticos, entre los que se incluían yong para "valiente", gong para "mérito" y bo para "vigoroso". Sin duda, en el proceso de creación de los caracteres chinos, los antepasados demostraron por completo su punto de vista del yin y el yang mediante la adoración del cielo, lo masculino y el yang, mientras rebajaban la tierra, lo femenino y el yin.
 
- ¡Pero... si has hecho un excelente trabajo! ¡Es un gran libro que vale la pena leer! -le comenté.
 
- Pero, ¿cómo debo promoverlo? Ya tengo una cuantiosa deuda por su causa. Sé que estás lleno de ideas. Tu libro San Idiota se vendió en poco tiempo. ¿Cómo lo lograste?
 
- No va a funcionar contigo pero puedo decirte cómo lo hice. De todas formas, no utilizaré el método de nuevo, pero por favor no le hables a nadie al respecto. Al principio, tampoco podía vender mis libros, por lo que di con la idea de venderlos a través de un anuncio de Se busca chica. Escribí mi anuncio de esta manera:
 
"Hombre de veintiocho años, multimillonario, busca a una mujer como futura esposa. Se requiere un temperamento similar al personaje llamado Tal-y-tal del libro San Idiota."
 
- En poco tiempo mi libro se agotó en todas las librerías del pueblo. Así de simple.
 
- ¡Magnífico! ¡Qué método más asombroso! ¡Pero no tengo un personaje específico en mi libro, así que no puedo usar tu método! - suspiró, parecía impotente.
 
Con el deseo de ayudarlo de alguna manera, le conté una historia que había leído en un libro sobre cómo un editor se aprovechó del Presidente cuando hacía sus anuncios.
 
Había un editor norteamericano que tenía un libro que no se vendía bien. Un día, se le ocurrió una idea y le envió un ejemplar al Presidente. Le pidió su opinión una y otra vez. Al final, el Presidente, que estaba ocupado con los deberes de su oficina, decidió librarse de la continua molestia, así que le escribió al editor una simple frase: El libro no es malo.
 
Pronto el libro se vendió. Poco tiempo después, el editor tenía otro libro de lenta salida, así que le envió un ejemplar al Presidente de nuevo. Esta vez el Presidente, que había sido engañado una vez, sencillamente dijo: El libro es pésimo.
 
Al conocer la respuesta del Presidente, el editor pensó por un momento y escribió su anuncio:

"El último libro que leyó nuestro Presidente está ahora a la venta.
"

Curiosos, muchos lectores comenzaron a comprar el libro, por lo que se vendió.
 
La tercera vez que el Presidente recibió un nuevo libro del editor, al recordar las primeras dos lecciones, ni siquiera respondió. Pero el editor incluso así aprovechó su silencio:
 
"Un libro que nuestro Presidente encuentra difícil de comentar está a la venta. Cómpralo hoy antes de que se agote."
 
Una vez más, el libro se vendió enseguida.
 
Wang puso una expresión de alegría y dijo que sabía qué hacer. Me dejó dos ejemplares en mi escritorio y salió deprisa de la oficina.
 
Dos meses después, un indignado Wang se sentó frente a mí, con un periódico en la mano. Incluso encendió un cigarro, que nunca había visto antes. No habló hasta un rato después.
-¿Qué debo hacer ahora? -dijo finalmente-. Le envié un ejemplar del libro a un renombrado lingüista de nuestro país, el profesor Tal-y-tal. Nunca me mandó respuesta, pero hoy ha publicado un artículo titulado Los caracteres chinos revelan la antigua filosofía china. Hizo unos pocos cambios y publicó mi investigación con otro título sin mencionar siquiera mi nombre. ¡Es vergonzoso!
 
Impactado por la noticia, sentí un tic nervioso.
 
- ¡Por Dios...! - grité como si golpeara sobre el escritorio - ¡es tu oportunidad!
 
- ¿Qué quieres decir? -Wang se puso de pie de un salto.
 
- Publica una declaración de que el profesor Tal-y-tal ha copiado tu investigación de Yin-yang, las profesiones y los caracteres chinos, o algo por el estilo. También di:

 "El libro fue un bestseller cuando salió a la venta. Cómpralo hoy".
 
Un mes después, Wang vino a mi oficina de nuevo. Esta vez comenzó a hablar antes de que lo saludara.
 
- Hermano, tu consejo es realmente valioso. He obtenido una gran ganancia con mi libro. Aquí hay algo de dinero para ti. Una muestra de agradecimiento por tu trabajo - dijo mientras sacaba un sobre.
 
- Olvídalo, no lo necesito. Guárdalo para tus pleitos judiciales.
 
- ¡Oh! En verdad, puedes predecir el futuro. Ese señor me ha escrito que realizó su investigación a partir de una perspectiva diferente a la mía. Quiere que retire mi artículo del periódico, o me llevará a la Corte.
 
- ¿No ayuda a que sigas vendiendo tu libro? Quizás tengas otras sorpresas agradables, ¡nunca sabes!
 
Se miraron uno al otro y estallaron de la risa.

......................................................................................................
*王孝谦: Wang Xiaoqian (1964), nació en Fushun, Sichuan. Ha publicado aproximadamente dos mil páginas de trabajos literarios, entre los que se incluyen una compilación de cuentos cortos, una de literatura que no es de ficción y una de reportajes. También ha co-escrito un guión para una serie de la televisión, que se produjo y transmitió. Ha obtenido muchos premios, entre los que se incluye un tercer premio a nivel nacional.
......................................................................................................
.

No hay comentarios:

Compartir

 
Creative Commons License
This obra by Arturos (Basiliskus) is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial 2.5 México License.
Based on a work at basiliskus.blogspot.com.