miércoles, 7 de septiembre de 2011

Como lograr el sueño lúcido. Cuarta parte: Entrenamiento.

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Para terminar con esta mini entrega del día de hoy...
Abordaré entonces los puntos que quedé en explicar para lograr el sueño lúcido.
No sin antes declarar que existen - factores determinantes - rasgos específicos de mi personalidad que quizás sean motivo directo de la relativa "facilidad" con la que puedo acceder a esas esferas de los reinos oníricos (será rápido, rápido).

Desde la más tierna infancia, desde que tuve uso de consciencia, desde que tuve consciencia de la consciencia, de mi mismo y demás. Siempre fui muy imaginativo, y mi mundo se caracterizaba por ensoñaciones, fantasía, sueños. Y todo lo que veía en mi hiperactiva mente, lo plasmaba en el papel, mediante rudimentarios dibujos.
Veía muchas películas, muchas caricaturas, jugaba muchos videojuegos, y crecí en ambientes propicios para darle rienda suelta a la imaginación, a saber:
Crecí en Cadereyta, Nuevo Léon, donde prácticamente era muy común desarrollar ideas fantásticas y no sólo eso, sino presenciar fenómenos metereológicos extraños que sólo podrían catalogarse como paranormales. ¿Sería la cuestión climática (los dos extremos de la temperatura en verano e invierno)? Las retorcidas supersticiones espontáneas que se fabricaba la gente? (Cadereyta era otrora conocida nacionalmente como tierra de locos, de los columpios y las escobas, pero más que nada por lo primero). Será el sereno pero todos estos factores fueron tal vez, influencia directa para que se desarrollará la imaginación.
Yo mismo ahora, puedo confesar que forme, sin quererlo, parte de esa fauna tan pintoresca.
Entre otras cosas y para darle gusto al ego de los astrólogos, soy piscis, que dicen se caracteriza por ser soñador, imaginativo, creativo, dado a vivir en la ensoñación.
Cierto es todo esto, aunque no puedo asegurar que se deba a la influencia planetaria.

Así solían concebir y representar los antiguos Cadereytanos al mundo.

Entonces, ya aclarando esto. Pasaré ahora sí, a explicar los prometidos puntos para lograr el control del sueño lúcido. Todo basando en la experiencia empírica.

Tenemos pues, que:

1.- Voluntad.

¡Ah! nada más bello que sentir la flama del deseo, ardiendo en el pecho. Desear, desear fuertemente, materializar una idea, una fantasía, una esperanza, una ensoñación.
Primero y antes que todo, es la motivación. Debemos estar bien motivados. No creo que no exista persona que no deseara repetir una experiencia como ésta.
Es simplemente uno de los más bellos y sanos goces de la mente humana. Tener el control total, libertad de ser y hacer a voluntad, en segundos.

Para esto, empero, hay que estar en buenas condiciones, lo más recomendable. Ya que si uno se encuentra emocionalmente y/o físicamente exhausto, al querer lograr un sueño lúcido sería contraproducente, ya que el deseo de lograrlo nos resultaría mas estresante. Además de que probablemente la prioridad del sabio cerebro será restituir las energías del cuerpo humano.
El bienestar.
Igual si se está enfermo, las molestias propias de la enfermedad por la que se esté atravesando podrán ser obstáculos pesados para poder llegar a tener un buen sueño lúcido.
Lo más recomendable es, repito, estar en buenas condiciones físicas y mentales.
La voluntad es esencial.

2.- Tiempo.


Como todo arte y ciencia. Si se quiere llegar a la maestría, hay que dedicarle tiempo y empeño. Y no desanimarnos si a la primera no nos sale .
En el inter, hay que tomar apuntes, primeramente de nuestros sueños, sean lúcidos o no. Y, si se quiere, tratar de analizarnos. Pero esto podría resultar un tanto complicado,
por lo que se puede prescindir de ello, por el momento.

3.- Consciencia. Desarrollar la consciencia.

