viernes, 23 de octubre de 2009

CÆÆÆÆRDOSSS....





Los cuyos, conejillos de la India, cui cuis, cobayos, guinea pigs, marsviner, marsu, 豚鼠 (tún shǔ), ratas del infierno o como quieran llamarles, son una de las plagas más devastadoras del mundo, después del hombre, claro.

Son el vivo reflejo del hombre, son igual de cerdos, igual de egoístas y posesivos, e igual de ignorantes e indiferentes. Pero hay algunos aspectos en lo que el ser humano jamás le podrá quitar el lugar al cuyo, no al menos, en esta década que está por concluir.

Tales puntos son:


1.- La comida.


Si el cuyo deja de comer en un lapso de 1 hora, se muere. Estos bonitos y peluditos demonios salidos del trigesimoquinto círculo infernal, no pueden estar sin andar royendo o comiendo algo, incluso si se les priva de alimentos, comen de sus propias heces, y posteriormente, se les puede ver "masticando" cosas invisibles - ¿acaso viento?.

Pero eso no es todo, comen de 20 a 40 veces su peso, diariamente - y lo mejor de todo, para las señoras que hacen rabietas infantiles porque no les funciona la dieta - no engordan al grado de verse obesos. Bueno, en este punto debo aclarar, que solamente mientras coman "alimentos saludables" y naturales, semillas, zacate, pasto, verduras, frutas y demás. Claro que si tragan chucherías de la tienda si se pondrán si bien no monstruosamente cerdos, si "medio llenitos"


2.- Sus regalitos


Sus regalitos fecales encapsulados. Buenos solo para las plantas. Único punto bueno de los cuyos.

Si comen de 20 a 40o veces su peso, pues cagan de 40 a 80 veces su peso, con una regularidad de una o dos capsulitas cada 10 segundos.



3.- Códigos de valores éticos -morales


Hay que reconocerles que nacen con los ojos abiertos, pudiendo caminar y correr y seguir a la madre desde el primer segundo de haber sido paridos. El trabajo de parto dura pesados 10 segundos, y traen de dos a cuatro crías en cada "puesta". Eso es una escena tierna, ya que la madre empezará a limpiarles los residuos de líquido amniótico y algunas veces se comerá la placenta (¿mencioné que no pueden dejar de comer, lo que sea, donde sea, cuando sea?). Luego los pequeñitos, tiernos, cositas lindas, mirarán a su pro-creadora por unos segundos, y está les dará de mamar lechita materna, como debe de ser...todo muy bien, muy bonito, hasta aquí - cuando entonces....

El cuyo o los cuyos machos que estén alrededor, no conformes con andar jariosos e intentar -exitosamente - abusar a la madre antes, durante y después de la preñez, intentarán salvajemente ultrajarla de nueva cuenta, con lujo de violencia - que harían parecer al mismísimo Alex y sus drugos de la Naranja mecánica, niñitas chifladas rebeldes y pretenciosas.

No, los cuyos simplemente se abalanzarán en un frenesí espermático de manía sexual desbordada, - incluso si se pone atención puede escucharse algo similar - y por demás anormal en estos roedores - a carcajadas agudas, por lo que debemos obvia e irremediablemente separar a la madre con sus crías, de la o las minibestias presentes.

¿El padre? Puede ser quien sea, ellos no conocen tabús, pasado el tiempo, y como las crías son biológicamente aptas para la procreación - literalmente desde que nacen - intentarán claro - los machos, abusar a su debido tiempo (unas dos semanas), de la madre o de sus hermanitas. Así mismo, y venga bien la frase - el cuyo macho No tiene madre. Abusan de sus hijas, de sus hermanas, de sus primas, de sus primas hermanas, de sus hermanas-hijas, de sus tías, tías-hermanas, tías- abuelas, de sus abuelas, de sus bisabuelas, de sus madre-hermanas, e incluso a veces, de los pequeñitos machos, y hay que tener por seguro de que sí hubiese cerca algún cadáver de otro pequeño cuyo, también le darían.

Quien se jacté de ser un semental o una megametaninfomana, es porque no han conocido a estas encantadoras criaturitas.

Las farmacéuticas transnacionales, deberían de prestarles especial atención, ya que posiblemente en su organismo posean potentísimos químicos que ayuden a formular algún nuevo medicamento contra la (ultra) potencia sexual, la disfunción eréctil y la frigidez. Ya que estos cabrones desde que nacen -hasta que mueren - literalmente hablando- no pensarán en otra cosa que no sea - aunque se escuché muy soez - coger y comer, coger y comer.

Eso sí, podremos ver gestos de afecto, de vez en cuando, por lo general, cuando estos están chiquitos - igual que con los seres humanos. Sin embargo, como está escrito en las primeras líneas, son unos animales de lo más desagradables, desagradecidos, antihigiénicos, estúpidos, egoístas, y sobre todo ¡Exigentes! de ahí que en Perú les llamen "Cuis".

¡Cuí! ¡Cuí- cuí! - dame comida, ¡Cui-cuí! - Comida, ¡Cui-cuí! - ¡A la de ya güevon! Cada hora, cada hora...


4.- Afecto, cariño


Nah.

Los perros, se te acercan y te lamen, o se te suben en la pierna, para demostrarte afecto o su deseo natural procreativo, los conejitos también, se te acercan y te dan de besitos, y hasta pareciera que a veces su mirada pareciera entenderte y confortarte en tus momentos más oscuros, cuando dios te deja, los conejitos siempre estarán ahí para ti.

Incluso los gatitos, se te van a acostar en el regazo, Es más, incluso aquellos que gozan de tan mala fama y que hasta les achacan la crisis financiera y el gobierno totalitarista sionista del mundo: los reptiles. Estos incluso a veces pueden dar besitos - o más bien lengüetazos.

Pero los cuyos....

Los cuyos, como expliqué en el punto anterior, gritan, sí, o como se diga "cui-cui-cuean", Cui, cui, no paran, y como su hambre es infinita, no pararan de exigir comida, a menos que obviamente estén muertos, y hasta eso hay que hacer un hueco muy profundo para que así cualquier sonido post-mortem, no escape de la fosa.


5.- Inteligencia.


No lo son, posiblemente su Iq pueda ser equiparado con el de una hormiga o el de un cadillo, posiblemente de lo segundo.

Así que si ya leyendo estas líneas y decide hacer caso omiso a las serias advertencias, y decide adoptar una criaturita o la parejita (nada recomendable) allá usted, ya que si se empieza con un pequeño par, tendrá en un año poco más de una veintena.

Lo que sí, son muy bonitos, muy cute, por lo que si piensa dedicarse a la venta, para las chicas y los niños son muy irresistibles, y gracias a que disney sacó esa estúpida película de cuyos, ese empujoncito publicitario favorece. O igual para la cría para comerse posteriormente, están muy bien, pero como mascotas a las cuales acudir para escapar de esa soledad devoradora no son nada recomendables.

Igual y sí para tener algo de diversión barata. Pero lo que si descubrirá que la sociedad tiene más similitud con estas ratas, que con los chimpancés o los delfines.

Lo digo por experiencia, llegamos a tener más de 32 aquí....TT__TT...

Sale y vale, hasta otra.


1 comentario:

din dijo...

Jo! Y parecían tan tiernos estos bichitos... Me he reído mucho con lo que cuentas! Espero que te estés recuperando de tu fiebre.
Saludos desde Barna

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