¿Cómo pretendemos tener un sueño con resolución de Bluray, adquirir poderes psicoquinéticos,levitar, volar libremente por el o los mundos, conocer otros seres,
tener fiestas en grande, teletransportarse, viajar en el tiempo, producir rayos, y demás ocurrencias, si de este lado de la realidad no ponemos suficiente atención
a los detalles. Si no captamos ni procesamos más que una mínima parte de lo que acontece?

Hay que cultivar, para esto - y aunque suene a engorrosa tarea innecesaria - la consciencia.

Tenemos que "darnos cuenta". Esto es sencillo. Mientras comemos, hay que saborear la comida. Lo que estemos bebiendo. tratar de preservar su sabor y el arom, las reacciones y las sensaciones de nuestro cuerpo, mientras digerimos nuestros alimentos. Sentir, y gozar. Hay que tratar de visualizar no sólo con nuestros ojos, ni los ojos de la mente, sino con nuestros cuerpos mismos. El tacto. Tocar nuestras manos, presionarnos, acariciar nuestros cabellos, sentir lo áspero o lo suave de las diferentes superficies, sus apariencias, escuchar. Escuchar los ruidos que nos rodean. Sean de un perro latoso de alguna latosa vecina, o una avión cruzando el cielo. Mirar el cielo, sentir el aire en nuestra piel.
Ver los cambios de tonalidad de la luz, durante el transcurso del día, observar la sombra. Las ondas de agua que se producen en los charcos con la lluvia.
Hay mucho de trabajo de observación y contemplación, ya que percibimos el mundo en un gran porcentaje por medio de la vista, y los sueños no son la excepción.
Si leemos, hay que estar conscientes, de que estamos leyendo, de las poses que adoptamos, de los movimientos involuntarios que realizamos, lo que decimos, lo que hacemos.
Todo esto se tiene que realizar sin forzarse a uno mismo. El acto de darse cuenta debe ser natural, espontáneo.

Luego, hay que recordar. Recordar todas estas cosas. Debemos ser capaces de reproducir mentalmente - y en la medida de lo posible, en tiempo real - todas estas actividades.
Por ejemplo, nos recostamos y nos relajamos, dedicando especial atención en relajarnos en desarrugar el entrecejo, relajar los músculos faciales, y entonces, imaginar que vamos a nuestra cocina y abrimos el refrigerador (o nevera, frigorífico o como le llamen en sus países) e imaginar que lo cortamos con un cuchillo. En todo el proceso tenemos que concentrarnos en todos los detalles posibles.
Esto es, que las imágenes mentales sean lo más fieles posibles a "la realidad", en cuanto a nuestro alrededor, y por la enorme cantidad de elementos y sus detalles que conforman un escenario, es prácticamente imposible imaginarnos todo este escenario sin que se "pinte" medio abstracto en nuestro proyector mental. Luego, hay que visualizar, usando todo el poder de nuestro archivo de memoria, las características del limón, oler el zumo que desprende, lo agrio del olor, y por último chupar el limón en nuestra mente, chuparlo, muy bien chupado, exprimirlo y sentir las gotitas cayendo en nuestra boca, en la garganta. Masticar el limón, chupar los trocitos de pulpa, mmmh, que rico. Jáh.
Si tenemos una visible reacción en nuestros cuerpos, mientras imaginamos esto, pues ¡que bien! es buena señal. Quiere decir que nuestras capacidades de visualización y de proyección sensorial funcionan. No somos simples autómatas.

Otro ejercicio es recordar una canción, lo más fiel posible. Quien no tiene oído musical, difícilmente podrá recordar las estructuras, tanto de manera individual de cada instrumento y de voz, como en conjunto, limitando el recuerdo sonoro, como un "sonido abstracto" . de mucho menor fidelidad, monoural.

Esto de desarrollar la memoria es indispensable. Incluso podemos memorizar, si tenemos ganas, imágenes, fotos. Si estamos leyendo un libro, hay que prestar atención a las letras.

Recordar también, los olores, las sensaciones táctiles. Provocarnos reacciones sensoriales de manera voluntaria. Reacciones positivas de preferencia.
Por ejemplo, todos tenemos algunas canciones que pueden erizarnos la piel. Hay que provocarnos ese sentimiento dulce y electrificante que nos dilata los poros. El estremecimiento.
Hay que provocarnos estremecimientos. Escuchando esas melodías que nos ponen los pelos de punta, ver películas que nos conmuevan (darse cuenta de la música que acompaña a esas escenas impactantes)
Recordar como es sentir frío, el escalofrío. Tenemos que provocarnos escalofrío. Tratar de diferenciar el escalofrío provocado por la temperatura, por una escena espeluznante o de gran intensidad dramática, el de un orgasmo, el de una experiencia de amor
profunda, de los recuerdos más bellos. Prestar atención a nuestra piel, si se nos dilatan los poros, se nos humedecen los ojos o simplemente llegamos a sentir una especie de ligero bochorno-friolento, ¡excelente!
Tenemos la capacidad de sentir. ¡Estamos vivos! ¡Somos conscientes y tenemos la habilidad de provocarnos sensaciones de manera voluntaria.

Debemos recordar, pues, con toda nuestra voluntad, deseo, los momentos bellos y significativos de nuestras vidas. Todas las condiciones que habían a nuestro alrededor
en esos instantes. Revivir.

Debemos ser capaces de imaginar, y visualizar y mantener la imagen mental intacta, muchas cosas, todo lo que se nos ocurra. Por ejemplo, imaginarnos que estamos en la punta del Himalaya. Ver el mundo, desde la cima del mundo. Sentir el frío intenso de ese lugar, o al menos
la frescura. Imaginar un amanecer, un ocaso. Recordar las estrellas y las nebulosas. Los pajaritos. Los ojos de un niño de alguna tribu lejana, que nos ve fijamente.
El pasado más remoto, una posible "creación" otras galaxias, el futuro distante, ir miles de millones de años al pasado y al futuro. Imaginar la nada, el todo. El espacio, las moléculas, el universo microscópico y el macroscópico, invisibles ambos a nuestros ojos.
En fin. La imaginación es el límite, pero hay que, en la medida de lo posible, tratar de provocarnos estremecimiento.

Para incrementar el poder del estremecimiento, debemos de someternos a una "dieta" sexual. Sí, esto es muy doloroso, pero funciona. Hay que sacrificar y postergar los orgasmos, pensando en que la experiencia del sueño onírico es como un orgasmo que dura minutos, horas.
En un goce tremendo que puede crearnos una adicción tremenda. Esto no requiere necesariamente que debamos negarnos el placer sexual o autoerótico, "solamente" hay que contenernos, cuidarnos de no "vaciarnos", de no "exprimirnos"
O bien, si se tienen conocimientos de tantrismo, hay que practicarlo, ya sea sólo o con la pareja, aunque esta actividad, también provoca una enajenación si es que no somos disciplinados. Ya que la búsqueda constante del placer nos lleva a querer más y más y mientras más vamos acumulando placer, más fuerte se vuelve el deseo y es aquí donde debo establecer una pausa.

Según mis conocimientos y la percepción que tengo a través de un cuerpo masculino, que produce en su mayoría hormonas masculinas, y aunque tengo la capacidad de imaginarme lo que se sentiría ser mujer y ponerme, mediante un ejercicio didáctico, en el lugar de una mujer, no sé lo que es y lo que pudiera imaginarme quizá distaría mucho de la realidad, pero supongo - no tengo todos los conocimientos en mi poder - que teóricamente, pudiera ser "casi" la misma técnica que podría ser puesta en práctica.
Difiriendo claro, en los ciclos lunares, donde la mujer, independientemente de si quiera o no, tiene pérdidas de hemoglobina y (des)ajustes hormonales que le obstaculizan aún más esto (cambios emocionales)
Pero en el caso del hombre, y después de practicar un ayuno de órgasmos, por tiempo prolongado, y dominando esa bestia cósmica que es el deseo, la retención del esperma es esencial para fortificar la intensidad del estremecimiento. O ¿acaso no, después de pasar una gran temporada de ayuno sexual, la mente se vuelve más activa (los pensamientos se vuelven más sexosos, se desgarran las ropas de la mujer que se tenga en frente, se puede percibir el aroma corporal de estas a varios metros de distancia, saber si está ovulando, detectar olores extraños, y sobre todo, la mente se comienza a llenar de fantasías cada vez más obscenas, perversas)?
De igual forma, mientras se practica el abstencionismo, podemos detectar una rápida mejoría en el desempeño físico. Ya no hay fatiga, y si la hay, será después de varias horas de actividad física)
El humor mejora, así como la calidad de la piel y del metabolismo, en fin, hay todo un arsenal proteínico y vitamínico en el organismo que nos previenen de enfermedades y males.

Como decía en un principio sobre este punto, uno no tiene que irse necesariamente a meditar a las cavernas y negarse "por completo" al contacto sexual. Simplemente hay que controlarlo.
Cosa harta difícil, ya que será precisamente a la hora de acostarse en que el amigo de allá abajo cobrará fuerza, estará como un minotauro o una hidra. Esto resultaría una dificultad más para incluso conciliar el sueño.
Además se corre el riesgo de una emisión descontrolada y explosiva durante el transcurso de la noche. Esto se puede contrarrestar mediante la práctica de una actividad física, un deporte, para así, "quemar" esas ganas.
Esto resultaría beneficioso, ya que tonificaría nuestros músculos y nos brindaría condición física y salud extra.
Lo de mantener el control quizá se lea muy sencillo, pero ponerlo en práctica es algo que requiere una férrea voluntad. Se supone, que, después de un tiempo, de entre 30 a 40 días, hay que hacer una pausa y ahora sí, darle rienda suelta al animal descarriado, entregándose al acto carnal. Para una persona joven de 20- 40 años es una medida "razonable" aceptable.
De esta forma, no sólo "sufre" cambios significativos el cuerpo, sino también la nuestro ser. Uno se vuelve más sensible, perceptible. Pero esto es otro tema, así que continuemos.
Lo que sí, es importante darnos cuenta y sobre todo, documentarlo, a manera de análisis, ya que hay muchos cambios visibles en el transcurso del tiempo.

Ejercicios de respiración también son importantes. Pero aquí habría que hacer otra "breve" extensión de este punto. Para sintetizarlo, sólo he de decir que su finalidad consiste también en lo que hace alusión
el título de este punto, estar consciente, "darse cuenta". Estos ejercicios están basadas en prácticas yoguicas. Son ejercicios en donde uno tiene que modular el flujo de aire entrante y saliente.
De manera acelerada, pausada, lenta, contener la respiración, ejercicios bajo el agua, inflando globos, respiración paulatina, etcétera, etcétera, pero la finalidad "final" de estos ejercicios debe ser sobre todo "darse cuenta". Darse cuenta de todas las sensaciones y reacciones voluntarias e involuntarias, tales como mareos, sensación de total ligereza, pesadez, hiperventilación, de "recarga de energía" de sentirse al borde del colapso, de entrar en otros estados de consciencia, o "súper- consciencia" mejor dicho.

Por último, y como dije en un principio, en síntesis, ser conscientes, conscientes, conscientes. Sin forzarlo, claro, todo de manera sutil, ya que forzarse hasta el extremo resulta atroz.

Siguiente punto:

4.- Disciplina.


Esto más bien fue, creo, bien expresado en el punto anterior, por lo cuál sólo resta hacer unas pequeñas extensiones y aclaraciones.

Uno: no dejar de anotar los sueños, sean o no lúcidos, ya que podemos encontrar varias cosas muy interesantes.
Dos: moderar nuestra consumo alimenticio. No sobrepasarse con los azúcares ni con los ácidos, ni grasas, de preferencia no comer mucha carne, y dejar mucho de la comida chatarra.
De igual manera, se debe dejar por completo el alcohol, ya que esto entorpece nuestras conexiones sinápticas, también pueden estropearnos completamente nuestras abstenciones,
y modificar la química cerebral, así como la producción hormonal. Tomar mientras se quiere conseguir el sueño lúcido perfecto es nefasto. Así que, hay que dejarlo.

Y tres: Así como nos empeñamos en trabajar duro por conseguir y dominar el sueño lúcido. También hay que tener días de descanso. No hay que sobresforzarse.
Igual y en esos días de reposo, es cuando el sueño más lúcido, lúdico y vívido sobrevenga. Dándonos la alegría del día, del mes, del año, o de la vida.

y por último y no menos importante:

5.- Inductores.

En la entrada anterior, había comentado acerca mis primeros experimentos, y mi sometimiento adictivo a cierto tipo de música que actúa sobre las distintas zonas de la corteza cerebral.
Esto si bien no me llevó a tener sueños lúcidos al menos me hizo tener sueños muy claros (que no controlaba a voluntad) y raros, llenos de imágenes y escenarios extremadamente surrealistas y en ocasiones hasta proféticos (pude documentar tres futuros deja-vús).
Esta música la recomiendo más para relajarse y caer en estados de sueño profundo y reparadores, así como para experimentar con la hipnosis (sobre todo con los archivos sonoros de Binaural beats y demás).

No tengo experiencia con drogas, así que no sé cuál sería el resultado de mezclar esto con lo otro. Quizá algún hipnótico podría potenciar los efectos sugestivos de inducción. Pero de igual forma habría que cuidarse de los estímulos, tanto externos como internos.

Recomiendo el silencio y una ambiente propicio para los viajes onironáticos. O sea, de calma, de tranquilidad. Desconectar teléfonos, apagar celulares y, si se quiere emplear la música descrita arriba, lo recomiendo siendo reproducida desde un reproductor de cds que esté colocado a moderada distancia (ni muy lejos ni muy cerca de nuestros oídos), o mejor aún, con un reproductor de mp3 conectado a unas bocinas o a unos audífonos, ya que, cuando experimenté con música, anoté que creía o podía sentir como si "las ondas" producidas por la computadora, afectaban, de algún modo mis ondas cerebrales y hasta cardíacas.
Supongo que por las revoluciones a las que giraba del disco duro, así como las ondas de conexión a internet inalámbrico llegadas desde el modem.
No lo sé, pero así fue mi sentir y mi razonamiento. Pero hay algo en el sentido común de que incluso las ondas de baja y alta frecuencia de radios, televisores, estéreos, modems, antenas de telecomunicación y demás interfieren de manera negativa con nuestra percepción y, en lo que aquí importa, la percepción y el sueño.

Volviendo al tema de la alimentación. Así como alimentamos nuestro cuerpo, así también es necesario alimentar nuestro subconsciente. Ya que este se nutre de imágenes y sonidos.
El subconsciente es un lugar insondable, infinito, poderosísimo y es ahí donde se encuentran los amos absolutos del tiempo, el espacio y los pensamientos.
Es el estado más puro del ser. Pero es precisamente ahí de donde surgen todas las ideas creativas. Es fuente inagotable de belleza y horror, es...es...uf... bueno, se tendrían que leer y escribir miles de tratados sobre eso.
El caso es que una excelente alimentación para el subconsciente, es el arte, en todas us formas: música, literatura, cine, escultura, etcétera.
Hay que darle de todo, pero preferiblemente algo nutritivo, entendiendo como nutritivo algo que nos genere pensamientos y reacciones positivas, bellas, sublimes.
Recomiendo también practicar algo de arte, dibujar, aunque no se sepa, simplemente dar rienda suelta a la mano, hacer alebrijes. Hacer desde un retrato fiel, hasta una caricatura, garabato o elaborada recreación surrealista. De igual forma, leer de todo. Aunque leer más bien, es una abstracción y por ende uno asimila figuras abstractas que ya van a adoptar forma (También abstracta) en nuestros registros mentales. En todo caso, surrealismo es un buen aderezo para el contenido abstracto de las letras. Escuchar música. Casi todo tipo de género musical, de todas las locaciones geográficas posibles, a excepción de música grupera, de banda y reggaeton, eso provoca muerte cerebral inminente. De verdad, eso jode neuronas tanto como beber medio litro de mercurio a diario. Ver películas, buenas películas. Dicho sea de paso. También no hay que olvidar - aunque parezca innecesario - ejercitar la parte lógica del cerebro. Esto es, las habilidades matemáticas, espaciales, de lógica, hay que ejercitar esta área, que es la que nos permite tener razonamiento y que para fines prácticos, nos ayudan a "razonar" y "reflexionar" dentro del sueño.
Hay que, durante las horas de vigilia, reflexionar y razonar acerca de nuestras acciones, racionalizar los últimos eventos sucedidos, esquematizar, sistematizar. Abordar algún tema, uno fácil o complejo, poner a funcionar al cerebro. Aprender nuevas palabras, expresiones, dichos, axiomas, lenguajes visuales, tanto en nuestro idioma como en otros. Analizar la sintaxis, las raíces de las palabras, imaginar su origen, comparar estas palabras y sus formas escritas y pronunciadas en otros idiomas.
Tratar de entender el pensar y el razonamiento de los demás de acuerdo a sus niveles de conciencia, estatus social, país de origen, lengua, edad, sexo, etcétera, etcétera. Bueno, es un largísimo etcétera de ejercicios útiles que pueden servirnos. Necesitaría unas 20 hojas para describir cada uno de los ejercicios y sus funciones, pero sintetizando esto en un sólo renglón, podemos axiomatizar que:
Para que funcionen integralmente, para poder existir, el sueño (la fantasía) necesita de vigilia (realidad), y la vigila de sueño. Es retroalimentación.

La concentración y la sugestión son dos grandes fuerzas y medios para lograr el sueño lúcido (y toda actividad, de hecho). Hay que potenciar nuestros niveles de concentración. Todo tipo de concentración.
Desde la que requiere habilidad psicomotora (por ejemplo, videojuegos donde requieren que uno pulse un botón en un determinado momento muy exacto), concentración de ideas, etcétera.
Y en cuanto a la sugestión, esta es fundamental. Se tiene que necesariamente, repetirse mentalmente y hasta en voz alta, la misión de rasgar el velo que separa la realidad de la fantasía.
En estado, contemplativo o de relajación, instantes antes de hundirse en las profundidades de la somnolencia, sugestionarse, casi de manera hipnótica, de manera relajada, calmada, "Darse cuenta" de que se está cayendo en un estado de sueño cada vez más profundo y que en determinado momento podrá uno "despertar" en el sueño.

Esto es "básicamente" la consejería elemental, preparativa, para comenzar a trabajar el dominio de uno mismo dentro del sueño.
Teóricamente parece sencillo, simples pasos, pero llevarlo a la práctica puede resultar un trabajo de carácter casi iniciático, algo que puede volverse algo muy serio y digno de auténticos estudios científicos.

Y, vuelvo a repetir, esto es en base a mis descubrimientos, sé que deben de haber por ahí mucho material al respecto, y ya habré de leerlo a su debido tiempo (tengo otros libros pendientes, en la fila)
La entrada siguiente será como una especie de guía, en las que se hablará acerca de todo lo que podemos hacer dentro de un sueño lúcido, así como solucionar ciertas dificultades que podrían presentarse ante desafíos lógicos y técnicos (para eso es el estudio y el nutrimento del intelecto durante la vigilia), así como los aspectos místicos y metafísicos de la simbología de los sueños, posibles complicaciones, como trastornos del sueño y otras variantes que podrían interferir y espantarnos y hasta desmotivarnos, etcétera, etcétera. En fin.
Ya lo veremos después.

Y bueno, así, sin más, me despido por ahora, que se me pasaron las horas volando. Jeh.
Muchas gracias por la lectura, espero no haberlo hecho colapsar de aburrimiento o hasta matarlo, y si fue así, espero que al menos haya sido inducido a ese estado particular de sueño del que hablamos =P.
Hasta pronto.
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